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domingo, 13 de mayo de 2018

ISLANDIA: CIRCULO DE ORO



ISLANDIA: EL CIRCULO DE ORO

 REYKIAVIK, PARQUE NACIONAL DE THINGVELLIR, OXARARFOSS, GEYSIR, GULLFOSS, CATEDRAL DE SKALHOLT, CRATER DE KERID Y HJALPARFOSS


Con el nombre de Circulo de Oro (Golden Circle) se conoce a la zona donde se agrupan los tres de los sitios naturales más visitados y más conocidos de Islandia. Se trata del parque nacional de Thingvellir, el valle Haukdalur conocido por los geisers y la cascada de Gullfoss. A esta zona, conocida y visitada por todos los turistas que aterrizan en Reikiavik, añadimos tres lugares para completar nuestro primer día en Islandia, la catedral más antigua de Islandia, un cráter y una maravillosa cascada (Hjalparfoss).


Nos ponemos muy temprano en marcha en el que es nuestro primer día de viaje, aunque es una tónica que vamos a mantener durante el viaje. Como llegamos muy tarde la noche anterior cogimos un hotel junto al aeropuerto, el Kef Guesthouse en Graenasveburg, con una buena relación calidad precio, habitación privada con baño compartido, muy limpio y confortable y con un desayuno bastante aceptable y disponible desde muy temprano.

Nuestra idea era levantarnos temprano para ir a supermercado BONUS (imprescindible por su precio en todo viaje a Islandia) y posteriormente, una vez cargados de provisiones dirigirnos a hacer las visitas programadas ese día. Pero a pesar de que estábamos preparados a las 8 de la mañana, resultó que los supermercados no abrían hasta las 10, por lo que aprovechamos para dirigirnos a Reykiavik y ver algo de la ciudad.

REYKJAVIK

Teníamos muy claro por lo que habíamos leído, que la capital islandesa merecía una rápida visita, pero eso sí rápida... así que pensamos que si aprovechábamos un par de horas esa mañana en Reykiavik, podríamos ahorrar una mañana entera para otra cosa el ultimo día de nuestro programado viaje.





Pues dicho y hecho nos pusimos en marcha hacia Reykiavik, en unos treinta minutos estábamos ya junto a la famosa catedral islandesa, la Hallgrímskirkja. Llegar es sumamente fácil porque incluso se ve desde la distancia, pues las casas alrededor son bajas y el campanario se alza entre ellas. Si vas temprano hay aparcamiento junto a la iglesia, si vas mas tarde debes buscar en las calles aledañas, donde funciona la zona azul de pago.


La Hallgrímskirkja se empezó a construir en 1945 en homenaje al compositor de salmos e himnos más famoso de Islandia: Hallgrímur Pétursson. Está construida sobre un montículo y mide unos 73 metros de altura, siendo el edificio más alto de toda Islandia.


Es una iglesia luterana, religión mayoritaria en Islandia, por lo que su interior como veremos es bastante austero, aunque no por ello ausente de harmoniosidad y belleza. Aunque a lo largo de nuestro viaje vimos varias iglesias modernas, sin duda esta es la que más llama la atención pues parecen dos escaleras paralelas que se alzan hasta el cielo. Dicen que el arquitecto se inspiro en la catarata Svartifoss, la famosa catarata de basalto para su diseño. 



Cuando llegamos, a eso de las 8 y media, aunque era temprano ya estaba abierta. Su entrada es gratuita, aunque si quieres subir a la torre puedes hacerlo previo pago de unas 900 coronas. 

Nosotros no subimos, nos limitamos a visitarla por el interior y  alrededores.








El interior es sencillo, armónico y sumamente sobrio. Grandes ventanales que ocupan las paredes laterales del crucero, iluminan todo el templo, y un gran órgano es el único elemento que destaca sobre el resto.



En el exterior de la iglesia destaca una gran estatua de casi tres metros de altura de Leifur Eiriksson (Leifur el Afortunado), hijo de Erik el vikingo. Fue el descubridor de América del norte en el año 1001 y se convirtió al cristianismo. Llegó a cla peninsula del Labrador 500 años antes que Cristobal Colón. Esta estatura fue un regalo de los EEUU para conmemorar los 1000 años del Alþingi, el parlamento más antiguo de Europa 




Desde la catedral, bajamos por la calle Frakkastigur hasta otra famosa obra de arte de la capital islandesa, el famoso Sun Voyayer , el Viajero del Sol.

