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SAN GIMIGNANO Y MONTERIGGIONI

 SAN GIMIGNANO

Tras dejar Volterra ponemos rumbo a otro de los imprescindibles de la Toscana, San Gimignano. Por el camino empezamos a disfrutar de las vistas que esperábamos de la Toscana, campos con suaves laderas donde el verde y el amarillo se funden con cipreses de fondos. Alrededor de as pequeñas aldeas por las que pasamos también nos cruzamos con explotaciones vinícolas y campos de vid. 

Cerca de San Gimignano, aparcamos como otros tantos coches, en un arcén para contemplar el pueblo desde la distancia. Ya desde aquí se observa perfectamente su skyline, con sus torres que dibujan una espectacular silueta.

Skyline de San Gimignano

San Gimignano tiene como casi todos los pueblos de la zona orígenes etruscos y durante la alta edad media fue dependiente de los Obispos de Volterra, hacia casi finales del siglo XII, cuando se convirtió en independiente. Durante siglo y medio floreció el comercio y la riqueza en San Gimignano, y gran parte de las 72 torres que llegaron a construirse son de esta época, ya que la situación del pueblo en plena vía Francígena, hacía que las rutas comerciales pasaran por aquí. Toda esta situación cambia cuando a mediados del siglo XIV llega a Italia la peste que provoca que en algunas áreas más del 50% de la población muera por esta enfermedad. San Gimignano no se recuperó nunca de este desastre, pasando a partir de la segunda mitad del siglo XIV a depender de Florencia y posteriormente, una vez que Florencia conquista Pisa, al Gran Ducado de Toscana.


Dejando atrás la historia y volviendo a nuestra visita, hay que decir que hay varios parkings en San Gimignano, todos ellos de pago,... nosotros aparcamos en el P3 que se sitúa en el norte de la ciudad y que es bastante amplio. 



Una vez dejamos el coche entramos por una de las entradas del recinto amurallado, cerca de la Porta San Jacopo. Bajando desde esta Puerta por la Via Folgore se alcanza un mirador, desde donde tienes unas buenas vistas de las torres que rodean la Piazza del Duomo, es el llamado Mirador del Bagolaro, un arbol enorme de más de 30 metros de alturas que da sombra al mirador.


Vistas desde el Mirador del Bagolaro

Seguimos caminando por la calle, y giramos a la derecha para visitar la Chiesa y Convento de San Agustín. La iglesia de San Agustín es la segunda mayor de San Gimignano, después de la colegiata,


Chiesa di San Agostino
Esta iglesia y su convento son de la orden de los agustinos, y se comenzaron a construir en el año 1280, terminándose 18 años más tarde.                 
Su construcción fue posible gracias a la aportación no solo de la orden agustina, sino del propio pueblo de San Gimignano que según las crónicas aportó más de 20.000 ladrillos... Su forma es austera, y combina elementos románicos y góticos. 


Altar Mayor


Su fachada principal solo tiene una puerta, que es bastante pequeña en relación al tamaño del muro, y una pequeña abertura a modo de ojo, que permite la entrada de la luz. Se accede por la puerta lateral de la iglesia, y como decía antes, el aspecto interior es muy sencillo, lo cual no le quita encanto. 
 
El templo solo tiene una nave principal, y adosados a los muros laterales se encuentran pequeños altares del siglo XV. En el ábside hay una capilla central donde se encuentra el altar mayor y dos capillas laterales a ambos lados. En la capilla del altar mayor, se encuentran las famosas "Historias de la vida de San Agustín", realizadas por Benozzo Gozzoli en el siglo XV y el retablo mayor con la Coronación de la Virgen, santos y ángeles músicos también del siglo XV. En las capillas laterales también encontramos frescos y tablas de comienzos del siglo XV de pintores florentinos.

En la zona central del ábside aun se conservan tumbas desconocidas de los antiguos abades del monasterio. En una de las esquinas de la iglesia hay una puerta por la que se accede al claustro del monasterio agustino.

  

Algunas escenas que nos deja la Toscana son irremplazables, como este FIAT 500 descapotable, a las puertas de la Iglesia de San Agostino.

Desde la Iglesia de San Agostino ponemos rumbo a la Piazza del Duomo, a través de a Vis San Mateo y ya comenzamos a ver un panorama de torres que se alzan sobre el cielo de San Gimignano.

Durante la Edad Media, cada familia aristocrática de San Gimignano construía una torre para demostrar su riqueza y poder, mientras más rica la familia más alta la torre. Durante el periodo de mayor prosperidad habían 72 torres en la ciudad, hoy día, solo quedan 16.

