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BERLIN: TERCER DIA

 BERLIN: TERCER DIA

Catedral Alemana
Nuestro tercer día en Berlín empieza por donde acabo el segundo, por la Gendarmenmarktplatz, donde encontramos tres edificios majestuosos, dos de ellos iguales, la catedral alemana y la catedral francesa y en su centro el Konzerthaus de Berlín, algo así como el Palacio de la Música.

Cualquiera de nosotros se preguntaría porque una catedral alemana y una francesa, e iguales... bueno en realidad no son catedrales y tiene un explicación histórica. Cuando en 1688 se planea la plaza, Federico I de Prusia había concedido a sus súbditos la libertad religiosa, es decir, podían ser luteranos, calvinistas, católicos etc... por el Edicto de Postdam.

Gendarmenmarkt y Catedral francesa






Concedió este lugar dentro de Berlín, para que las comunidades, tanto luteranas alemanas, como hugonotes francesa pudieran establecerse en un sitio de la ciudad, pues éstas habían tenido que huir de Francia. En ambos lados de la plaza ambas comunidades construyeron sus templos, uno los luteranos (Catedral Alemana) y otro los hugonotes (catedral francesa). Posteriormente se levantó en época de Federico II de Prusia, un teatro entre ambas iglesias, que con los años se transformó en el actual Konzarthaus.

Konzerthaus

Pero de donde viene el nombre de GendarmenMarkt, pues también tiene su historia... En sus comienzos en la plaza había un mercado (Markt), pero también se instalaron las caballerizas de los coraceros reales, un cuerpo de caballería, conocido como Gens d'Armes, y de ahí ha derivado el nombre de GendarmenMarkt.

Universidad Humbolt desde BebelPlatz


Un poco más adelante llegamos a uno de los sitios simbólicos de Berlin, la Bebelplatz, el lugar donde el 10 de Mayo de 1933, el partido nacionalsocialista realizó la quema de libros. La Bebelplatz de se encuentra frente a la Universidad Humbolt, linda con la avenida Unter den Linden por un lado y con la catedral de Santa Eduvigis, la catedral católica más antigua de Berlín. 

Se da la circunstancia que los edificios de esta plaza siguen manteniendo la misma fachada que antes de 1943, se ha reconstruido fielmente, aunque sus interiores si han sido modificados, pero es de los pocos sitios de Berlín donde puedes transportarte a una imagen anterior a la Guerra.

Como decía antes el 10 de mayo de 1933, los nacionalsocialistas quemaron más de 20.000 libros en esta plaza. Eran de la opinión de que los volúmenes que seleccionaron "no tenían un espíritu alemán". Estos incluían libros de Erich Kästner, Mann, Magnus Hirschfeld, Karl Marx, Else Lasker-Schüler y casi 400 autores más.

Uno de los autores de libros que se quemaron fueron de Heinrich Heine que en su momento escribió una frase premonitoria... "Eso sólo fue un preludio, ahí en donde se queman libros, se terminan quemando también personas."

En la plaza encontrarás también unas placas en el suelo que dice en su lado derecho la siguiente frase "En medio de esta plaza estudiantes del partido nacionalsocialista quemaron el 10 de Mayo de 1933 la obra de cientos de escritores, periodistas, filósofos y librepensadores", mientras que en el lado izquierdo hace referencia a la frase antes comentada de Heine.


Lugar de la quema de libros



Volvemos a dar un paseo por Unter den Linden, aun quedan restos de la manifestación de ayer frente a la embajada rusa, y al haber menos gente podemos hacer alguna que otra foto por la Puerta de Brandemburgo con más tranquilidad.



 

Desde la Puerta de Brandenburgo andamos un rato hasta otro de los puntos simbólicos de Berlín, el "check point Charlie". Este famoso paso entre el Berlín oriental y el Berlín occidental estaba administrado por los Estados Unidos, y conectaba el lado soviético con el americano. Este punto solo podían atravesarlo, a empleados militares y de embajadas de los aliados, extranjeros, trabajadores de la delegación permanente de la RFA y funcionarios de la RDA.