Sun Voyager
El Sun Voyager, llamado en islandes Solfarid, es una gran escultura de acero que se encuentra en la avenida Saebraut, cerca del centro de Reykjavik.

Sun Voyager

La escultura es una oda al sol y aunque todos los que lo hemos visitado pensamos que es la representación de un barco vikingo, por lo visto no es así. Por lo visto el escultor no quería representar esto, sino un recipiente de sueños. Sea lo que quiera representar, lo bonito además de la propia escultura es el entorno, con la bahía de Faxafloi y las altas montañas nevadas al fondo.


Se acercan las diez, y dejamos el Sun Voyager para irnos hacia el Bonus a hacer la compra. En Reykiavik hay muchos supermercados de esta cadena económica, aunque lo de económico es un decir.



PARQUE NACIONAL THINGVELLIR


Dejamos Reykiavik y nos dirigimos hacia el norte, a una media hora por carretera se encuentra el Parque nacional de Thingvellir, el más antiguo de toda Islandia y el más importante desde un punto de vista histórico de la isla. 



El valle de Thingvellir es en realidad una abertura en la dorsal atlántica por donde surgió la propia Isla de Islandia. La dorsal atlántica separa las placas tectónicas de Norteamérica y de Eurasia, y provoca que ambos continentes se separen a razón de un metro anual, metro que hace crecer a la isla cada año.


  
Logberg

En el parque hay numerosas fracturas que marcan esta dorsal atlántica y que podremos visitar. Desde un punto de vista histórico, Thingvellir es importante porque fue en en este lugar, concretamente en la roca llamada Logberg o roca de la ley, donde se reunía históricamente el parlamento islandés, llamado Alpingi.


Se dice que el parlamento islandés es el más antiguo del mundo, ya que se origina con la llegada de los primeros colonos a Islandia, la familia del primer colono, Ingolf Arnarson, decide que la mejor forma para organizar a todos los colonos, y escuchar sus opiniones es por medio de una asamblea. La primera vez que se reúne este parlamento junto a la roca del rey es en el año 930 y es también aquí donde más de 1100 años más tarde (1944) se declara la independencia de Dinamarca.


   
Almannagja


La visita al Parque es gratuita, y llegar es muy fácil porque está claramente indicado. Para recorrer el parque necesitarás unas dos horas, y tienen un recorrido marcado por un sendero que facilita mucho la visita. En la entrada al parque encontramos el centro de visitantes junto a un gran aparcamiento de pago. Desde el centro de visitantes hay un mirador, llamado Mirador Hakid, donde se aprecia toda la magnitud del parque.


Las partes más importantes del Parque por orden de visita son: la fisura Almannagja, la roca de la ley o Logberg, la cascada de Oxararfoss, la fisura Flosagja, y la iglesia de Thigvellir.

  
Almannagja



Tras dejar el centro de visitantes, entramos en un sendero que atraviesa la fisura Almannagja de la que he hablado antes, y que atraviesa el parque más de 7 kilómetros y medio, con una profundidad de unos 40 metros. El sendero que atraviesa la  fisura esta incluso asfaltado aunque desde allí surgen distintos miradores. Si no tienes mapa no te preocupes no tiene pérdida, está tan bien marcado que no es necesario. 





   
Drekkingarhylur

El sendero continua durante unos treinta minutos, y pasaras por delante de un pequeño lago llamado Drekkingarhylur, Se dice que este sitio se usó para ahogar a mujeres acusadas de infanticidio, adulterio u otros delitos. Un poco más adelante hay un gran mirador con unas gradas, que identificaras fácilmente por el mástil con la bandera de Islandia. Este lugar es el Logberg, la roca de la ley, el lugar donde como dije antes se reunía el Parlamento de los colonos islandeses.


Seguimos avanzando sobre el sendero marcado, siguiendo las indicaciones hasta la cascada más famosa del parque, Öxararfoss. Una vez acabas el sendero, giras a la izquierda y comienzas a escuchar el ruido del tronar del agua al caer por la catarata.

