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EL VALLE DE LOS REYES

 EL VALLE DE LOS REYES


El Valle de los Reyes está situado a menos de 15 minutos del Templo de Hatsepshut, en la orilla oeste del Nilo. Es la necrópolis por antonomasia del Antiguo Egipto, ya que fue el lugar donde fueron enterrados los Faraones a partir de la dinastía XVIII. El valle de los reyes, se compone en realidad de dos valles, el denominado Valle de los Reyes (KV) y el Valle de las Reinas (QV), esta es la razón por lo que las tumbas están señalizadas con una numeración "KV" o "QV". La diferencia entre ambos valles es la calidad de la piedra, mejor en el valle de los reyes que en el de las reinas, por eso en el valle de los reyes se mantuvo con el tiempo el enterramiento de los faraones, mientras que en el de las reinas, se enterraban, reinas, príncipes y nobles.

El primer faraón en enterrarse aquí fue el Faraón Tutmosis I, y se cree que en sus comienzos se ideó como una zona de enterramiento familiar de la dinastía, ya que no solo se han encontrado tumbas de faraones, sino también de reinas menores y príncipes. El Valle de los Reyes (KV) se utilizó a partir de la dinastía XVIII y XIX exclusivamente como necrópolis para los faraones, usándose el Valle de las Reinas para el resto de la corte. El progresivo deterioro de la estabilidad del país hizo que la inseguridad se cerniese sobre el lugar, con continuos robos y expoliaciones de las tumbas. Tal fue el nivel de inseguridad, y de corrupción que un sumo sacerdote de Amón, llamado Pynedyem II , decidió el traslado de las momias reales a tumbas secretas. Algunas de estas tumbas fueron encontradas en el siglo XX, en Deir el Bahari, conteniendo casi 50 momias reales de estas dinastías.

Maqueta del Valle de los Reyes
El Valle de los Reyes comenzó a conocerse a finales del siglo XIX, cuando distintos expediciones francesas e italianas fueron progresivamente accediendo a las antiguas tumbas, de las que tan solo dos, se han descubiertos intactas, la tumba KV 46 y Kv62, la primera de ella de Yuya y Tuyu, suegros de Amenhotep IV, y la segunda la del famoso faraón niño, Tutankamón.

Volviendo a la visita tras esta breve introducción, hay que decir que con la entrada tan solo puedes visitar tres de las tumbas, y es normalmente el guía quien te señala las tres más interesantes. Hay no obstante otras tumbas que pueden visitarse previo pago adicional, una de ellas es la de Tutankamón (15 euros) y las otras son la de Seti I y la de Ramsés VI (100 euros cada una de ellas).

Las visitas son un poco caóticas, ya que además de la aglomeración de turistas tienes que añadirle que las explicaciones el guía te las da antes de bajar a la tumba, y suelen se bastante generales, por lo que en esencia, aunque quedas deslumbrados por el interior de las mismas, pierdes mucho en la interpretación de su interior.

Nosotros visitamos tres tumbas, siguiendo las indicaciones del guía... 

TUMBA DE MERENPTAH (KV 8)

Plano de la Tumba de Merenptah


El primer contacto con las tumbas reales es la del faraón Merenptah, cuyo nombre significa "Querido por Ptah, la alegría es la verdad ". Fue el cuarto faraón de la XX dinastía, hijo y sucesor del gran Ramsés II, llegando a suceder a su padre casi de rebote, ya que era  el quinto en la línea de sucesión, pero al morir sus hermanos mayores  antes que su padre, quedó  como primer heredero directo de la doble corona. Cuando accedió al trono contaba ya con 69 años, así que su reinado no pudo durar mucho, apenas 10 años. Cuando se descubrió su tumba, su momia no estaba en ella, sino que se descubrió en la KV 35, donde fueron trasladados como dije antes todas las momias reales en un momento de turbulencias políticas e inseguridad. 

Como nota curiosa, se piensa que Merenptah es el faraón que citan los Antiguos testamentos cuando se relata el éxodo de Egipto por parte del pueblo de Israel.

