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COLMAR


COLMAR


Le Petite Venise
Colmar es sin duda junto a Estrasburgo, la ciudad más visitada de la Alsacia. Su posición geográfica, a escasos kilómetros de Alemania, y rodeada de pequeños pueblos que forman la ruta del Vino Alsaciano, la convierten en punto neurálgico en toda visita a esta zona francesa. Pero Colmar no solo tiene monumentos y barrios dignos de verse, tiene probablemente el privilegio de ser una de las ciudades donde la Navidad se celebra con mayor énfasis, sus mercados, y el minucioso adorno de casas y calles lo convierten en una visita ineludible en las fiestas navideñas.

Haciendo un poco d Historia, hay que decir que hasta el siglo V fue zona de disputa en francos y germanos, siendo los primeros los que ocuparon finalmente la zona. Aunque la Alsacia se formo a mediados del siglo XIII, no fue hasta mediados del XIV cuando Colmar se integró en la misma.

Quai de la Poissonnerie
El final de la Edad Moderna fue convulso en la ciudad, se vivió la Guerra de los Treinta Años y la Guerra Holandesa, ésta última acabó poniendo a sus habitantes bajo el protectorado del rey de Francia.

La peor contienda en la historia de Colmar fue la Guerra Franco-Prusiana iniciada en 1870, gran parte del patrimonio histórico de las ciudades de la región fue destruido durante los bombardeos. Con el Tratado de Frankfurt firmado en 1871, los franceses cedieron el control de la Alsacia a los alemanes, dando por finalizada la guerra.

Después de la Primera Guerra Mundial, Francia recuperó el control de toda la región. Durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes ocuparon la zona, pero legalmente la Alsacia siguió perteneciendo a los franceses. El 2 de febrero de 1945, Colmar fue la última ciudad alsaciana en ser liberada del control nazi.

Casa adornada en la Grand Rue


Nos quedamos en el Hotel Ibis Colmar Center, un hotel funcional pero de buena relación calidad precio, aunque su principal atractivo es que está muy bien situado, ya que en cinco minutos te encuentras en el centro de la ciudad. 

Desde allí comenzamos nuestra visita por la Rue Vauban, arteria comercial de la ciudad, repleta de tiendas y restaurantes. Desde allí entramos en la Grand Rue, y ya comenzamos a ver los adornos de Navidad en cada rincón de las casas y plazas de la ciudad.

Los adornos de Navidad, no son como en España, que resultan simples comparados con estos. Las casas están adornadas con objetivos inverosímiles pero cuyo resultado es sorprendente y adictivo. 


Nos dirigimos directamente a uno de los puntos turísticos con mayor atractivo, el Barrio de la Pescadería (Quai de la Poissonnerie) llamado así porque aquí se instalaron los pescadores de la ciudad, un gremio muy poderoso en la ciudad hasta prácticamente la primera mitas del siglo  XX. Ahora mismo se ven unas casitas de madera entramadas de colores, que configuran un conjunto muy pintoresco. El gremio de pescaderos tenía unas normas precisas, por ejemplo:

Quai de la Poissonnerie

"Cuando se pertenece al gremio, se tiene el derecho a pescar en días de fiesta o durante la noche y estaba prohibido adquirir los bienes de extranjeros de pesca"
"Para otras personas fuera del gremio, aparte de los extranjeros y las mujeres, la pesca podría hacerse con red sólo el viernes y en la tasa de una persona por hogar. El producto podría ser vendido sólo en villa".


 




El Barrio de la Pescadería es hoy en día mucho más pequeño que el original, ya que un incendio destruyó el lugar en 1709 y cerca de 50 casas, graneros y establos fueron destruidos.


 






















A escasos metros del Barrio de la Pescadería llegamos a uno de los puntos mas conocidos de Colmar, la llamada Petit Venice o en castellano, la pequeña Venecia. Se trata de un conjunto de casas entramadas en un recodo del río Lauch. La posición de las casas y del puente sobre el río hacen que el lugar tenga muchísimo encanto y si ademas de eso puedes visitarlo por la noche en Navidad, con las casas iluminadas y con luces por doquier, el lugar se convierte en un lugar mágico.

Pongo unas fotos de día y otras de noche del mismo lugar para que se vea con claridad la necesidad de visitar esta hermosa esquina a diferentes horas del día. Aunque eso sí vete preparado para luchar contra la multitud de turistas, que como tu, querrán hacer la misma foto que tu has pensado...











Tras visitar la Petit Venise, volvemos caminando hacia el otro lado del río Lauch, a través de la Rue des Ecoles, seguimos viendo a un lado y otro casas entramadas, con tiendas en los soportales. Muchísima gente nos acompaña en el tranquilo paseo que damos por esta calle, observando las pastelerías y las apetitosas tiendas de quesos de la región.

Salimos nuevamente a la Grand Rue, donde seguimos nuestro paseo. A estas horas en que empieza a caer la tarde, los residentes en Colmar, conjuntamente con los turistas han decidido salir a la calle y hay verdaderas masas humanas recorriéndola en un y otro sentido. Asomarse a contemplar los puestos de los mercados de Navidad comienza a ser una odisea.