Es la primera catarata que vimos en Islandia, y tal vez por eso, se recuerda con más nostalgia. El paisaje es rocoso, cubierto de nieve, y con parte de la catarata helada


Öxararfoss


Öxararfoss

El agua cae desde unos 20 metros de altura, y desemboca en un riachuelo que pasa por Drekkingarhylur. Hay opiniones sobre si la catarata Öxararfoss, es en realidad una catarata artificial creada por la mano del hombre, ya que se ha descubierto que el curso del río pasaba por otro lado, y se cree que fue la mano del hombre la que desvió el curso del rio para que el Alpingi tuviese agua cerca. La cascada lleva agua del río Öxara. Cuentan las leyendas que el nombre de este río proviene del hecho de que cuando los primeros colonos islandeses encontraron  el lugar, hallaron un río helado, cavaron un hoyo en el hielo y le pusieron un hacha para reclamar la tierra. La palabra Öxi significa "hacha" en islandés.

Flosagja
Tras la visita a la catarata, no volvemos por el mismo sitio, sino que giramos por un camino a la izquierda, desde un aparcamiento de coches. La idea es acercarnos a la fisura Flosagja y ver de cerca la iglesia de Thingvellir y las vistas del lago. Tras unos diez o quince minutos andando alcanzamos la fisura. Al contrario que la fisura Almannagja, esta se encuentra cubierta por un agua cristalina, donde se aprecian con claridad las monedas arrojadas por los turistas. En al año 2000 hubo un movimiento de placas tectónicas y el agua de Flosagja se volvió completamente turbia. 



Seguimos caminando y disfrutando de las vistas del lago. Desde este punto, las vistas de la fisura Almannagja y del Logberg son fantásticas, y justo a tu espalda la fisura Flosagja, y todo rodeado de montañas nevadas de más de mil metros de altura.






Tras un rato, llegamos a la iglesia, en Invierno está cerrada, por lo que pudimos verla por fuera, con su cementerio. La iglesia es del siglo XIX y está realizada en madera. Islandia asumió el cristianismo en el año mil, y en esta zona se construyó una  de las primeras iglesias de la isla. Junto a la iglesia se encuentra una granja, actual residencia de verano del primer ministro islandés.




Volvemos al centro de visitantes y nos dirigimos a otras de las atracciones del círculo de Oro, Geysir y Gullfoss. Nos esperan unos 35 minutos en coche de un paisaje rocoso y nevado hasta llegar al área de los famosos geisers.

GEYSIR


Geysir es un área geotérmica situada en el valle de Haukadalur, y es una de las atracciones estrellas del Círculo dorado.

No tendréis problemas para llegar porque está claramente indicada a lo largo de la carretera 37 si venís desde Thingvellir. Justo en frente hay un área de descanso con aparcamiento, restaurante, cafeterías y tiendas.

La extensión de esta área es de unos 3 kms cuadrados y la temperatura de las fumarolas es de más de 100 grados por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de moverse, no dejando nunca los lugares habilitados para la visita.


El nombre de geiser, deriva de uno de los geisers que puedes encontrar en este lugar, el llamado Geysir, que le da nombre a todo el complejo. 


En realidad en este área hay hasta tres geisers activos, el mayor es el Gran Geysir, Strokkur, el más conocido por ser el más activo y un tercero llamado Konungshver. Hay además otras fumarolas repartidas por todo el campo pero de menor tamaño que aunque erupcionan pueden ser solo centímetros.



Geysir, era el más conocido y antiguamente lanzaba periódicamente agua a 120 metros de altura, aunque dejó de manar agua debido a las piedras y objetos arrojados por los turistas, y ahora lo hace muy de vez en cuando. Como curiosidad decir que entre el 17 y el 20 de junio de 2000, durante un terremoto, Geysir llegó a 122 metros durante 2 días, siendo considerado el géiser más alto en la actividad.



Gran Geysir




Konungshver es otro de los geisers que puedes encontrar, aunque este prácticamente no tiene movimiento, y lo que en realidad vez es una piscina con agua hirviendo, con gran cantidad de vapor de agua.



Sin duda, la estrella por su espectacularidad es el geiser de Strokkur. Rápidamente te darás cuenta cual es por la gran cantidad de turistas que se acumulan a su alrededor esperando que lance hacia el cielo un inmenso chorro de agua en estado gaseoso.