En cuanto a la tumba, está situa da justo al lado dela famosa tumba de Tutankamón, y hay que decir que es una típica tumba de la dinastía XVIII en adelante, donde comienzan a acabarse tumbas rectas, frente a las que viraban a la izquierda (si eran Reyes) o a la derecha (si eran Reinas) de dinastías anteriores.

El descenso a la tumba comienza con un gran corredor, cuya pendiente no es muy inclinada, debido a que tuvo que suavizarse para poder dar entrada al enorme sarcófago que alberga en su interior. Este corredor, que es bastante largo, y está decorado con escenas del libro de la tierra, el libro de los muertos y escenas de la apertura de la boca del faraón difunto para liberar su Ka.

Al final de este primer corredor llegamos a una sala de pilares, con escenas de la letanía de Ra, es decir el trayecto que hacía Ra, desde el anochecer al amanecer, donde renacía tras hacer el trayecto por el inframundo. A la izquierda de esta sala de pilares encontramos una sala de almacenaje.

Seguimos bajando y entramos en un nuevo corredor, este de menor tamaña, con una sala cuadrada a su término, donde se encuentra depositada la losa que cubría el sarcófago de granito que encontraremos más adelante.

Tras esta pequeña sala, un nuevo corredor nos lleva hasta la Cámara del Sepulcro, sustentada por ocho columnas, y en cuyo centro está depositado el sarcófago, cuya decoración está basada en relatos del libro de las puertas y el libro de las cavernas, sonde El difunto atraviesa en su recorrido al Edén, una serie de cuevas, y se relatan los premios que puede recibir, así como los castigos que se padecen. La sala sepulcral tenía otras tres pequeñas salas anexas que servían de almacén para el ajuar del difunto faraón.

Se da la circunstancia, que esta tumba no es de las mejor conservadas, ya que aunque se conservan muchas pinturas, en especial las de tonos ocres, las inundaciones (frecuentes en forma de trombas de agua en este lugar del desierto dado que son valles abruptos sin vegetación) han dañado muchas partes de las tumbas, y apenas se conservan pinturas con tonos azules y especial en las zonas inferiores de la tumba.

Si quieres ver como es por dentro, aquí te dejo un breve vídeo:






TUMBA DE RAMSES IX (KV 6) 

Plano de la Tumba de Ramsés IX


La segunda tumba que visitamos es la del Faraón Ramsés IX. Este faraón fue el octavo faraón de la XX dinastía egipcia. Probablemente fue nieto de Ramsés III, y su nombre en el trono era el de Neferkara-Setepenra, "hermoso es el espíritu de Ra, elegido de Ra".

Escena del libro de las Cavernas
Su reinado fue superior a los 18 años, y aunque intentó mejorar el comercio y la influencia de Egipto, la pérdida de la presencia en el medio oriente y las incursiones libias en el norte, hicieron que su reinado tuviera épocas de precariedad, inseguridad e incluso hambruna.



La tumba en si misma sigue la misma distribución que la de sus antecesores, es decir, un enorme y alargado pasillo recto que se adentra en las profundidades de la tierra. Su tamaño es más modesto que el de sus antecesores debido a la crisis económica e inestabilidad que sufría Egipto.

Al comenzar a descender, nos encontramos a escasos metros del gran corredor y a ambos lados, un par de estancias, que se usaban como almacenes de ofrendas, y al final una puerta que da acceso a un segundo corredor, donde encontramos escenas del libro de las cavernas. Tras este corredor dos nuevos corredores se adentran en las profundidades, hasta llegar a una pequeña sala soportada por cuatro columnas y desde la que se accede a la sala del sepulcro. A esta última sala no se puede bajar, y los vigilantes, buscavidas donde los haya, te ofrecen sacar una foto por una propina.


La sala del sepulcro está adornada con escenas del Libro de la Tierra, y aunque tiene las huellas de haber contenido un sepulcro, este nunca se encontró.

