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PASEO EN FALUCA POR ASWAN


PASEO EN FALUCA POR ASWAN

Aswan

Dejamos por unos días el El Cairo para iniciar nuestro crucero por el Nilo. Los cruceros no tienen nada que ver con los barcos que surcan el Mediterráneo y que desplazan a miles de personas, sino todo lo contrario. Son barcos fluviales, mucho más modestos, tanto en tamaño como en prestaciones. Elegir un buen barco es fundamental y es algo en lo que no se debe pecar de austero, ya que varía mucho la calidad de las comidas, el mantenimiento y la atención en cada uno de ellos. Los barcos salen en dos direcciones, de Aswan hacia Luxor o de Luxor hacia Aswan, a mi modo de ver las cosas, es mejor la primera opción, ya que las visitas van "in crescendo", vas tomando contacto con el Egipto faraónico empezando por Philae y Abu Simbel, lo consolidas con las visitas a Kom Ombo y Edfu y lo acabas a lo grande con Karnak y el Valle de los Reyes.

Ten en cuenta que el día de desplazamiento desde El Cairo a Aswan lo pierdes prácticamente, ya que entre traslados por el Cairo, el vuelo, y los traslados a los barcos, perderás más de medía jornada, y eso si sales pronto de El Cairo.

Nosotros llegamos a Aswan pasado el medio día, por lo que ya poco íbamos a poder hacer, salvo un paseo en Faluca, la barca tradicional egipcia.

Aswan es una ciudad al Sur de Egipto, a la altura de la primera catarata y famosa por la construcción en esta zona de la famosa presa de Aswan, que originó el nacimiento del lago Nasser. Antiguamente se le llamaba Swenet la cual fue frontera del Antiguo Egipto por el sur, y se decía que Egipto comenzaba aquí, porque al estar situada debajo de la primera catarata, permitía la navegación hasta el delta del Nilo sin ningún obstáculo, y por tanto marcaba el inicio de las rutas comerciales fluviales del Nilo.

Las canteras de piedra del Antiguo Egipto se localizaron aquí y sobre todo la roca granítica llamada sienita (el nombre de sienita, deriva de Swenet). Estas piedras eran usadas para crear estatuas colosales, obeliscos, templos e incluso pirámides.

En sus cercanías hay monumentos tan relevantes como el Templo de Philae, la cantera del Obelisco inacabado, el Mausoleo del Agha Kan, la propia presa de Aswan, o el inicio de la ruta para visitar el Templo de Abu Simbel.


Volviendo a las actividades lúdicas, la primera toma de contacto con el Nilo va a ser un paseo en Faluca, la barca tradicional egipcia.

La faluca, como he dicho antes, es un barco pequeño de vela, construido con madera y con dos mástiles en forma de vela latina, su tamaño, capacidad (máximo 12 personas) y maniobrabilidad fueron muy útiles para la navegación en ríos, lo que permitió que su uso fuera fundamental para el comercio que se realizaba en Nilo. La faluca con el devenir del tiempo, y hasta la aparición de las barcas a motor, se convirtió en el transporte principal del río Nilo, tanto para el transporte de productos y personas, como para la pesca.  Actualmente su uso ha menguado mucho, y las que existen se usan con fines turísticos principalmente.





Atardecer con el Mausoleo del Aga Khan



Nos montamos en una de ellas, en un paseo de aproximadamente una hora...  es un paseo tranquilo, relajante, donde hacer muchas fotos y deleitarse con las imágenes a ambas orillas del río y con suerte, como tuvimos nosotros, ver el atardecer en el Nilo.



En una de las orillas del río se ve la ciudad de Aswan, una ciudad bulliciosa y llena de edificios caóticos, sin llegar a los niveles de El Cairo. A la derecha el desierto, un paisaje de arena y roca de arenisca, donde destaca un edificio en lo alto de una colina, el Mausoleo del Aga Khan.

Mausoleo del Aga Khan de noche

El Mausoleo del Aga Khan es la tumba del Sultán Mahommed Shah, denominado Aga Khan III. El título de Aga Khan es un título de los imanes ismaelitas pertenecientes al chiismo. Aga es un término general de respeto hacia un hombre honorable y la palabra persa para “Señor”, y Khan es el título dado antiguamente al soberano.

Poco antes de su muerte, el Aga Khan escogió esta ubicación sobre la rivera occidental de Nilo, como el lugar para su último descanso.​ La ubicación era sumamente simbólica, ya que siglos antes los antepasados del Aga Khan, habían fundado la dinastía Fatimí, cuya capital había sido El Cairo.

Inmediatamente después de la muerte del Aga Khan III el año de 1957, su viuda supervisó la construcción de un mausoleo de granito rosa, con un diseño similar a otras tumbas de califas fatimíes en el Cairo.





Dice la leyenda que su viuda colocaba una rosa roja sobre la tumba durante el tiempo que pasaba en Egipto, y cuando estaba lejos, pedía al jardinero continuar con el ritual.

Después del paseo,  cae la noche, comienza el crucero, pero antes nos toca madrugar, nos tenemos que levantar a las 3 de la mañana, pues tenemos por delante un viaje de 4  por carretera hasta los Templos de Abu Simbel.










 

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