Y es que Strokkur es impresionante, un espectáculo inigualable, que se repite casi cada ocho minutos, aunque varía en la intensidad y la altura. La primera vez que se menciona a Strokkur fue en 1789, siendo la altura de la fumarola de casi 70 metros de altura. En el siglo XX un terremoto cerró el conducto del geiser y no fue hasta 1963 cuando las autoridades locales limpiaron el conducto y desbloquearon el geiser.
Contemplar Strokkur lanzando el agua a decenas de metros es algo que ves una y otra vez, te quedes ensimismado y absorto, por lo que quieras o no quieras el tiempo se te pasa irremediablemente sin darte cuenta.


 



Dejamos el área geotermal y volvemos a coger el coche para dirigirnos a otro de los imprescindibles del Circulo Dorado, la catarata de Gullfoss.


GULLFOSS



Panorámica de Gullfoss

En tan solo diez minutos llegamos a Gullfoss. Hay un aparcamiento justo en la entrada, junto a una tienda con baños y cafetería.

El sendero que nos lleva a la catarata está al pie  de la tienda y tras unos minutos se bifurca, un sendero desciende y el otro asciende. Al final de ambos senderos hay miradores que dan distintas perspectivas de esta gran catarata.

Gullfoss
Gullfoss, que se traduce como catarata dorada o cascada dorada en islandés, se encuentra en el sureste de Islandia, formando parte del cañón del río Hvítá. Este río nace en el lago Hvítávatn, alimentado por el glaciar Langjokull, el segundo más grande de Islandia

Gullfoss, fue de propiedad privada hasta mediados del siglo XX y aunque se planteó la posibilidad de aprovechar la caída de agua para producir energía eléctrica, la falta de capitales y la acción de una granjera local llamada Sigridur Tómasdóttir, hicieron que el gobierno islandés abandonara esta idea. Sigridur se convirtió en un símbolo nacional para la preservación de la naturaleza y en honor a su perseverancia tiene una estatua junto a la bifurcación del sendero de Gullfoss.


Tomamos en primer lugar el sendero hacia la parte inferior de la cascada, y bajamos unas largas escaleras desde ya se ve por primera vez la cascada.Desde aquí se ven las dos caídas de agua, la segunda oblicua a la primera. El salto de agua es de unos 32 metros pero al caer en un acantilado muy estrecho, hace que el ruido sea ensordecedor.








Volvemos tras un rato observando la cascada y nos dirigimos ahora hacia la zona superior del sendero, que es más impresionante aun. Desde aquí se puede apreciar claramente el doble salto de esta catarata y el gran volumen de agua desplazada. Como decía antes aquí se ve como la segunda cascada es oblicua a la primera y como las aguas se internan en el cañon de tal forma que parece que se adentran en la tierra.




Aún asombrados por la grandiosidad de Gullfoss nos ponemos en marcha. Aun nos quedaban cosas por ver en el circulo dorado y no queríamos que se nos echara la noche encima. Era hora de ir hacia Kerid, aunque antes haríamos una breve parada para ver la catedral de Skalhlot.

CATEDRAL DE SKALHOLT



Para llegar a Skalholt desde Gullfoss debes tomar la carretera 35 durante unos  40 minutos. Es una carretera asfaltada, por lo que no tendrás sobresaltos.




Skalholt fue el antiguo asentamiento de los obispos Islandeses, y fue el centro del poder, la cultura y la educación eclesiástica islandesa durante muchos siglos. Aquí se asentaron desde el año 1065 varios obispos católicos y tras la reforma del año 1540, se asentaron los obispos luteranos. En el año 1550 fueron decapitados aquí el ultimo obispo católico de Islandia, junto a sus dos hijos.







El exterior de la iglesia es de madera blanca, rematada por un gran campanario. Su interior, como todas las iglesias luteranas es bastante simple y austera. Destaca un mosaico central que se ilumina con la luz del sol gracias a los numerosos ventanales laterales y las vidrieras superiores.

Skalholt







Junto a la propia iglesia, se pueden visitar las ruinas de un conjunto de casas de distintos tamaños, y usos. Se encontraban aqui una escuela, la casa del obispo, oficinas y otros edificios auxiliares.

Junto a las ruinas existía un pasadizo, que conecta el exterior con los sótanos de la iglesia. Este túnel era usado como vía entre la iglesia y la escuela, pues en aquella época se asistía a misa hasta dos veces diarias, por lo que se evitaba tener que arroparse intensamente en épocas de invierno. También era importante en épocas de inestabilidad, como vía de escape o para acogerse a sagrado desde el exterior.