En los alrededores hay una exposición con fotografias tamaño gigante de su historia, cuando se comenzó a construir, y cuando alcanzó el climax de la confrontación, cuando se posicionaron frente a frente tanques soviéticos y americanos y una pequeña chispa pudo encadenar un enfrentamiento.
De las huidas que se realizaron a través de este punto fronterizo, y de las instalaciones que originalmente había, solo quedan testimonios en el Museo del Muro del Check Pont Charlie, porque el punto de control original fue demolido el 22 de junio de 1990, y no fue hasta el año 2000, cuando se inauguró una reconstrucción de la primera caseta de control, idéntica salvo en los sacos de arena, que ahora están rellenos de cemento.

Topografía del Terror
Tras el Check Pont Charlie, y no muy lejos de allí se encuentra otro de los lugares que se debe visitar para conocer los acontecimientos que sucedieron durante la etapa del nacional socialismo en Alemania. La exposición se denomina la TOPOGRAFIA DEL TERROR, y es una retrospectiva desde los inicios de los años 30, hasta la terminación de la guerra mundial. Es un espacio abierto, con distintas fotos que van recorriendo año a año la política de exterminación del adversario por parte de los nazis, no es una exposición sobre el holocausto, sino más bien de índole social, como consiguieron implantar una ideología xenófoba a las masas, eliminando paulatinamente con métodos violentos a cualquier oposición que pudiera cuestionarles. Es una exposición gratuita y es interesante para todos aquellos que no han tratado con profundidad la historia del nacionalsocialismo.

Muy cerca de allí encontramos la Postdamer Platz, una zona comercial, donde destaca  el Centro Sony, con tiendas y apartamentos. Esta Plaza tuvo su auge comercial antes de la II Guerra Mundial, donde además de comercios, había residencias, hoteles etc... tal era su dinamismo comercial que fue donde se instalo el primer semáforo de Europa. Pero lo bueno no dura eternamente y debido a los bombardeos aliados, la plaza quedó completamente destruida en 1943, y al quedar tras la guerra en la frontera entre el lado soviético y el estadounidense, no llegó a reconstruirse. Solo tras la reunificación alemana, se decidió emprender su reconstrucción si bien en un estilo mucho más vanguardista. Como curiosidad, fíjate en los adoquines del suelo, aun está marcado por donde pasaba el Muro de Berlín

Volvemos sobre nuestros pasos, y ahora nos dirigimos hacia la Alexander, hemos aprovechado la tarde para coger un free tour por el Barrio Judío de Berlín. 

Como quiera que tenemos tiempo, pasamos antes por Nikolaiviertel, la zona residencial más antigua de Berlín. Esta zona, era parte de la zona comercial de la cuidad, y estaba repleta de artesanos y comerciantes. Durante la II Guerra Mundial fue completamente destruida, y no se reconstruyó hasta el 750 aniversario del origen de la ciudad, cuando se intentó reconstruir fielmente las cales, casas, fondas y tiendas de este barrio. Entre los atractivos más importantes figuran, junto a la Iglesia de san Nicolás, Nikolaikirche, el Ephraimpalais, una obra maestra de la arquitectura berlinesa de palacios del s. XVIII. Igualmente bella es la construcción barroca de la Knoblauchhaus (1760), cuyas salas, llenas de valiosos muebles, ofrecen una mirada en el mundo de la alta burguesía. 

La Nikolaikirche, data del siglo XIV, y es una de las Iglesias más antiguas de Alemania pues tiene más de 800 años. Inicialmente fue una iglesia románica que se transformó en la actual iglesias gótica. Fue muy dañada en la II Guerra Mundial, quedando en ruinas, pero afortunadamente a mediados de los años 80, se restauró y actualmente es un museo, donde se exponen Obras de arte, sepulcros, mobiliario litúrgico y así como recorridos temáticos sobre la historia de la propia Iglesia y de la ciudad de Berlín visitante la historia de la iglesia y los principios de la ciudad de Berlín





Volvemos hacia Alexander Platz como decíamos para hacer el tour del barrio judío de Berlín y nos citamos frente al Ayuntamiento, junto a la Fuente de Neptuno. Como llegamos con tiempo aprovechamos para ver la plaza, su fuente y entrar en la iglesia de Santa María, St Mierienkirche. Por cierto que las vistas de la Torre de la televisión desde el Ayuntamiento son sensacionales.


