OPCIONES

PETRA: EL TESORO

PETRA: EL TESORO



El Tesoro o Al Khazna, es con total seguridad el monumento emblemático de la ciudad de Petra. Sin duda lo más llamativo frente a otros monumentos de la antigüedad es la singularidad de estar tallado en la propia roca de la montaña. Entender el porqué de estas circunstancias está estrechamente unido a la idiosincrasia del pueblo que lo construyó, el pueblo nabateo.

Los nabateos eran una tribu árabe, que apareció por primera vez en la zona en el siglo VI aC concretamente en el desierto ubicado al este de Jordania, llegando desde el sureste de la Península Arábiga. Se establecieron primero en Petra y luego expandieron su territorio a Horan y Levante y finalmente anunciaron a Bosra como su capital.


Durante el siglo IV aC, los nabateos vivían como nómadas en tiendas de campaña, hablaban en árabe, odiaban el vino y no tenían ningún interés en la agricultura, pero en el siglo II se convirtieron en una sociedad organizada.

Durante el siglo III a.C. la zona entorno a la actual Jordania, era lugar de constantes luchas entre los Ptlomeos y los Seleúcidas, pero los Nabateos supieron mantenerse como pueblo independiente gracias a su capacidad de priorizar los intereses comerciales a cualquier otro tipo de ambición.

A pesar de esta independencia, las corrientes culturales fueron penetrando en la cultura nabatea, especialmente las influencias helenísticas, que se pueden ver perfectamente en monumentos como El Tesoro, el Teatro o el Monasterio. Posteriormente, alrededor del siglo I A.C. la influencia griega fue sustituida poco a poco por la influencia romana, poder emergente en el Mediterráneo, pero como culturalmente Roma fue heredera de los valores culturales griegos, arquitectónicamente no hizo más que enfatizar la deriva clásica nabatea.


Parte de la ciudad, como posteriormente veremos, tiene una herencia romana, pues finalmente el Imperio nabateo, incluyendo Petra, fue anexionado en el año 106.D.C. por el Imperio Romano, siendo rediseñada parte de la ciudad según los cánones romanos. 

Como he intentado explicar, gran parte de los monumentos que vais a ver, y en concreto y por empezar por el Tesoro, tienen este influencia helénica, aunque adaptada a las peculiaridades de las ubicaciones nabateas.

El Tesoro, también llamado Al Khazna, se nos aparece entre las estrecheces del Siq como un edificio enorme que incomprensiblemente se alza delante de tí, hasta una altura de casi 40 metros de altura, tallado en la roca de la montaña y adentrándose en ella en una variedad de habitaciones de uso incierto.




El monumento, de 39,1 metros de altura por 25,3 de ancho fue probablemente realizado por el Rey Aretas II en el siglo I A.C, siendo con gran probabilidad los ejecutores, artesanos helenos, que mezclaron la cultura imperante en aquella época con los gustos nabateos. La fachada tiene dos niveles, el inferior tiene 12 metros de altura y está decorada por seis columnas con capiteles corintios, que soportan un frontón. A ambos lados, entre las columnas más laterales se encuentran dos esculturas que se creen representaban a los hijos de Zeus, Castor y Polux. 

Al interior no se puede acceder, pues está vallado, aunque dentro hay una sala de unos 12 metros, con un hueco en el suelo, que se usaba para los rituales en honor a los dioses locales. 

En el segundo piso, hay tres glorietas, soportadas por columnas. Las laterales son cuadradas, mientras que la central es redonda y sobre esta una urna y la figura de un águila, representaba la deidad masculina nabatea.


Esta Urna, que en principio puede resultar intrascendente, es la gran responsable del porque este edificio se le llama el tesoro. Aunque se piensa que el edificio se pudo usar como Templo o tumba real, la verdad es que no se sabe con certeza, ya que fue saqueado en años posteriores al abandono de la ciudad por los nabateos, el hecho de que los beduinos de la zona pensaran que en la urna del edificio se guardaba un importante tesoro faraónico, hizo que el edificio tomase el nombre de El Tesoro. De hecho si observas bien, aun se pueden ver los restos de los disparos de éstos sobre la urna pensando en romperla y obtener su tesoro.




La versión de su uso como tumba vienen razonado en el hecho de que hace pocos años se descubrieron en los niveles subterráneos del monumento, tumbas y esqueletos de épocas nabateas.


Volviendo a hechos más mundanos, hay que decir que es la zona más visitada de la ciudad, alrededor de esta majestuosa fachada, van y vienen vendedores de baratijas, agua, alimentos, guías que te ofrecerán vistas increíbles a precios deshorbitantes y beduinos que te ofrecerán llevarte a través del Siq en un carromato tirados por cansados burros o en camellos que se adentran por la antigua ciudad nabatea

Si quieres ver el tesoro con mayor comodidad, sin las olas de turistas que van y vienen, mi consejo es que vayas muy temprano o a ultima hora de la tarde... es cuando mejores fotos podrás hacer y disfrutarlo como merece un sitio como este.










No hay comentarios:

Publicar un comentario