Nosotros usamos el túnel a la inversa, no para salir, sino para entrar en el sótano de la iglesia, donde se conservan algunos sarcófagos de obispos titulares de la diócesis. Entrar en el sótano de la iglesia cuesta unos 4 euros por persona, nosotros no pagamos porque entramos por error por el túnel, que era la salida.







En el exterior nuevamente, vemos un edificio junto a la iglesia que se usó como alojamiento durante el siglo XV mientras se construía una nueva iglesia. Después se usó como despensa y almacén de los diezmos de la iglesia.




Abandonamos Skalholt y seguimos nuestro camino, a pocos minutos nos espera el cráter de Kerid.

CRÁTER DE KERID

Llegamos al cráter de Kerid por la carretera 35 en tan solo 20 minutos. Es uno de los pocos sitios de pago que vas a encontrar dentro de las atracciones de Islandia, y ello se debe a que es de propiedad privada. Hay una caseta a la entrada y los billetes cuestan unos 4 euros al cambio.

Cráter de Kerid

Kerid  tiene una antigüedad de unos 3.000 años, lo que es aproximadamente la mitad de edad que la mayoría de las calderas volcánicas que se encuentran en Islandia,  es por esto por lo que su color es rojizo y no negro ceniza. Se trata de un cráter de derrumbamiento, es decir, se cree que tras la erupción, el volcán agotó su reserva de magma, lo que provocó que la base cayera sobre sí misma. 



Más tarde, el interior se llenó de agua, de ahí el "lago del cráter", la mayor o menor altura del cráter depende del nivel freático en ese momento. Cuando nosotros fuimos, el lago estaba helado por lo que no pudimos apreciar el contraste de colores intenso entre el color del agua y la tierra.

Kerið tiene aproximadamente 55 metros de profundidad, 170 metros de ancho y 270 metros de circunferencia, con poca vegetación en las laderas de la caldera. Tienes dos opciones, ver el cráter por el lado superior, a lo largo de un sendero que rodea el mismo, o decidirte a bajar hasta el nivel del lago, por un sendero que baja hasta su misma orilla. Ambas opciones merecen en mi opinión la pena.

Cráter de Kerid

Se hace tarde ya, pero preferimos intentar ir a la última catarata del día antes de irnos al Hotel, y aunque la tarde empieza a caer y la temperatura a disminuir, no todos los días se encuentra uno ante la posibilidad de maravillas como Hjalparfoss.

HJALPARFOSS

Volvemos sobre nuestros pasos camino de la llamada catarata gemela, "Hjalparfoss". Para ello hay que volver hasta Skalholt por la carretera 35, para posteriormente tomar la 32 hasta Hjalparfoss. Todas ellas son carreteras asfaltadas por lo que no hay problemas para recorrerlas.

El trayecto nos lleva unos 50 minutos  para recorrer unos 70 kilómetros y durante el trayecto podemos parar y ver los típicos caballos islandeses. La característica principal es su tamaño, levemente más altos que los ponies, son dóciles, robustos y aguantan las bajas temperaturas islandesas. En Islandia tienen un uso muy variado, se usan en las granjas, para rutas turísticas, para el deporte de equitación y especialmente, para uso alimenticio, porque en Islandia es común la carne de caballo.


Hjalparfoss es una cascada doble que se une en su base en una gran piscina que está rodeada de formaciones de lava escarpadas. Su nombre proviene del vocablo Hjalp que significa "ayuda", y es debido a que esta área era de descanso en las rutas interiores de la isla.


Hjalparfoss


Cuando se toma la bifurcación  a la derecha en la carretera 32, hay que continuar un par de kilómetros por una pista de tierra hasta que alcanzamos un aparcamiento al borde de las cataratas. No es una catarata muy alta, aunque si bastante caudalosa, pero llama mucho la atención por su doble caída, para unirse después en un lago semihelado. Aquí el frío era bastante intenso, y el viento fuerte y helado, por lo que no era extraño que pasáramos más de media hora en completa soledad mientras contemplábamos esta maravilla de catarata.

Hjalparfoss

Y esta visita fue la última del día, ponemos rumbo al Hotel que teníamos reservada esta noche, el Hótel Hvolsvöllur, limpio y aceptable, pero no fue de los mejores de los que nos alojamos en Islandia, sin embargo nos permitía ahorrar tiempo y avanzar de cara al recorrido del día siguiente.