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JOSSELINE

JOSSELINE



Josseline es una de esas joyas que, conjuntamente con Rochefort en Terre, no debes perderte si vas a visitar la Bretaña Francesa. Al contrario de ciudades como Rennes o Dinan, Josseline es literalmente un pueblo, un lugar que puedes recorrer fácilmente en un par de horas, aunque lo que si podéis organizaros es un buen lugar para hacer parada y posta, comer en uno de sus numerosos restaurantes en la zona monumental y pasear tranquilamente por sus calles.


Castillo de Josseline

Los primeros indicios sobre Josseline se remontan al año 1008, cuando el vizconde Guéthenoc de Porhoët mandó construir un castillo. Fue su hijo Goscellinus quien dio nombre al castillo y a la ciudad que se desarrolló en torno a el. Con el paso del tiempo el nombre de Goscellinus derivó en Josseline.


La localidad de Josseline se puede dividir en dos zonas, en función de si te encuentras a un margen u otro del canal de Nantes a Brest que recorre la ciudad. La zona más antigua, el castillo y la zona intramuros se encuentra al norte y la zona extramuros al sur, ya que el canal recorre la ciudad de este a oeste.

Rue de la Poterne


Antiguamente, la ciudad de Josseline estaba rodeada por murallas. Hoy en día solo quedan algunos vestigios de la muralla y de una pequeña puerta. Se accede a través de una calle empedrada llamada Rue de la Poterne. Esa pequeña puerta, está escondida en un lugar muy discreto y por ella entraban y salían los habitantes de la ciudad en caso de asedio.


Comenzamos nuestra visita por la plaza principal, llamada Place de Notre Dame, allí se encuentran algunas de las casas más antiguas, convertidas la mayoría en restaurantes o tiendas. En esta plaza se encuentra la entrada principal de la basílica de Notre Dame du Roncier.


Place de Notre Dame



Cuenta la leyenda que un agricultor encontró una estatua de la Virgen en una zarza a comienzo del siglo IX. El agricultor intentó llevársela a casa, pero la estatua cuando trataba de cogerla desaparecía para reaparecer en la espesura. Se decidió construir una capilla y, con el tiempo, otras personas vinieron a establecerse en el lugar, terminando fundando la ciudad de Josselin.

La verdad es mucho menos exótica, y es que la iglesia se construyó en torno al siglo XII y tardó en terminarse mas de 3 siglos. Unos de los impulsores principales fueron El condestable Olivier de Clisson y su segunda esposa Marguerite de Rohan, quienes mandaron construir al ábside sur y su capilla. De hecho, ambos están enterrados en la Basílica.




En su interior hay que destacar sus vidrieras, un maravilloso púlpito del siglo XVIII y un órgano del siglo XVII.

Como decía, no debes perderte las tumbas de Olivier de Clisson y Marguerite de Rohan justo a la derecha del altar, en una capilla privada.







Pero sin duda una de las cosas que no puedes dejar de hacer es subir al campanario. Su acceso está a la espalda de la basílica, frente al ayuntamiento. Su entrada es gratuita (dejas la voluntad), y deberás estar preparado para subir muchos escalones. No obstante merece la pena, las vistas son impresionantes, puedes ver perfectamente el castillo, el canal que baña la ciudad y la distribución de las calles de una localidad que apenas ha cambiado con los años.

  


Vistas del Castillo desde la Torre Campanario


Originalmente la torre de la basílica era cuadrada rematada con una bóveda en su zona superior. En 1705 la parte superior de la torre se derrumba. Cuando se llevó a cabo la reparación, unos 30 años más tarde, se colocó una campana en la parte superior.



Tras bajar de la Torre campanario nos damos de bruces con el Ayuntamiento, construido a comienzos del siglo XX. Antiguamente en la plaza donde se ubica el Ayuntamiento (Place Alian de Rohan) se ubicaba el cementerio. 




Comenzamos nuestro recorrido ahora para ver las casas históricas a lo largo de la Rue Olivier Clisson. La mayoría de las casas que vemos no eran particulares, sino que pertenecían a los distintos gremios de la ciudad, curtidores, panaderos, carpinteros...








Una vez recorremos la Rue Olivier Clisson, nos dirigimos hacia el sur, hacia la zona del castillo y el barrio de la Santa Cruz. Lo hacemos desde la Calle Rue Glatinier, donde se pueden ver también casas del siglo XVI y XVII. Justo en la esquina de la Rue Glaatinier con la Place de la Congragation, se puede ver una casa construida en 1624, Muy cerca de allí el museo de las muñecas, que en la zona tiene mucha fama pero no despertaba nuestro interés demasiado, así que preferimos continuar.


La Place de la Congration es una pequeña plaza realmente preciosa, por un lado el acceso al castillo, justo en frente casas señoriales del siglo XVI y una pequeña capilla al lado izquierdo. De esta misma plaza sale la Rue de la Porterne, por donde pasan los restos de la muralla medieval y la pequeña puerta de acceso a la ciudad que comentaba antes.





Y llegamos al canal, desde allí las vistas del castillo son impresionantes, uno de los castillos mas bellos de la Bretaña. Antes que nada decir que el canal Nantes Brest fue construido en el siglo XIX y mide 364 kms, conteniendo 264 esclusas. Para construirlo se utilizo en la medida de los posible el recorrido de los ríos existentes, como el río Oust que es el que atraviesa Josseline.

En cuanto al Castillo, decir que sus orígenes se remontan al siglo XIV, y fue construido, como no... por Olivier de Clisson. Originalmente tenía 9 torres y un impresionante torreón de 30 metros de altura. Actualmente solo quedan 4 torres, de las que se pueden ver desde la orilla del río tres de ellas, ya que la cuarta está dentro del castillo. No obstante, si subiste a la torre lo puedes ver perfectamente. El castillo está construido directamente sobre la roca, lo que impedía tomarlo por medio de túneles.

Como hemos comentado antes, la zona de la Bretaña y pueblos como Dinan, Josseline y otros, fueron zona de hugonotes (protestantes) durante el siglo XVI y XVII. Tras la persecución de los hugonotes, apoyados por algunos nobles de la zona, los gobernantes católicos tomaron represalias, y una de ellas fue la destrucción del torreón y cuatro torres del castillo por parte del Cardenal Richelieu, siendo ésta la causa por la que ahora mismo solo encontramos cuatro torres del castillo.

Actualmente el castillo sigue siendo propiedad del Duque de Rohan, y si quieres visitar el castillo deberas pagar la entrada, 9€. 


Castillo de Josseline


Para finalizar, cruzamos el río Ouest para ver el Barrio de la Santa Cruz. el más antiguo de la ciudad. La historia de Josseline comenzó en el año 1008 con su castillo, mientras que la de este barrio comenzó en el año 1059 con la creación de un priorato. Este barrio es casi tan antiguo como la ciudad y es sumamente tranquilo para pasear. Destaca un conjunto de casas restauradas que dan al río y la capilla de la Santa cruz, de estilo románico, junto al cementerio y que es lo único que queda del antiguo priorato.



Casa en el Barrio de la Santa Cruz


Con esto acaba nuestra visita a Josseline, una bella localidad, que no debes perderte si vas a la Bretaña.


Mapa de Josseline




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