Segundo día
Museo Británico, Candem Town y Picadilly Circus
Museo Británico
Amanece el segundo día y nos dirigimos directamente al Museo Británico, que abre a las 10 de la mañana y es de entrada gratuita. Para llegar allí puedes coger el autobus o el metro hacia la parada de Rusell Square, llegar es fácil y no tiene pérdida.
El Museo Británico, es a mi enteder junto con la National gallery (pintura) y el Museo de Ciencias naturales, los tres museos imprescindibles de Londres.
El museo se creo en 1753 con otivo de la donación de una colección privada y poco a poco fue aumentando sus fondos hasta ser uno de los mas importantes del mundo. Tiene objetos de todas las cultras y continenetes, fruto en muchos de los casos, de ls expolios que realizó el ejercito británico durante la epoca del imperio. Muchos de estos articulos, como por ejemplo los murales del Partenon, han sido reclamados por sus paises de origen, encontrando siempre la negativa del gobierno britanico.
Mi consejo es que escojas un recorrido recomendado, el mío fue uno especialmente indicado para niños de unas tres horas, en el que recorrías zonas de escultura egipcia, con la famosa piedra Rosetta, escultura sumergía, persa y griega, la zona de mesoamerica, la zona de relojes, y especialmente por lo llamativo que es para los crios, la zona de las momias faraónicas.
El Museo, tiene varios bares y restaurantes en su interior, por lo q use puedes hacer cuantas paradas quieras, además de muchas tiendas con artículos que solo encontraras en el museo, eso sí, a precios elevados...como corresponde a un museo.
En definitiva, el Museo Británico es uno de los lugares imprescindibles en tu visita a Londres, pero tómatelo con calma, o en vez de divertido e interesante, se puede convertir en un suplicio, especialmente si viajas con niños.
Mercado de Candem Town:
Tras la visita al Museo británico nos dirigimos a un lugar diferente, un sitio completamente alternativo, pero a la vez claro ejemplo de la multiculturalidad de Londres, el mercado de Candem town.
Para llegar es fácil, coge el metro hasta la parada de Candem Town, una vez salgas de la boca del metro no tiene pérdida, ya que saldrás a la calle Candem High Street y la propia gente te llevará en el sentido del mercado.


Realmente es enorme y muy curioso. Sin duda una de las cosas que mas impresionan es su zona central dedicada a la gastronomía, donde encontraras comida de todos los países y cuando digo todos es todos... griego, polaco, español, chino, chileno, peruano, vietnamita... en fin, una pequeña ONU gastronómica a precios muy asequibles.
Mi consejo es que vayas justo antes de nuestra hora de comer, vamos a eso de las 14 horas... así puedes aprovechar la mañana en el museo británico, aprovechar para comer en Candem Town y echar la tarde (cierran las tiendas a eso de las 18 horas) y poder volver luego hacia el centro de Londres.
- Camdem Stables Market: Es el más grande de todos los mercados, con casi 500 puestos. Se llama asi porque se instalaron en unas antiguas caballerizas, de hecho encontraréis dentro muchas estatuas recordando al antiguo uso del mercado. No podéis dejar de visitar una tienda llamada CYBORG, llena de ropa futurista, iluminada por luces de neón, y con música a toda voz, que te hace pensar que estas comprando en medio de una discoteca.

- Camden Lock Market: Justo por debajo del Stables Market y siguiendo el lado derecho de la calle, a la orilla del Regents Canal, tenemos Camden Lock Market, el mercado de artesanía original de la década de 1970 que ahora vende una amplia gama de productos. El mercado tiene dos áreas diferenciadas, una parte cubierta (Market Hall) y un gran patio abierto.
- Camdem Lock Village: También a la orilla del canal, pero en el lado izquierdo de Chalk Farm Road, el mercado Camden Lock Village fue destruido por un incendio en 2008 y reconstruido totalmente años más tarde. Aquí es donde encontraréis los puestos de comida para comer al aire libre.
- Camdem Buck Street Market: Aquí encontramos más de doscientos puestos en los que se vende ropa alternativa, camisetas y accesorios. Es muy reconocible por un gran letrero que reza Camden Market, cuando nosotros fuimos estaba la zona cerrada por obras, seguramente están reformandolo porque otra de las veces que estuve alli no era el mejor ni el de mejor ambiente
- Inverness Street Market: originalmente era un mercado de frutas y verduras. Actualmente mantiene algunos puestos de comestibles, bares, restaurantes y varias tiendas. Es bastante pequeño y sobre todo puedes degustarte una cerveza o copa en un ambiente alternativo.
Picadilly Circus:
Para finalizar el día nos dirigimos a la zona de Picadilly. Para ello toamos el metro desde Candem town a la estaciónd de oxford Street, paseamos un rato por una de las calles más comerciales de Londres, repleta de tiendas, aunque debido a la internacionalización de los mercados, la verdad es que en todos sitios encuentras lo mismo, las mismas grandes cadenas comerciales con básicamente los mismos productos.
Tras dejar Oxford Street, caminamos por Regent Street, una calle llena de edificios victorianos emblemáticos, y donde tuvimos una parada especial en Hamleys, una tienda de juguetes en la que merece la pena echar un buen rato.
No es una simple tienda de juguetes, sus cinco plantas están amenizadas por sus dependientes haciendo demostraciones de muchos de los juguetes que allí venden, aviones, drones, trucos de magia,.. Un entretenimiento para niños y mayores y donde irremediablemente terminas comprando algo para tus hijos... Puedes intentar no comprar, pero al final con algo caerás.
Tras visitar Hamleys, es hora de cenar, justo en las calles paralelas a Regent street podrás encontrar varios Pubs, donde degustar las famosas Fish and chips, hamburguesas caseras, o la sopa del día. Todos los pubs tienen una planta superior a modo de restaurante donde puedes comer o cenar tranquilamente y saborear una buena pinta de cerveza, que sin duda después del agotador día, te lo mereces.
La fuente conocida popularmente como de Eros (en realidad es su hermano gemelo Anteros), es un monumento conmemorativo construido en 1893 en honor a los trabajos filantrópicos del Séptimo Conde de Shaftesbury, un político muy comprometido con los trabajadores de fábricas y mineros de la época y con el bienestar de los niños; el pequeño personaje que lo corona, el Ángel de la Caridad Cristiana, está hecho de aluminio y causó un poco de controversia en aquellos tiempos debido a su desnudez.
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