ISLANDIA
PENÍNSULA DE SNAEFELLSNES, BJARNARHÖFN, KIRKJUFELL, PLAYA DE SKARDSVIK , VOLCAN SNAEFELLSJOKULL, CRÁTER DE SAXHOLL, DJUPALÓNSSANDUR, LONDRANGAR, REIKIAVIK Y BLUE LALGOON
Es el último día del viaje y decidimos cambiar completamente los planes sobre lo que teníamos previsto. Antes del viaje habíamos previsto visitar por la mañana Reikiavik y por la tarde el Blue Lagoon, pero dado que el primer día ya habíamos visto la Catedral y el Sun Voyager, pensamos que de mantener esta ruta nos iba a sobrar mucho tiempo, pues teníamos las entradas del Blue Lagoon a las 19 horas.
Así que como habíamos estado leyendo sobre la belleza de la península de Snaefellsnes, y tras hacer cuentas sobre los kilómetros a recorrer y el tiempo disponible, decidimos no perder la oportunidad y aunque justos de tiempo, ver los puntos más interesantes de esta península, conocida como la pequeña Islandia, por contener en pocos kilómetros, volcanes, glaciares, campos de lava, cataratas, montañas y playas...
Después de haber hecho la ruta, puedo afirmar que fue todo un acierto, uno de los grandes aciertos del viaje a Islandia.
La península de Snaefellsnes está situada al oeste de Islandia, a unos 130 kilómetros de Reikiavik y a unos 70 de Borganes. Desde Borganes, la península se va alargando poco a poco en forma de cono hasta llegar al volcán Snaefellsnesjökull, famoso por ser la entrada al centro de la tierra, en el libro "Viaje al Centro de la Tierra".
Lo mejor es hacer una ruta circular para poder ver cuanto te sea posible, la que nosotros hicimos nos llevó unas 7 horas, entre conducir y poder visitar los puntos más interesantes. Nosotros fuimos del sur al norte para luego bordear la costa nuevamente hacia el sur. El norte es donde están los pueblos principales, Grundarfjordur, Olafsvik, Hellissandur... mientras que en el oeste y el sur, hasta Arnastapi, se sitúa el Parque Nacional de Snaefellsnes.
Comenzamos la ruta desde el hotel por la carretera 54 con dirección oeste durante 65 kilómetros hasta que nos cruzamos con la carretera 53 que vira hacia el norte. Nuestra intención es ir dirección Bjarnarhöfn en el norte de la península para continuar una vez allí hacia el Oeste y entrar en el Parque Nacional.
De esta forma pasaríamos por el famoso monte Kirkjufell, con su catarata Kirkjufellfoss. Antes hacemos una breve parada cerca de Bjarnarhöfn, aunque no llegamos hasta el pueblo por lo que teníamos que desviarnos. Aquí se repiten los campos de lava cubiertos de musgo que vimos en otras parte de Islandia, pasado Vik.
No nos encontramos con nadie durante kilómetros y la sensación de soledad y paz es impresionante. Los campos de lava se extienden kilómetros y kilómetros a la redonda mientras el musgo va tiñendo de verde poco a poco la negra piedra basáltica.
Seguimos nuestro viaje hacia el oeste y pasamos por un mirador con unas vistas fabulosas, el Mirador de Kolgrafarfjördur. Desde el mirador se ve la entrada del fiordo Kolgrafarfjördur, con las montañas nevadas en el horizonte. Este fiordo fue famoso por una elevada mortalidad de arenques a comienzo del siglo XXI, cuando 300.000 toneladas de arenques aparecieron muertos en solo un par de días, toda una catástrofe medioambiental.
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Mirador de Kolgrafarfjördur |
Los resultados de las investigaciones dieron como resultado que el origen de la mortalidad fue la superpoblación de arenques en la bahía, que agotó el oxígeno existente en el fiordo, no teniendo tiempo el agua de regenerarse debido a la masa de arenques existentes, 10 km2 por 40 metros de profundidad.