Al igual que la tumba de Merenptah, se sabe que esta tumba se conocía desde la antigüedad, ya que se han encontrado dentro de las mismas, grafitis de épocas griegas y romanas.

Por ultimo, asciende lentamente el pasillo central y observa el techo del gran corredor, es una de las grandes maravillas de esta tumba.







Si quieres ver como es por dentro, aquí te dejo un breve vídeo:





TUMBA DE RAMSES III (KV 11)

Y nuestra última tumba, es sin duda la más bella de las tres, la de mayores dimensiones y la que mejor conserva su interior, es la tumba de Ramsés III.


Ramsés III fue el segundo faraón de la XX dinastía, hijo de Sehnajt, un general que se proclamó faraón tras derrocar a la reina Tausert , quien a su vez se había hecho con el poder a la muerte del último faraón de la XIX dinastía, el faraón niño Siptah.

Ramsés II es considerado uno de los últimos grandes faraones de Egipto, ya que gracias a una política reformista, mejoró el comercio y consiguió estabilizar los ingresos de las zonas de expansión egipcias, como era el medio oriente y Nubia, derrotando a los llamados pueblos del mar, que amenazaban constantemente las costas de palestina.

Durante su reinado se producen las primeras huelgas documentadas de la historia, cuando los obreros de las tumbas reales, se levantaron contra el gobernador de Tebas por la falta de paga, comida y enseres.

Por último, y ya para los amantes de la historias, se ha demostrado ser padre de Pentaware, cuya momia se encontró con una postura que parece gritar. Pentaware, participó en una conjura junto a su madre contra Ramsés III, fue descubierto y condenado a quitarse la vida,.. tal vez por ello la forma de su cabeza en el momento de la momificación.

Entrando ya en detalles de la tumba, tiene la misma forma que las anteriores, un pasillo central, este muchísimo mas profundo que los anteriores, con hasta tres salas sustentadas por columnas, y es que la tumba de Ramsés III tiene más de 185 metros de longitud. Es una tumba que aunque conserva una decoración mejor que las anteriores, también ha sufrido el estrago de las inundaciones, y también ha sido visitada desde la antigüedad, por los grafitis romanos encontrados.

Tras entrar por el enorme corredor, donde están representadas las letanías de Ra, nos encontramos unas pequeñas salas a ambos lados del pasillo. En estas salas encontramos decoraciones con representaciones en las que se realizan ofrendas de maderas, lapislázuli, turquesas, alimentos etc... ofrendas que o bien son realizados por los Dioses, o por representaciones de ciudades.

Continuamos el corredor, decorado con escenas del libro de los muertos, donde impresiona una representación del Dios chacal, Anubis. La tumba hace a continuación un pequeño giro debido a que se produjo un desplome.

Continuamos el corredor y llegamos a una cámara con cuatro columnas, en la que están las imágenes mejor conservadas. Mientras que las paredes cuentan con partes del Libro de las Puertas, en las caras de los cuatro pilares aparece Ramsés III haciendo ofrendas a varios dioses masculinos, mientras que en la sala anexa se continúa con la temática del Libro de las Puertas.

Seguimos bajando por el corredor, donde se hayan representaciones del ritual de la apertura de la boca del difunto faraón, hasta alcanzar la cámara sepulcral. La cámara es en sí espectacular, con un total de 8 columnas que la sustentan. Las paredes están decoradas con el libro de la tierra y el libro de las puertas, mientras que las columnas están decoradas con representaciones de Dioses.





A las cámaras posteriores no se puede acceder, pues como en otras tumbas está limitado el paso. 

Si tienes tiempo para "perder" en una tumba, esta es la tumba... aquí cada rincón tiene algo especial, y no se tiene sensación de claustrofobia por lo que se puede disfrutar gratamente.

Si quieres ver como es por dentro, aquí te dejo un breve vídeo:





Unas vez visitamos las tres tumbas ponemos rumbo al barco nuevamente, nos esperan para comer y poner rumbo a Hurghada, nuestra próxima etapa del viaje, no sin antes echar una última mirada atrás observar la montaña en forma de pirámide que domina todo el valle.








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