OPCIONES

martes, 6 de septiembre de 2016

ACANTILADOS DE ETRETAT

LOS ACANTILADOS DE ETRETAT


Un lugar que sin duda no debes dejar de visitar si viajas a la Alta Normandía, es la localidad de ETRETAT. No porque sea un pueblo pintoresco, ya que prácticamente fue destruido por los alemanes durante la II Guerra Mundial para preparar el Muro del Atlántico, sino por los maravillosos acantilados calcáreos que puedes contemplar. 

Además del paseo por los acantilados podrás disfrutar de un buen día de playa, pasear por su paseo marítimo y tomarte un café disfrutando de las vistas.

Etretat

ETRETAT está situado en el Norte de Normandía, en la llamada Costa de Alabastro, a unos 90 kms de Rouen,  y a unos 200 kms de París. Si sales de Rouen, tardarás poco mas de una hora en llegar. Lo primero que te darás cuenta al llegar a Etretat es que es difícil aparcar cerca de la playa. Así que tienes dos opciones, aparcar en unos aparcamientos habilitados fuera del pueblo y que están a unos 20 minutos andando de la playa o aventurarte a entrar en el centro para encontrar el ansiado aparcamiento. Nosotros tuvimos suerte y pudimos aparcar a unos cinco minutos de la playa. 

Cuando llegas a la playa, te quedarás boquiabierto de la hermosura del lugar, aunque rápidamente te das cuenta que siendo una playa, es raro que no haya casas apropiándose del paisaje. Este hecho tiene una explicación.


Antes de la Segunda Guerra Mundial, toda la zona de la playa estaba llena de casas típicas, pero fueron derribadas por el Mariscal Rommel durante la II Guerra Mundial para construir parte del Muro del Atlántico, una batería defensiva destinada a impedir que los aliados desembarcaran en Francia. Se conservan la Iglesia de Nuestra Señora, una pequeña capilla en lo alto del acantilado de Falaise de Amont llamada Notre Dame de la Garde y alguna casa con entramado de madera en la plaza que encontraréis antes de llegar a la playa.




La playa que es una playa muy amplia, y está limitada a ambos lados por acantilados, no tiene arena sino una especie de cantos o rodillos muy pulidos. 

Está en Verano llena de gente, y podrás encontrar numerosas cafeterías, restaurantes, y actividades acuáticas. 

Ya desde el mismo paseo marítimo puedes observar la dimensión y belleza de los acantilados que vamos a ver.



Los acantilados de Etretat se componen de capas de piedra caliza y pedernal , lo que explica la presencia de piedras en la playa . De hecho , tras el colapso de los acantilados , piedra caliza y pedernal estuvieron en contacto con el agua de mar que disolvió la piedra caliza y la acción de las olas pulieron las piedra para hacer los cantos o rodillos. Los cantos están protegidos y no se pueden recoger.


Así que tras dar un paseo por nos decidimos a comenzar la ruta para ver los acantilados. Aviso antes que nada que no es una ruta para personas con problemas de movilidad y con vértigo. Encontraréis cuestas, escaleras, y sobre todo, mucha altura...



La ruta comienza por Oeste (izquierda), para ver el denominado Falaise de Aval. Lo primero que veréis es los restos de los bunkers que construyeron los alemanes durante a guerra, tras éstos una enorme escalera, que da lugar a un sendero por donde comenzaréis vuestro ascenso. 


Lo primero que encontraréis serán un acantilado con un par de nichos en forma de promontorios. Estamos encima mismo del Falaise de Aval.




Desde estos acantilados puedes contemplar la playa desde una gran altura, y si no tienes vértigo pasear por un pequeño puente desde donde puedes asomarte y contemplar la pequeña cala escondida, y que debe tener muy difícil acceso.









Y tras otra cuestecilla, uno de los sitios inolvidables El Falise de Aval con la famosa "aiguille" o "aguja". En realidad, es un gran acantilado con un gran arco (Pont de Aval) que se adentra en el mar y una gran roca que sale del mismo "aiguille".

Pont de Aval


Aiguille



Todos nos preguntaríamos como puede haber quedado esa gran roca en medio del mar cuando el acantilado queda a decenas de metros. Seguro que todos pensamos en que ha sido la erosión del mar, pero no es así.

La existencia de la "aiguille" se debe a la existencia hace miles de años de un río costero paralelo a la playa cuya acción incidió en el acantilado. Conforme el acantilado perdió volumen quedó la "aguja", cuya composición de una piedra caliza más duro que impidió su disolución definitiva.



En cuanto a los arcos, ha sido la acción del mar la que ha provocado su existencia, y por tantos mar y rio han sido los causantes de esta maravilla de la naturaleza.

Seguimos caminando y nos dirigimos a otro de los puntos famosos del Falaise de Aval, el llamado Manneporte. Otro enorme acantilado y otro enorme arco que se adentra en el mar. Este arco es tan enorme, que según Víctor Hugo, un barco con sus velas extendidas podría navegar por debajo de él... algo exagerado este Víctor Hugo...


Manneporte




Tras el impresionante Manneporte, seguimos caminando por el sendero, para continuar hasta los últimos acantilados, estos aunque ya sin arco, no dejan de impresionar por su altura y por las desiertas playas a sus orillas. Este último conjunto es el llamado Pointe de la Courtine.







Pointe de la Courtine



Y comenzamos el camino de vuelta, unos 20 minutos al comienzo de la ruta, que nos ha llevado algo más de hora y media. Volvemos a la zona de la playa, y junto a los bunkers podemos ver diversas fotografías de como era Etretat antes de la II Guerra Mundial. Nos damos cuenta que prácticamente no queda nada. 

Calor hace mucho, y sin duda necesitas refrescarte ante de la subida al Falaise de Amont, la zona Este de Etretat. Cuando vemos la subida que nos espera, sopesamos si subir o no, pero como ya estábamos allí... nos decidimos, al fin y al cabo, sabe Dios cuando volveríamos a Etretat.




La subida no tiene desperdicio, agotadora, y más que subir un acantilado, nos parece que hemos subido el Everest. 

Una vez allí, vemos que ha merecido la pena tanto esfuerzo, las vistas de la playa con el Falaise de Aval son inolvidables.







Desde la cima se puede observar perfectamente el Falaise de Amont, dicen los lugareños que tiene forma de elefante que mete su trompa en e agua... Si te fijas bien, hasta puedes llegar a darle la razón.





Ya por último nos acercamos a ver la pequeña capilla de Notre Dame de la Garde, construida en 1856 por los marineros, quienes acarrearon en sus espaldas y en brazos los materiales destinados para la edificación. Fue destruida durante la Guerra, en Agosto de 1942, y se reconstruyó una vez acabada ésta.


Y con esto acabamos nuestra visita a ETRETAT, cansados de tantas cuesta, pero repletos de imágenes que no olvidaremos fácilmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario