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sábado, 11 de mayo de 2019

KINGS ROAD Y CASTILLO DE AL KARAK

KINGS ROAD Y CASTILLO DE AL KARAK

Dejamos el Mar Muerto con destino Petra. Para ello tomamos la carretera hacia el Sur paralela al Mar Muerto y posteriormente dirigirnos hasta el Castillo de Al Karak por la carretera 50, y tras visitar este tomar la carretera 35, también llamada Kings Road hasta Petra.
El primer trozo de carretera entre el Mar Muerto y el Castillo de Al Karak es practicante desierto, con muy poca vegetación y prácticamente plano. Atravesamos pocos pueblos, y prácticamente lo que vimos fueron casas diseminadas y rebaños de ovejas y cabras. Lo único que sacas de conclusión es la capacidad que tenemos los humanos para adaptarnos a cualquier medio. Como en alguna ocasión nos dijo un guía en el Wadi Rum lo importante no es duermes tu, sino donde pueden alimentarse y resguardarse tus animales. Pero bueno, esto también es Jordania.


CASTILLO DE AL KARAK

El Castillo de Al Karak fue una importante fortaleza cruzada durante el siglo XII, situada en la ciudad de Karak, a unos 120 kilómetros de Amman, y a unos 50 kilómetros del Mar Muerto.

El castillo fue construido en el año 1140 por Payen el Mayordomo, señor de Montreal, estando situado en la punta meridional de la meseta en la que está enclavada la ciudad de Karak. Mide 220 metros de largo por 125 metros de ancho en su extremo norte y 40 metros de ancho en si extremos sur.

Castillo de Al Karak
El castillo tardó mas de 20 años en construirse y al finalizar constituyó la residencia principal de los Señores de Transjordania. Soportó varios asedios, en sus orígenes, que pudo solventar sin muchos apuros. Su historia cambia cuando pasa a estar bajo el control de Reinaldo de Chatillon, señor de los reinos cristianos en Tierra Santa, que fue conocido por su temeridad y barbarie. Reinaldo, rompía continuamente los tratados con los musulmanes, atacando las caravanas que se dirigían a la Meca e incluso planeando el ataque naval a esta ciudad. Harto de tantas provocaciones, Saladino, señor de Siria y Egipto armó un ejercito para asediar el castillo y estuvo a pique de apoderarse del Castillo si no hubiese sido por las tropas que pudo enviar el Rey Balduino IV de Jerusalén, que consiguió levantar el asedio.

Pero el destino del Castillo estaba escrito, tras la Batalla de los Cuernos de Hattin en el año 1187, toda Palestina cayó bajo el poder de Saladino que terminó conquistando el castillo en el año 1190. Los musulmanes reformaron y ampliaron el castillo en los siglos posteriores, donde fue usado como fortaleza defensiva.

Muralla Norte del Castillo
Nada más llegar por la carretera 35 ya se divisa en lo alto de la colina las grandes murallas del castillo, lo que te invita a imagina la dificultad que podría tener para los enemigos la conquista del castillo. Llegar no fue fácil, tuvimos que callejear un buen rato y perdernos varias veces hasta que por fin alcanzamos la entrada del mismo. La entrada está incluida en el Jordan Pass, así que no tendrás que pagar nada si lo llevas contigo.

El acceso al castillo se hace a través de un control de seguridad, y es que en este lugar hubo hubo en el 2016 un atentado donde murieron 10 personas. A pesar de esto nosotros no respiramos sensación de inseguridad, aunque en ningún sitio vimos referencia alguna a este suceso.

Zona Norte del Castillo Cruzado
Una vez dentro, lo primero que te encontrarás son algunos "guías aficionados" que se ofrecen a guiarte por el castillo, así que si prefieres ir a tu aire, sigue caminando y terminarán por aburrirse e ir por otro turista.

El interior del castillo está bastante deteriorado, aunque se pueden apreciar perfectamente la estructura del castillo. Subes unas escaleras y te dirigirás al Frontal Norte del Castillo cruzado. Se conservan las plantas bajas y la terraza superior, desde donde se pueden ver una panorámica completa del castillo, la propia ciudad de Karak y las colinas y  valles que lo rodean.




Antes de llegar a la planta superior, atravesamos un amplio corredor abovedado, que va desde el lado este al oeste y da acceso a la planta superior.

Una vez en la terraza superior la vista es fantástica, tenemos una visión espléndida en todas direcciones.

Al Oeste, que quedaría a la derecha, se puede ver el Wadi Karak o Cauce del karak, y al fondo en los días claros se podría ver el Mar Muerto. Esta zona es la más húmeda, de hecho abunda la vegetación y es usada como zona agrícola.








Al Sur, de frente, se puede apreciar la moderna ciudad de Al-shahabiyya, que en sus tiempos se llamaba Al-IFranjs, que significa "los francos", pues se dice que fue donde se instalaron los cristianos tras la caída del castillo del Kerak en manos de Saladino.

