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PETRA: TRIAL AL MONASTERIO


TRIAL AL MONASTERIO

Otro de los lugares fundamentales de Petra, es el Deir, o como popularmente se le llama, el Monasterio.

La única forma de llegar a el Monasterio es a través de un Trial bastante exigente, aunque no tanto como el del Tesoro. El Trial comienza unos metros más allá del Templo de Qsar al Bint, y tardarás alrededor de dos horas en llegar al Monasterio, subiendo eso si más de 800 escalones de piedra.









La subida es en tramos bastante escarpada, así que no está recomendada para personas con movilidad reducida, aunque en estos casos, siempre puedes alquilar uno de los cientos de burros que suben y bajan diariamente a turistas.


Al contrario que en el Trial al Tesoro, aquí suele haber bastante más trafico de personas, se nota esto no solo por la cantidad de gente que te cruzas en sentido contrario, sino en la cantidad de puestos de beduinos que hay durante el trayecto.

El trayecto está repleto de cañones, desfiladeros, acantilados, así que aunque no lo considero peligroso, si tienes que ir con cuidado, por que una caída o resbalón, puede ser doloroso.



Nada más entrar en el sendero, a los pocos minutos encontramos una de los pocos monumentos que encontraremos por el camino, es curioso pero al contrario que el Trial del Wadi Fahrasa, no existen tumbas, fuentes o templos durante el itinerario. Como decía, el único que hay, si te desvías unos metros del sendero principal, es el llamado Triclinum del León.

El Triclinum del León, toma su nombre de los dos leones esculpidos en la piedra que franquean su entrada. Su fachada presenta dos pilastras con capiteles nabateos y un frontón rematado por una urna. La puerta tiene una curiosa forma de cerradura. Al estar al fondo de un valle muy estrecho, aunque puedes acercarte al triclinum, no puedes entrar dentro de él, salvo que te arriesgues a escalar por unas piedras. Esto que en condiciones normales puedes arriesgarte a hacerlo, no se convierte en una opción por el cansancio acumulado que llevas tras dos días en Petra, así que seguimos hacia el Monasterio.










Continuamos por el sendero, seguimos subiendo escalones y más escalones, nos cruzamos con burros que descienden las escaleras a toda velocidad guiados por beduinos y con turistas agarrados como lapas para no caer. Hay que hacerse a un lado si no quieres que te lleven por delante...

Durante el camino avanzamos entre cañones, las mejores vistas se ven sobre lo que dejas, pues al ir ascendiendo, contemplas la ciudad de Petra al fondo, con las montañas que la circundan escavadas puntualmente por tumbas aisladas.




Al cabo de dos horas y después de muchas escaleras alcanzamos el Deir, el Monasterio. Es  un edificio escavado en la roca de la montaña que fue edificado probablemente a la muerte del Rey Nabateo Obodas I, en el siglo I A.C. El nombre de el Monasterio, es un apodo que se ha quedado con los siglos, ya que en su interior se hallaron cruces, al haber sido usado durante la época bizantina de la ciudad como Iglesia o Monasterio.

Panorámica del Monasterio

El edificio, escavado en la roca, es similar al Tesoro, pero algo mas grande, y menos decorado, ya que los bajorrelieves existentes en el Tesoro, se han sustituidos aqui por nichos para esculturas. Mide unos 47 metros de ancho y unos 48 metros de alto y tiene dos plantas, la planta baja, poco decorada, solo tiene una entrada hacia el interior, con columnas embebidas en la fachada y con dos nichos a ambos lados que en la antigüedad contenían estatuas. 





La parte superior contiene en su cima una urna, que representaba a los Dioses nabateos. Hay un camino, ahora cerrado para los turistas que ascendía por detras de la montaña hasta la misma urna, contemplándose todo el edificio desde la cima.

El interior es una estancia cuadrada enorme con dos bancos laterales y un altar contra la pared posterior. Fue utilizado como biclinio, que es un diván usado en comidas o reuniones, durante las reuniones de las asociaciones religiosas en el reinado del Rey Rabel II, en el siglo II d.c.







Justo frente al Monasterio, hay una tienda con cafetería, con una gran cantidad de sitios para sentarte y tomar tranquilamente un te o una bebida con una de las vistas más maravillosas de todo Petra, además de reponer fuerzas el sitio se te quedará para siempre en la retina.

Una vez llegues al Monasterio, hay un sendero que parte desde la derecha de la tienda y que te lleva hasta varios miradores. Las vistas son estupendas por lo que recomiendo hacerlo aunque puedas estar algo cansado. A un lado del mirador veréis el Monasterio enclaustrado dentro de la montaña y al otro lado los valles que rodean la ciudad.






La bajada desde el Monasterio a la ciudad es mucho más cómoda, al fin y al cabo es bajar... además puedes aprovechar para comprar souvenirs, ya que en esta ruta es donde más barato lo encontrarás en toda Petra.













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