Esta zona de la península es famosa también por ser el lugar de la Saga Islandesa de Eyrbiggja. La saga comienza en la era de los primeros asentamientos islandeses, aunque la mayoría de los eventos tienen lugar en los siglos X y XI. Describe los hechos acontecidos entre distintas familias establecidas en la península de Snaefellsness, y hasta donde se sabe tienen cierto margen de verosimilitud.
KIRKJUFELL
A pocos kilómetros divisamos por primera vez una de las montañas míticas de Islandia, Kirkjufell, aunque desde aquí no se aprecia en todo su esplendor.
Kirkjufell, cuyo nombre significa "Montaña Iglesia", toma su nombre por su parecido al campanario de una iglesia, afilado en la parte superior con lados largos y curvados.
Conforme nos vamos acercando al pueblo de Grundarfjördur, la montaña se va mostrando más y más impresionante, desde la base hasta el pico tiene 463 metros. El día está nublado y la nieve ha ido desapareciendo de la montaña, solo queda en algunos recovecos sombríos. Para los aventureros decir que hay un camino bastante empinado hacia la cima de Kirkjufell, desde donde hay magníficos panoramas de los campos circundantes, costas y ríos. La montaña se tarda aproximadamente una hora y media en ascender, y una hora y media hasta el fondo.
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| Kirkjufell |
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| Kirkjufellfoss |
En Kirkjufell se rodaron escenas de la séptima temporada de Juego de Tronos, cuando Jon Snow, "el perro" y Jorah Mormont intentan capturar un muerto viviente.
Justo al lado de Kirkjufell tenemos una catarata, llamada Kirkjufellfoss, se accede por un sendero que te acompaña por todo el lateral de la catarata y en cuya cima hay un puente sobre el que se accede a la otra orilla de la catarata. Lo interesante de acceder a la otra orilla es poder hacer una preciosa foto de la catarata con kirkjufell al fondo.
La cascada en sí no tiene una caída muy grande, solo 16 metros, pero el hecho de que tenga una doble caída, el lago de agua dulce que se forma tras las segunda caída, y las vistas de Kirkjufell, le confieren un encanto que no tienen otras cataratas.
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| Kitkjufell y Kirkjufellfoss |
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| Playa de Skardsvik |
Después de Kirkjufell, continuamos por la carretera y entramos en le Parque Nacional de Snafellsnes, situado en el extremo occidental de la península. Nuestra primera parada es en la Playa de Skardsvik.
En la playa de Skardisk se descubrió el esqueleto de un joven vikingo de unos 18 años, estaba enterrado junto a su escudo, su espada y su casco. Al contrario de lo que se piensa comunmente, los cascos vikingos no tenían cuernos. Esta creencia popular es debida a la ferocidad de los vikingos a la hora de invadir los pueblos cercanos a la costa, hecho por el cual los lugareños los asimilaban al diablo, por ello, para representar un acontecimiento con los vikingos los representaban poniendo sobre los cascos guerreros dos cuernos, de tal forma que eran guerreros del mismísimo diablo. Los restos se encuentran, hoy en día en el Museo Nacional de Islandia.
La peculiaridad de esta playa es que no parece una playa típica islandesa, hasta ahora habíamos visto playas de arena negra, pero Skardsvik tiene arena fina de un color dorado. Algunas piedras basálticas sobresalen de la arena, y si aprovechas subiendo a ellas, puedes contemplar la playa en toda su extensión.
VOLCÁN SNAEFELSSJOKULL
El volcán Snaefellsjokull, tiene un altura de 1.446 metros sobre el nivel del mar, y es una de las montañas más altas de la península, con la particularidad de que tiene un propio glaciar en su cima. En caso de erupción, el hielo de dicho glaciar se derretiría causando grandes inundaciones. Este volcán es famoso por haber sido incluido en el libro de Julio Verne "Viaje al centro de la Tierra" como uno de los puntos desde donde se podía acceder al centro del planeta.