Baluarte Norte con la Torre Norte a su izquierda


Al sureste se ve la Colina de Umm Al-Thallaja, que significa "Madre de las Nieves", que domina el castillo y desde donde se asediaba el castillo durante los cercos  a los que fue sometido en el siglo XII. A la izquierda, es decir al este, se encuentra la pendiente pronunciada de Wadi al Sitt, la defensa natural del castillo en su lado este.

A nuestras espalda, en el lado norte, se sitúa la ciudad moderna de Kerak, con sus callejuelas, mezquita y un bullicio enorme.



Bajamos hacia el corredor abovedado y tras recorrerlo llegamos a las ruinas de la torre norte, de la que ya queda solo su zona externa, habiéndose derrumbado su interior.


Vista panorámica del Castillo


Una vez dejamos la zona norte, atravesamos una zona donde los restos que quedan están bajo tierra, se trata de un conjunto de pasillos y habitaciones que se usaba para alojamiento y manutención de los habitantes y  que te dan una idea de las enormes dimensiones que tendría el castillo en su época de máximo esplendor.



Baluarte mameluco con la Colina de Um Al-Thallaja


En el lado Sur vemos claramente el Baluarte de Maluk, del que se conservan aun dos plantas del edificio. Su interior es abovedado, y de gruesos muros y está dotado de aspilleras para su defensa. La razón de los grandes muros de piedra no es otra que era la parte más vulnerable del castillo, y por tanto era la que tenía que estar más fortificada.







Justo antes de llegar al Baluarte mameluco, al este se encuentra la muralla defensiva de la zona este y una torre defensiva. La altura es tal que era prácticamente inexpugnable, y solo pensar en tener que escalar sus murallas resulta impensable. Bajo ella, la actual ciudad moderna de Kerak.

Murallas este del castillo

Ya solo nos queda una de las partes del castillo, que no es otra que los restos del Palacio mameluco, construido en el siglo XIV. Al comienzo de las excavaciones se pensaba que estas habitaciones eran parte de las habitaciones privadas del señor cruzado de Kerak, pero descubrimientos posteriores permitieron saber que en realidad que se trataba de un Palacio mameluco. El palacio fue probablemente construido por el Sultan Al Nasir Muhammad, en el año 1311, y para su construcción se uso una estructura cruzada anterior.

El Palacio es una variación de una estructura clásica islámica, conocida como de los cuatro Iwan. Se trata de un patio central abovedado y al aire libre, de donde parten cuatro habitaciones. Dos de ellas son pequeñas y otras dos son dos salas de mayor tamaño. También desde este patio central sale un pasadizo hacia las habitaciones privadas del gobernador y a lo que se supone que se trató de una pequeña mezquita. Se sabe de este hecho por una pequeño nicho en una de las paredes que esta realizado en dirección a la Meca, y que se supone era el Minhrab.


Minhrab de la mezquita


El castillo de Al Karak no solo acaba aquí, puedes seguir explorando, hay innumerables pasillos bajo la superficie, numerosas habitaciones que se usaban como habitaciones, graneros, panaderías, almacenes,... pasadizos donde se pierde la luz del sol, donde puedes explorar todo el tiempo que quieras, y creerte por un rato un cruzado cristiano en Tierra Santa.




KINGS ROAD

La Kings Road se puede traducir como Carretera del Rey, y es una larga y sinuosa carretera que atraviesa algunos de los paisajes más bonitos de Jordania. Ha sido la ruta del comercio norte-sur durante toda la historia de Jordania, desde las ciudades de las decápolis hasta el mar Rojo. Hoy en día no deja de ser un camino sencillo, lleno de curvas y mal asfaltado que atraviesa la Jordania auténtica, los pueblos que están fuera de los circuitos turísticos, donde se palpa la realidad de este país.

La carretera es la numerada como número 35, y partiendo de Amman, pasa Madaba (la ciudad de los mosaicos, los castillos de Al Karak y Shobak, la reserva natura de Dana y hasta cerca de Wadi Musa, donde está Petra.


Vistas desde la Kings Road

Lo más interesante de la Kings Road, que tomamos camino de Petra, es pararse en algunas de sus miradores, contemplar la extensión que aparece frente a ti, inmensa, recóndita y solitaria. Encontrarás poca gente viviendo por allí, salvo pastores de cabras y ovejas... Solo hay vida en los pueblos que cruzas, pequeños, caóticos, pero llenos de vida y trasiego. Os recomiendo parar y comprar pasteles jordanos en las numerosas pastelerías que encontrarás en los pueblos, pasteles exquisitos aderezados con miel y frutos secos.

Una advertencia, si vas con prisas, este no es tu camino, es un camino para hacerlo sin prisas, pues entre las curvas y la cantidad de pueblos que atraviesas, no podrás correr aunque quieras.
















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