Schwendi Fountain

En la Grand Rue volvemos a girar a la derecha y nuestro recorrido nos lleva hasta la Plaza de la Antigua Aduana, donde contemplamos en primer lugar la Schwendi Fountain, o la Fuente de Schwendi. Es una fuente octogonal, de piedra, que tiene una estatua de bronce de Lazare de Schwendi en la parte superior. La estatua fue creada por Frédéric Auguste Bartholdi, el creador de la estatua de la libertad, en 1898. Schwendi fue un diplomático y general en el ejército Imperial del Sacro Imperio. Él era el más conocido para sus victorias contra el Imperio Otomano en el siglo XVI. Según la leyenda, trajo la famosa uva Tokay de Alsacia de sus campañas en Hungría, y por eso la estatua tiene una población de vid en sus manos.






Koiffhus (Antigua Aduana)
 
Otra de las atracciones de esta plaza es el edificio de la Antigua Aduana. Es un precioso edificio con tejas barnizadas con una balconada que da a la plaza. En el siglo XV y XVI, en la planta baja se depositaban las mercancías, que eran sometidas al impuesto municipal, de ahi su nombre de Aduana. En la planta superior estaba la sede de los representantes de la " Décapole", liga de diez ciudades libres de Alsacia. 
 
Hoy en día este edificio se usa como sala de exposiciones y en Navidad, como un mercadillo navideño de artesanía.

Ahora giramos sobre nuestros pies y justo a la izquierda de la Antigua aduana vemos la Rue des Tanneur, el Distrito del Curtidor, como en el caso de los pescadores, lleva ese nombre por el oficio de las personas que se instalaron en la barriada. Estas casas destacan especialmente por su entramado de madera, en éste caso siempre sobre fondo de color blanco. Ya comienza a caer la noche y el brillo de los adornos de las casas comienza a hacerse notar...




Volvemos sobre nuestros pasos y volvemos a la Grand Rue, intentando alejarnos de la Plaza de la Antigua Aduana donde prácticamente no podíamos movernos. Por la calle de la Grand Rue vemos la Iglesia protestante de San Matthieu, pero no pudimos entrar porque estaba cerrada.

La Iglesia de San Matthieu fue construida en el siglo XIII por los franciscanos, pero con la Reforma Luterana de finales del siglo XVI, la iglesia pasó a manos de los protestantes. Justo al lado encontramos un imponente edificio entorno una plaza muy modernista. El edificio contiene la biblioteca de Colmar y zonas de exposiciones culturales y la plaza es la llamada Montagne Verte


Ancient Corps de Garde
Justo antes del anochecer llegamos a través de la Rue de l´Eglise a la Iglesia a la Plaza de la Catedral, donde encontramos varios edificios a destacar, como el "Ancient Corps de Garde". Este edificio se hizo sobre una antigua capilla, pero en el siglo XVI se construyó este edificio para los gremios y magistrados. COmo curiosidad, decir que este edificio se construyo con la condicion de que sirviera de pasillo entre varias calles importantes para los distintos gremios de la ciudad, por lo que hoy en día se sigue usando como pasillo entre las calles.

Interior de la Colegiata de San Martin

Encontramos también en esta plaza, la Colegiata de San Martin, de estilo gótico. 
 
Los habitantes de Colmar consideran a la Colegiata de San Martín como su Catedral (en alemán "Münster"), aunque realmente solo es Colegiata. De hecho solo fue catedral  unos diez años, ya que los obispos en su momento no fueron capaces de organizar una diócesis.










Plaza de los Dominicos

Ahora nos dirigimos a la plaza de los Dominicos, donde esta la Iglesia del mismo nombre, construida en el siglo XIII. Durante muchos siglos, como consecuencia de los avatares del país no tuvo uso religioso, aunque lo recupero a finales del siglo XIX. Lo más relevante seguramente de esta plaza, es que aquí encontramos el mercadillo principal de Navidad de Colmar, repleto de luces y tiendas.



Casa Pfister
 
 
 
Muy cerca de alli nos encontramos con otra casa a destacar, la Casa Pfister, que es el primer ejemplo de arquitectura renacentista en la ciudad. La casa Pfister fue construida en 1537 por el Sombrerero Ludwig Scherer. A pesar de su aspecto medieval, la casa es el primer ejemplo de arquitectura renacentista en Colmar. Con su mirador de dos pisos esquina, su galería de madera, su torreta octogonal y sus pinturas murales que representan escenas bíblicas, es sin duda una de las mas bellas de Colmar.
 
 
Y a partir de aquí termina nuestra visita cultural y comienza la magia de Colmar, lo que hace irrepetible a esta ciudad, distinta a otras, y que hace que caminar por ella durante la época Navideña te haga sentir como en la infancia. Es hora de pasear, disfrutar de sus casas con adornos imposibles, sus luces, sus motivos navideños...

Volvemos sobre nuestros pasos una y otra vez, repetimos los sitios que recorrimos hace horas, pero sin embargo parece que nos hemos trasladado a otro lugar, Colmar es una feria...

Mejor que las palabras, las imágenes hablan por si solas...








 


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