Torres dei Salvucci
La primera torre que vemos desde la Vía San Matteo es las Torres gemelas de los Salvucci. Estas torres pertenecieron a una de las familias más importante de la ciudad, los Salvucci , que se había enriquecido con el comercio y la usura, de hecho, fueron construidos con una apariencia imponente, para simbolizar la supremacía familiar sobre la ciudad. Las torres en el momento de su construcción, en el siglo XII, tenían mayor altura, pero tuvieron que reducir la misma, porque en 1255 entró en vigor un decreto que prohibía que cualquier torre fuera más alta que la Torre Rognosa, que medía 51 metros.

Torre Rognosa
El hecho de que sean dos las torres de la familia Salvucci, no es otra que los Salvucci eran acérrimos enemigos de la familia Ardighelli, que había construido otras dos torres al otro extremo de la plaza. En la actualidad, una de las torres está habilitada como hotel, y puedes alojarte en la misma por el módico precio de 500 euros la noches.

Entramos en la Piazza del Duomo, dejando a nuestras espaldas las Torres dei Salvicci. A nuestra derecha nos encontramos con el Duomo di San Gimignano, al frente el Palazzo Comunale con la Torre Grossa y a nuestra izquierda el Palazzo Vecchio y la Torre Rognosa.

Si empezamos por nuestra izquierda, lo primero que nos llama la atención es la Torre Rognosa, también conocida como la Torre del reloj o del Podestá. Es la segunda más alta de la ciudad, tras la Torre Grossa y es la mejor conservada. Fue construida en torno al año 1200 por la familia Gregori y Oti, y está construida en piedra con una base cuadrada.

El nombre de "Rognosa", que en español significa "sarnosa", deriva del hecho de que, tras la mudanza del alcalde, sirvió como cárcel, por lo que al alojar prisioneros con una condiciones de higiene pésimas, quedase con ese nombre. Como comenté antes, un estatuto de 1255, prohibía construir una torre más alta que la Rognosa, prohibición que saltaron tanto la familia Salvucci como la Ardinghelli, teniendo que rebajar ambas torres posteriormente.

Delante de la Torre Rognosa, se encuentra el Palazzo Vecchio del Podestá, construido en el siglo XII por primera vez, y reconstruido un par de veces en siglos posteriores. Fue el Palacio del gobernador de la ciudad hasta su posterior atraslado al nuevo palacio, pasando posteriormente por diversos usos, como un teatro en el siglo XVI.

Su fachada es de piedra y ladrillo, y destaca un gran arco que da acceso al vestíbulo. En el piso superior hay tres ventanas y con un remate de almenas.



Piazza del Duomo, con la Torre Rognosa (dcha) y las Torres Salvucci (izq) 

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Duomo de San Gimignano
Frente por frente del Palazzo Vecchio encontramos el Duomo de San Gimignano, que data del año 1056, aunque con diversas intervenciones y restauraciones durante la Edad Media. Esta construida sobre una zona elevada, con una escalinata que dan acceso a las entradas al templo. Su fachada es sobria, típicamente románica, con un rosetón central y dos portales bajo arcos de piedra.

Interior Duomo
El interior de la iglesia, está decorado por catorce columnas toscanas de piedra, diez de las cuales son redondas y cuatro octogonales. Las paredes de la iglesia están completamente cubiertas de maravillosos frescos que cuentan las historias del Nuevo y el Antiguo Testamento pintadas por famosos pintores de la escuela de Siena del siglo XIV. En el interior se conservan también las decoraciones policromas típicas de las iglesias medievales, como la magnífica bóveda de crucería pintada de azul y la zona interior de las arcadas que separan las naves, decoradas con un motivo de banda típico de toscana.



El último de los edificios significativos de la Piazza del Duomo, es el situado a la izquierda de esta última, el Palazzo Comunale. El palacio es del siglo XIII y fue sede del gobierno de la ciudad desde entonces. Actualmente es el muso de la ciudad. En su interior destacan los frescos repartidos por varias estancias, entre ella la Sal Dante, dedicada a este artista italiano, pues representó a la república florentina durante una embajada a San Gimignano.

En el Palazzo Comunale se situa también la Torre Grossa, la más grande de la ciudad, con 54 metros de altura. Se comenzó a construir en el año 1300, tras la visita antes comentada de Dante a la ciudad. Es visitable, si estas dispuesto a subir sus 218 escalones, aunque dicen, que las vistas merecen el esfuerzo.

Tras pasear por la impresionante Piazza del Duomo, llegamos a la Piazza della Cisterna. Esta plaza era el cruce de dos vía comerciales importantes, la vía Francígena y la Vía de Siena. Por ello, frente a la piazza del Duomo que tenía una función política, la piazza della Cisterna, tenía una función meramente comercial y festiva, pues donde se situaba el mercado y se celebraban las fiestas.