Desde la playa de Skardsvik hasta nuestra siguiente parada, solo hay unos diez minutos y es que en Sanafellsnes hay muchos lugares dignos de verse en muy pocos kilómetros. Desde la propia carretera se ve con claridad el cráter del volcán, tomamos una carretera asfaltada que nos lleva hasta la base del mismo.
El cráter de Saxhóll tiene solo 109 metros de altura, y hay una escalera de metal que facilita el acceso hasta la cima. Por la reducida altura, este cráter es probablemente uno de los lugares más accesibles en Islandia para ascender hasta la cima de un cráter. El cráter de Saxholl tiene entre 3.000 y 4.000 años de antigüedad y arrojó magma a más de mil grados de temperatura, cubriendo todo el área circundante de lava.
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| Saxholl |
Una vez terminas de ascender y comienzas a recuperar el aliento, no solo es interesante de ver el interior del cráter, con restos de las erupciones en su interior, sino también puedes contemplar toda la línea de costa, el volcán Snaefellsjokull y la trayectoria de los restos de los ríos de lava de milenios atrás.
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| Interior del Cráter Saxholl |
DJUPALÓNSSANDUR
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| Playa de Djupalonssandur |
Seguimos por la carretera unos 15 kilómetros hasta otra de las atracciones de la península de Snaefellsnes, la playa de Djupalonssandur. Llegamos a un aparcamiento desde donde surgen varias rutas: Tomamos la primera de ellas que nos lleva hasta la playa, pasando antes por dos lagunas Djupulon y Svortalon.
Djúpalónssandur se llama así en honor a uno de los primeros colonos en Islandia hace unos mil doscientos años. Es un lugar históricamente muy significativo para los islandeses, ya que fue aquí donde desembarcó uno de los primeros colonos Bárður Snæfellsás, su familia y su tripulación. También es un lugar donde los agricultores y las personas en la península de Snæfellsnes utilizaron como estación de pesca durante siglos, y es que conviene recordar que esta península estuvo prácticamente aislada durante muchos siglos y solo era accesible por mar. Por último, pero no menos importante, es un lugar hermoso con impresionantes accidentes geográficos.
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| Nautastigur |
Comenzamos por el sendero que se adentra entre un impresionante grupo de rocas, llamadas Nautastigur, que se traduce en el Camino del Toro. El camino probablemente recibió este nombre porque es el camino que los aldeanos utilizaban para llevar al ganado a beber en las lagunas que se encuentran aquí.
En realidad son campos de lava con algunas rocas que han tomado unas formas extrañas. Destaca una de ellas con un agujero en medio de la misma, llamada Gatklettur.
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| Gatklettur |
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| Djupulon |
Terminado el sendero, llegamos a las arenas de las playa, a la izquierda vemos dos pequeñas lagunas, llamadas Djupulon y Svörtulon, ambas de agua dulce.
La primera de ellas, Djupulon, que se traduce como laguna profunda y da nombre a la propia playa, aunque es agua dulce. Solo la parte superficial de la laguna es de agua potable, ya que al agua del mar penetra en ocasiones hasta la base de la laguna, pero al tener mayor densidad se sitúa en el fondo. Antiguamente esta laguna se llamaba así porque se pensaba que sus aguas eran muy profundas, casi espectrales, aunque durante el siglo XVIII se pudo medir y solo tenía 5 metros de profundidad.  |
| Djupulon |
Tras ésta, está la otra laguna Svörtulon, en español "laguna negra", es especial porque según las leyendas islandesas tiene poderes curativos por haber sido bendecida por un obispo a finales del siglo XIX.
La playa de Djupulonssandur, está repleta de rocas de distintos tamaños, que debes respetar y no llevarte ya que están protegidas por el gobierno islandés.
