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FOUGERES

FOUGERES


Fougères es otra de las visitas indispensables en vuestro viaje a la Bretaña francesa, su impresionante castillo, su barrio medieval y sus jardines merecen que inviertas una mañana en esta hermosas localidad.

La primera mención del castillo de Fougères se remonta a finales del siglo X, cuando era una simple edificación de madera sobre un espolón rocoso. Entorno a esta edificación de madera surgió la población de la ciudad baja, si bien a partir del siglo XII comienza a surgir la ciudad alta, quedando la ciudad organizada en dos parroquias: Saint-Sulpice y Saint-Léonard.

Fachada Saint Leonard
El castillo sigue agrandándose durante estos siglos, ya que tenía una importante situación estratégica como plaza fuerte de la frontera del ducado de Bretaña. Finalmente a pesar de la tortuosa Edad media, con guerras de sucesión y de defensa termina siendo anexionada por Francia en el año 1488.

Llegamos a Fougères y aparcamos en el barrio alto, cerca de la parroquia de Saint Leonard. Esta iglesia se construyo en el siglo XII y ha sufrido durante los siglos varias ampliaciones hasta su actual estado, siendo acabada en el año 1675. Como curiosidad decir que en durante la revolución francesa se transformo en el liar de culto del Ser Supremo y posteriormente en una caballeriza. Hasta el año 1801 no recupera el culto. Dentro no puedes perderte sus vidrieras. La entrada es gratuita.







Junto a la parroquia de Saint Leonard, entramos en unos jardines municipales. Antaño, estos jardines eran el cementerio de la Parroquia, asi que cuidado si vas a pasear de noche...Además de lo colorido de los jardines y lo extremadamente bien cuidados que están, lo mejor son las vistas que se pueden ver desde esa altura del castillo de Foug
ères y del barrio antiguo.



Iglesia de Saint Leonard

Vista del Castillo de Fougeres desde los Jardines de Saint Leonard.

Seguimos caminando por el barrio alto, a través de una senda que comunica e barrio alto y el bajo a través de los jardines, hasta que atravesamos el río Nançon y entramos en el barrio antiguo, también llamado de Saint Sulpice.

Merodeamos por sus callejuelas, por la Rue de Savigny, la Rue de la Providence, ... viendo casas de maderas que se asoman sobre el río Nançon, otras de madera entramada, otras de piedra... un conjunto variado pero muy bien conjuntado, que dan un aire muy hermoso al conjunto.





Barrio de Saint Sulpice





Barrio de Saint Sulpice







Desembocamos a través de la Rue de la Providence, casi sin haberlo previsto en las murallas del castillo de Fougeres, unas murallas impresionantes. las recorremos por la Rue de Bouteiller, calle paralela a las murallas, hasta que nos topamos con la iglesia parroquial que da nombre al barrio bajo de la ciudad, el más antiguo, la Iglesia de Saint Sulpice.

La construcción de la iglesia de Saint Sulpice se prolongó durante mas de cuatro siglos, y durante este tiempo se llevaron a acabo varias ampliaciones. En ella se venera a la estatua de Notre Dame des Marais. esta estatua que desapareció de la capilla de Sainte Marie en el año 1166 tras la toma del castillo de Ferns por parte de Enrique II reapareció milagrosamente durante la construcción de la iglesia de Saint Sulpice entre el siglo XIII y XIV, así que ya tenemos una excusa para la veneración.

Iglesia de Saint Sulpice





Murallas del Castillo
Seguimos recorriendo la muralla y entramos ya en la zona del castillo propiamente dicho. Aunque el castillo has sido parcialmente reconstruido, no tiene salas que visitar sino que se visitan los patios de armas y murallas, por lo que depende de las ganas que tengas para visitarlo por dentro o no. Nosotros no lo hicimos y preferimos pasear por la ciudad.


El castillo feudal de Fougeres tuvo un uso exclusivamente militar y su construccion se llevo a cabo a lo largo de 400 años. Las primeras torres fueron cuadradas y tuvieron un verdadero papel defensivo, pero pasivo; las torres circulares ya permitían que los defensores no temiesen los puntos ciegos al tirar; las torres en forma de herradura protegían hábilmente las bases de las torres y tenían suficiente espacio para arqueros y ballesteros.






Las murallas están muy bien conservadas y forman tres recintos. Aunque la casa señorial está en ruinas, las torres se elevan todavía majestuosamente. Algunas se pueden visitar: la torre cuadrada de la Haya-Saint-Hilaire (siglo XII), que da acceso al «basse cour», la torre Raoul (siglo XV), la torre Melusina (siglo XIV) y a la torre del Hallay. 


Murallas con Saint Sulpice al fondo

La obra estructural es de granito y esquisto, montada en piedra tallada y un aparejo mixto. Las cubiertas son de pizarra. Las torres de la entrada y de Coigny datan de finales del siglo XII. En el siglo XV la torre de Amboise (poterna), y después, las torres Raoul y Surienne completaron las fortificaciones. Estas últimas se reformaron en 1481.




El castillo es propiedad del municipio de Fougeres, ya que fue comprado al anterior propietario en 1892 por unos 282.000 euros actuales....





Entrada al castillo

Por último, y tras ver las murallas, tomarás la rue de la Pinterie, una calle con una gran cuesta que no tendrás mas remedio que recorrer para volver al barrio alto a . Antes debes hacer una parada en un mirador, que está a media altura de la calle., y desde el que podrás ver otra perspectiva del castillo y del barrio de Saint Sulpice.

El barrio alto, es mucho mas moderno, no tiene calles antiguas, sin embargo esta repleto de comercios, supermercados, el ayuntamiento y el teatro, especialmente en la rue nationale, que vuelve a desembocar en la Iglesia de Saint Leonard, y ahí termina nuestra visita.





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