La Iglesia de Santa María es una de las mas antiguas de Berlín, pues hay testimonios de la iglesia desde el siglo XIII. Fue iglesia católica hasta el siglo XVI cuando se convirtió en iglesia luterana.


El edificio de la iglesia es una iglesia de salón, es decir que sus tres naves tienen la misma altura. Además del coro de una sola nave con bóveda estrellada muy bien conservada , cuenta con una cripta con capilla -cripta de dos plantas . La nave tiene pilares octogonales y agrupados cuyos capiteles no presentan ornamentación. Está salvado por una bóveda de crucería y red.

Dentro de la iglesia yo destacaría dos elementos, el primero es el altar mayor de estilo barroco. De tamaño monumental, separa el polígono del resto del coro para que pueda ser utilizado como sacristía. El altar está decorado con tres pinturas enmarcadas por columnas . A la izquierda está la oración de Jesús en el Monte de los Olivos, a la derecha la escena de Tomás poniendo sus dedos en la herida del costado de Cristo y sobre la zona central el Descendimiento de la Cruz.

Destaca también el púlpito de alabastro. El canasto del púlpito, que parece flotar entre dos ángeles. Entre ellos el predicador puede subir al púlpito. La cubierta del púlpito en forma de dosel está adornada con un halo de numerosos ángeles que adoran las Sagradas Escrituras.




 


Justo a la salida y frente al Ayuntamiento se encuentra la Fuente de Neptuno, construida a finales del siglo XIX para la plaza del Palacio Real. 

Durante la batalla de Berlín, al final de la Segunda Guerra Mundial, las figuras de las estatuas sufrieron graves daños, a lo que unido a la demolición de lo que quedaba del Palacio Real por el régimen de la RDA en 1951, hizo que la fuente fuese desmontada y almacenada. No fue hasta 1969, cuando se restauraron las figuras, y se instalaron en su lugar actual.

Empezamos ya nuestro Free-Tour por el Barrio Judío de Berlín. El barrio judío de Berlín se sitúa más allá de la Isla de los museos, alrededor de las calles Rosenthalerstrasse y la Grosse Hamburger strasse. No es que la ruta esté mal, es entretenida, pero no tiene nada que ver con el barrio judío de Praga, por poner un ejemplo. Hay que tener en cuenta que gran parte de los edificios fueron destruidos durante la guerra, por loq ue quedan son referencias de lo que pasó en algunos sitios, o un poco de readaptación de los lugares a la vida actual. 

Como quiera que partimos de Alexader Platz, el primer sitio donde paramos es en Rosenstrasse y en su memorial. El memorial está situado en el lugar que ocupaba una antigua sinagoga destruida durante la II Guerra Mundial. Guarda la memoria de las mujeres que en 1943, protestaron contra la detención de judíos por parte de las SS y la Gestapo. Dentro de este grupo de detenidos, unos 8.000, había casi 2.000 judíos que constituían matrimonios mixtos con estas mujeres. Estas mujeres, protestaron durante más de una semana hasta poner en jaque al gobierno, pues en todo momento fue pacífica y progresivamente fue contando con mayor apoyo. Finalmente, los prisioneros fueron liberados y pudieron volver a casa.

El monumento contiene distintos grupos de personas mirando hacia lugares diferentes, distintos a la zona central del memorial,. y con esto se quiere indicar la indiferencia mostrada por muchos alemanes con la deportación de los judíos, pues simplemente se limitaban a mirar hacia otro lado.

El barrio judío de Berlín como tal no existe, se encuentra ya enclavado dentro de Spandau, pero aún se conservan elementos de lo que era el barrio hebreo.

  
En primer lugar donde entramos es en una bocacalle de Roshentalersetrasse, 39, donde hay bares muy alterativos, como el Monsterkabinet, o galerías de arte. También y probablemente es lo más significativo se encuentra en esta calle el Museo de Otto Weidt, que fue el dueño de un taller en Berlín para ciegos y sordos y que durante la Guerra, salvó salvó a sus empleados judíos de ser deportados y asesinados, y que finalmente fue reconocido como Justo entre las Naciones, título que otorga Israel a todos aquellos que evitaron la deportación y eliminación de judíos.