Hay cuatro tipos de piedras en la playa, cada una de diferente tamaño, y denominadas piedras de elevación. Los pescadores las usaron para probar su fortaleza levantándolas. La más pesada de estas piedras pesa 154 kg y la más liviana pesa solo 23 kg. La segunda piedra más ligera pesa 54 kg y los pescadores que no podían levantar esta piedra no eran aceptados como remeros en los barcos de pesca. La segunda piedra en peso es de 100 kg y se llama "halfsterkur", que es en islandés medio fuerte. Las cuatro piedras tienen nombres islandeses que se traducen en fuerte, medio fuerte, mitad de bueno y ligero, en orden descendente de peso.
Y es que la zona de Dritvik fue un importante puerto pesquero a finales del siglo XIX y hubo hasta 60 barcos de pesca en la zona operando, no obstante progresivamente fue disminuyendo en importancia y finalmente desapareció.
Después de disfrutar de la paz que reina entorno a las lagunas, nos dirigimos a la playa donde encontramos que está repleta de restos herrumbrosos de un barco. Y es que el arrastrero británico, el Epine GY7, naufragó al este de la ensenada la noche del 13 de marzo de 1948. Catorce hombres perdieron la vida y cinco fueron salvados por el equipo de rescate islandés en el pueblos vecinos.
Los restos de hierro del barco están esparcidos por toda la playa, son restos protegidos y no deben tocarse.
Tras pasear un rato por la playa y ver las rocas y restos, volvemos al aparcamiento desde donde sale otro sendero que lleva a un mirador, aquí se dice había antiguamente una iglesia para los pocos habitantes de esta península. Hoy en día es un sitio fabuloso desde donde ver la preciosa playa de Djupalonssandur.
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| Playa de Djupalonssandur |
LONDRANGAR
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| Londrangar |
Comienza a hacérsenos tarde en nuestra ruta por la península de Snaefellsnes, pero antes de irnos hacemos otra parada en Londrangar. Desde la propia carretera veíamos una gran roca que parecía sobresalir del mar de una forma sobresaliente. Conforme nos vamos aproximando las formas cambian, y ahora esta roca no sobresale del mar, sino que está justo en la orilla, pero la perspectiva que produce desde la carretera es asombrosa.
Londrangar son dos grandes pilares que se elevan sobre su entorno a la orilla cerca de Hellnar. Se cree que las dos torres son antiguos tapones volcánicos que han soportado las fuerzas de la naturaleza durante decenas de miles de años. Han mantenido el viento, las fuerzas del océano e incluso las erupciones que han empujado más lava a su alrededor hace miles de años. El más alto tiene 75 metros de alto y el más bajo tiene 61.
Si pasas las dos torres y las dejas atrás encontrarás un camino de tierra que lleva a un aparcamiento. Desde aquí hay un sendero hasta unos miradores sobre unos acantilados donde se puede ver la línea de Costa con Landrangar al fondo. En los acantilados, multitud de gaviotas y otras aves hacen sus nidos y es continuo el ir y venir de aves.
Con esto, dejamos ya esta preciosa península y volvemos a ir en dirección a Borgarnes. Por el camino nos hemos dejado la visita a la cueva de Vatnshellir, una cueva volcánica, pero la hora se nos echaba encima y teníamos casi dos horas y media hasta Reikiavik. Sin duda, visitar la península de Snaefellsnes fue una de nuestras mejores decisiones.
Nuestra intención era dar un paseo por Reikiavik antes de ir a nuestra cita con el Blue Lagoon.
Llegamos a Reikiavik sobre las cuatro de la tarde y hasta las siete no teníamos la entrada en el Blue Lagoon, así que aprovechamos para dar una vuelta por la ciudad. Ya habíamos visto la catedral y el Sun Voyager el día que llegamos a Islandia, por lo que aprovechamos para pasear por el centro.
Aparcamos cerca de la catedral y tomamos la calle Laugavegur, repleto de tiendas de souvenirs, de ropa y cafeterías. Nos llamó la curiosidad el que la mayoría de las casas de esta zona, son bajas, de madera y normalmente muy coloreadas o incluso con dibujos en sus fachadas.
Al final de esta calle, a mano derecha, vemos la residencia oficial del primer ministro Islandés, llamado "Stjornarradid".