Torres de los Arghindelli

La plaza tiene forma triangular, y debe su nombre a una cisterna de uso público, construida en el 1287 y coronada por un pozo de travertino sobre un pedestal octogonal. 
Justo en una de las esquinas, tras entrar desde la Piazza del Duomo, se encuentra el arco de Becci, antigua puerta de la ciudad, que forma parte de la cinta amurallada original del siglo X. Otros edificios interesantes en la plaza son el Palazzo Razzi y el Palacio Tortoli-Treccani. Desde la plaza podemos ver, junto a la Torre Grossa, las Torres degli Arghindelli, y la Torre del Diavolo.

Las torres deglo Arghindelli, pertenecian a una familia muy poderosa de la ciudad, los Arghindelli, enemigos de la familia Salvucci, que dejaron también dos torres gemelas justo al otro extremos de la Piazza del Duomo. Las dos torres son muy difrenetes unas de otras, la derecha es más estrecha y tiene un aspecto más estrictamente medieval, mientras que la torre de la izquierda, tiene una mayor superficie, con ventanales de arco muy grandes.


Piazza della Cisterna y Torres de los Arghindelli

Torre del Diavolo


La Torre del Diavolo está situado en uno de los laterales de la Piazza, se llama así porque , según la leyenda, de la prodigiosa elevación de la torre en un solo día, aprovechando el viaje de su propietario fue considerada un artificio del diablo. 

A los pies de la torre, se situaba estaba el llamado "vicolo dell'Oro '", lugar donde se ubicaban las tiendas de batidores de oro , que reducían el metal precioso. en láminas muy finas martillando las monedas.


Torre della Cisterna y Torre Becci a la izquierda.


Via San Giovanni
Porta San Giovanni
Dejamos la Piazza della Cisterna y bajamos por la Via SAn Giovanni, en direccion a la Porta de San Giovanni. Es una calle estrecha, con cuesta donde se encuentran gran parte de las tiendas de souvenirs. Aqui puedes comprar lo que quieras, hay tiendas para todo. Al final de la misma se encuentra como he dicho antes la Porta San Giovanni, inaugurado en el siglo XVI por el Papa Gregorio XIII, y tenía una función decorativa más que una función defensiva.


Tras deambular un buen rato por San Gimignano, una de las localidades más bonitas de nuestro viaje, sinceramente un lugar probablemente irrepetible, volvemos hacia el parking, no sin antes hacer una foto cerca de la Fuente Medieval y antes de llegar a la Porta de San Jacobbo.






MONTERIGGIONI


Murallas de Monteriggioni
Una vez dejamos San Gimignano, volvemos a ponernos en carretera para llegar al pequeño pueblo de Monterigioni, otro de los puntos señalados en todas las guías de viaje.

Monterigioni se encuentra situado a una media hora de San Gimignano, y es realmente pequeño, entiendo que salvo que pares a comer o tomar algo, en media hora lo tienes visto. Hay un aparcamiento, de pago, justo antes de alcanzar la Porta Romana.


Piazza Roma
Lo primero que percibes de este pequeño enclave es que está situado encima de una colina, lo que le permitía en la Edad Media ser un punto con una visión estratégica, especialmente por su localización entre Siena y Florencia. La población fue independiente durante muchos años, siendo imposible para Florencia conquistarla, y cuando lo hizo, fue por la traición de unos de sus ciudadanos, expatriado florentino, que abrió las puertas de acceso a la ciudad, con la condicion de poder volver a Florencia.


Iglesia Románica
Su fortaleza residía en sus murallas, con una longitud total de alrededor de 570 metros fueron construidas entre 1213 y 1219, siguiendo los contornos naturales de la colina. Hay catorce torres de base cuadrada colocadas de manera equidistante, y dos puertas, conectando la calle principal ambas, una al norte y otra hacia el Sur.



Una vez atravesamos la puerta principal, la Porta Romana, llegamos a la Piazza Roma, donde además de un par de restaurantes, hay una pequeña iglesia románica muy sencilla, y varias casas de estilo renacentista muy bien conservadas. Lo especial del pueblo, es que prácticamente no se ha tocado a través de los siglos, lo que te permite callejear en un enclave de la misma Edad Media.

Recorriendo la calle principal, alcanzamos la puerta norte, y justo al lado, la antigua cisterna, con un pozo que daba servicio a toda la localidad, rodeada ahora mismo de jardines.




Tras la corta visita a Monteriggioni, ponemos rumbo a Siena, una sorpresa inesperada que superó todas nuestras expectativas.




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