Tras dar una vuelta por allí nos vamos hacia Hackesche , que es una red de ocho patios muy famosos en Berlín por estar llenos de tiendas, galerías y restaurantes. Se entra por la Rosenthalerstrasse nº 40, que es donde se haya su entrada principal. El atractivo que tiene esta red de patios es que cada uno de los ocho patios tiene un nombre, y está dedicado a un sector específico del comercio o la cultura.

Los ocho patios son los siguientes:

  • Eldellscher Hof, nombrado así en honor al arquitecto que diseñó su famosa decoración modernista. Este patio también es famoso pues aquí se encuentran el Chamaleon Theatre.
  • Theaterhof, aquí e han instalado varios estudios de arquitectura y galerías fotográfica
  • Kunsthof, o patio de la artes, da cabida a otras galerías y particularmente a KPM Berlín. la fábrica de porcelanas más antigua de la ciudad, con más de 200 años de existencia.
  • Brunnenhof, alterna algunas tiendas de moda con interesantes lugares de la tradición berlinesa, como Aseli, una confitería famosa por su dulce de caramelo blanco en forma de ratón
  • Kastanienhof, con un gran castaño en medio del patio tiene algo de oasis dentro de la ciudad, por lo que es muy agradable para sentarse a tomar un cafe
  • Sophienhof, donde está la fábrica de cerámicas Golem
  • Handwerkerhof, con tiendas de músicos y artistas
  • Mode & design hof, con tiendas de diseño alternativos.

 


Muy cerca de los Patios, tras recorrer varias callejuelas, y pasar por un local llamado Sasha Waltz, famoso por sus sesiones de baile, llegamos a la Nueva Sinagoga de Berlín, en Oranienburgstrasse que no podemos visitar pero si observar desde la calle. Fue construida a mediados del siglo XIX e inaugurada por Otto Von Bismark. La Sinagoga, que antes de la guerra era la más grande de Alemania, con capacidad para más de 3.000 personas, pue incendiada durante la noche de los cristales rotos. Si bien no fue totalmente destruida, porque al ser el resto de edificios de los alrededores de madera, el riesgo de extensión del incendio hizo que fuese apagado y no se dejase consumir pasto de las llamas. En cualquier caso fue muy dañada y el edificio que vemos hoy solo se ha reconstruido parcialmente.

Llama mucho la atención una placa de mármol, cyyo fin es evitar el olvido de la historia y cuya traducción dice:



Esta sinagoga tiene 100 años y fue incendiada el 9 de noviembre de 1938 por los nazis en la KRISTALLNACHT(Noche de los Cristales Rotos)

Durante la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 fue destruida en 1943 durante un bombardeo.

La fachada de esta casa de Dios ha de ser para siempre un lugar de advertencia y permanecer en la memoria

JAMÁS LO OLVIDÉIS

Comunidad Judía de Gran Berlín
El Directorio



Acabamos ya nuestra ruta por el lugar donde estaba el Antiguo Cementerio Judío de Berlín. Este antiguo cementerio data de finales del siglo XVII, y en el estuvieron enterrados muchas personalidades judías, hasta que se fueron abriendo otros cementerios, dado que este había quedado dentro de la ciudad y se prohibieron los enterramientos en áreas residenciales. Aún así no quedó en abandonado el lugar, ya que a medidos del siglo XIX se edifició junto al cementerio una residencia de ancianos para judíos. Durante la época nazi, la Gestapo utilizó la residencia de ancianos como centro de detención para cerca de 55 000 habitantes judíos y se destruyó junto con el cementerio en 1943. A lo largo del cementerio se excavó una zanja, se sacaron los huesos de los difuntos del suelo y se destruyeron las lápidas. En abril de 1945, los 2427 soldados y civiles muertos en las peleas callejeras se enterraron en el cementerio. En 1948, el cementerio volvió a la comunidad judía. Una parte del terreno se convirtió en un parque público en los años 70. En el lugar donde se destruyó la residencia de ancianos se instaló la escultura "Víctimas judías del fascismo" de Will Lammert, junto a una lápida conmemorativa.


Y aquí acaba la ruta, el guía nos recomendó un pub cercano donde podías probar hasta 8 clases de cerveza, además de comer, y allí fuimos, se llama Das Lemke, y la verdad es que merece la pena, tanto si queréis cenar formalmente, como si os apetece unas cervezas y el famoso flammkuchen, una especie de pizza, pero sin tomate, típicamente alemana.













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