Desde aquí giramos a la izquierda hacia el Parque Austurvöllur, verdadero centro neurálgico para los habitantes de Reykiavik, pues aquí se encuentra el Alpingishusid (parlamento Islandés), la catedral y numerosos cafés. Antiguamente las dimensiones de esta plaza eran distintas, pues se usaba como mercado de ganado.
En el centro de la plaza se encuentra la estatua de Jón Sigurðsson, uno de los líderes de la independencia islandesa.
Muy cerca de allí hay un gran lago, llamado Tjörnin, desde donde se ve el Ayuntamiento de Reikjavík, la Frikirkjan y numerosas casas antiguas de hermosos colores. Es un estanque natural y el hogar de innumerables patos, cisnes y gansos que incluso se quedan durante la temporada de invierno gracias a un poco de calefacción geotérmica.
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| Tjörnin |
Nos acercamos hacia el antiguo puerto, que no nos llama mucho la atención, salvo por el colorido de los almacenes del propio puerto, hoy convertido en su mayor parte en restaurantes. Por el camino nos encontramos con una de las casas mas antiguas de Reikiavik, hoy convertida en un restaurante. El resto del tiempo lo pasamos viendo tiendas, algunas de ellas muy bien decoradas, como la que tenía un vikingo gigante y donde vendían cascos, espadas y puñales vikingos.
BLUE LAGOON
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| Blue Lagoon |
Ponemos rumbo al Blue Lagoon, que está situado a unos 20 minutos de Reikiavik, y va a ser la última visita en nuestro viaje a Islandia.
El Blue Lagoon se formó a partir del año 1976. La gran piscina nació en este lugar a partir de las aguas residuales de la planta de energía geotérmica de Svartsengi, que acababa de construirse allí. La gente comenzó a bañarse en 1981, después de que sus supuestos poderes curativos se popularizaran. En 1992, se estableció la compañía Blue Lagoon, y la instalación de baño se abrió al público.
Está ubicado en un campo de lava en Grindavík, al sudoeste de Islandia, y como decía antes, es abastecido por el agua utilizada en la cercana central geotérmica Svartsengi
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que debes reservar tu entrada ya que si vas por libre te puedes encontrar sin posibilidad de entrar. Es una zona geotermal muy popular, tanto para islandeses como para todos los turistas, y al estar tan cerca de Reikiavik y del aeropuerto, es muy visitado por pasajeros en tránsito.
Lo mejor es que visites la propia página del Blue Lagoon, www.bluelagoon.com. Encontrarás varios precios en función de lo que te incluya aunque la más popular es la que te incluye los baños, un tratamiento facial con sílice y una bebida a elegir y que te puedes tomar dentro de las aguas. Ten encuentra que los precios son "desde", es decir son mayores o menores en función del horario de entrada. Con un par de horas es suficiente, ya que más tiempo en este agua caliente, es difícil de aguantar.
No es recomendable para personas con problemas de tensión y cardíacos, así que tenlo en cuenta antes de decidir ir.
La entrada está muy bien organizada, presentas tu entrada y te asignan una pulsera, con la que podrás adquirir todo lo que quieras, abrir las taquillas, tomar tu bebida que va incluida en el precio,...
Debes ducharte sin bañador antes de acceder a las piscinas, y esto es una condición sine qua non. Una vez dentro de las piscinas puedes moverte a tu gusto, son muy amplias y tienen distintas zonas, de aguas más y menos calientes. A la izquierda encontrareis una caseta donde te dan el sílice para las máscaras cutáneas, y a la derecha un bar donde pedir tu bebida.
A la salida, que también está perfectamente organizada, encuentras el restaurante y la tienda de productos estéticos de la marca Blue Lagoon.
Blue Lagoon es uno de los sitios más visitados de Islandia, aunque para mi gusto está sumamente explotado comercialmente, y aunque es irreprochable en su calidad y medios, no tiene nada que ver con el encanto que respiran los baños de Myvatn.
