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VOLTERRA

 VOLTERRA

Nuestra primera parada del día es VOLTERRA, una pequeña población de la toscana, de algo más de 10.000 habitantes, que es una de las paradas imprescindibles de tu recorrido.

Los orígenes de Volterra se remontan a la época etrusca, y posteriormente se desarrollo bajo la dominación romana. Florencia tomó la ciudad a mediados del siglo XIII y la incorporó a sus posesiones a partir de mediados del siglo XIV. Posteriormente Volterra pasa en el siglo XVI a pertenecer al Gran Ducado de Toscana hasta su definitiva incorporación a la Italia unificada.

Si vas en coche, hay que decirte que aparcar es relativamente sencillo, nosotros lo hicimos frente a una de las entradas de la ciudad, aunque hay varios parkings habilitados, eso sí... todos de zona azul, es decir, de pago.

La entrada la hacemos por la Porta San Francesco, y recorremos la Vía S. Lino, estrecha, serpenteante y en cuesta... hasta llegar a la Piazza dei Priori, el centro neurálgico de Volterra. Pasamos por delante de la Chiessa de San Francesco, con una fachada muy sencilla donde su única decoración es el escude de armas de la ciudad. En su interior, de una sola nave, están enterrados gran parte de la familia Guidi, una de las más importantes familias locales.

En la plaza, cuadrada, hermosa e imponente, con un palacio en cada lado de la misma, podemos encontrar conforme subimos por la Vía S. Lino, un palacio en cada lado de la misma, a nuestras espaldas dejamos el Palazzo Incontri, a nuestra izquierda el Palazzo Vescovile, de frente el Palazzo del Monte Pio y a nuestra derecha el Palazzo dei Priori.

Palazzo dei Priori
Palazzo dei Priori

El palacio fue diseñado por el maestro Riccardo en 1239 como lo atestigua la inscripción cerca de la entrada principal.

La fachada de tres pisos está adornada con ventanas de doble arco y con los escudos de armas de terracota vidriada de la familia Della Robbia, que eran una importante familia de magistrados florentinos durante los siglos XV-XVI.

El edificio tiene una gran torre con forma pentagonal, pero no es completamente original ya que la mitad superior fue reconstruida después del último terremoto en 1846.

Palacio Pretorio y la torre del porcellino

Este palacio está compuesto por varios edificios y modificado en el siglo XIX fue originalmente la sede del podestá y del capitán del pueblo. La torre, está considerada como una de las primeras torres construidas en Volterra, y se la conoce tradicionalmente como la Torre del porcellino (o torre del cerdito) porque en la parte superior de la torre hay un animal de piedra colocado sobre un estante.

Palazzo Vescovile

Este palacio fue construido originalmente como un almacén de granos, pero se convirtió a finales del siglo XV en la residencia del obispo después de 1472, pues el antiguo palacio fue destruido para ampliar la fortaleza de la ciudad, tras ser conquistada por los florentinos.

Palacio Incontri

Ahora es la Cassa di Risparmio di Volterra (la caja de ahorros local). El palacio es a la vez medieval y renacentista, como lo han revelado los trabajos de restauración recientes. Después del Concilio de Trento el palacio fue un seminario hasta finales del siglo XVIII.

Palazzo del Monte Pio

El palacio originalmente es del siglo XIII, pero el que contemplamos hoy en día no es el que podíamos ver en la Edad Media, ya que fue embellecido este siglo en el siglo XX para darle un aire medieval, a conjunto con el resto de la plaza.


Piazza dei Priori, con Palazzo Incontri al fondo, izq Pallazo Priori y dcha Palazzo Vescovile




Duomo de Volterra
A escasos metros de la Piazza dei Priori se encuentra el Duomo de Volterra, y junto a ella, el Baptisterio. La catedral está dedicada a María de la Asunción y fue reconstruida alrededor de 1120 en el sitio de una iglesia preexistente dedicada a María Santísima. La fachada es de estilo románico pero su interior es de estilo renacentista tardía, pues fue modificado el el siglo XVI tras las reformas del concilio de Trento. Si quieres entrar en su interior, tienes que saber que es de pago. Junto a la catedral, hay una estancia, que es de acceso gratuito con una exposición de artefactos y vehículos con los que se socorría a los enfermos,... lo que venía a ser la "protección civil o cruz roja" de la época, y que en Italia lo llaman la "misericordia".

Baptisterio
Junto al Duomo se encuentra el Campanario, que fue reconstruido en 1493 tras el derrumbe de la torre original como atestigua una inscripción que rodea la base. Por último el Baptisterio, adornado con mármoles blancos y negros en su fachada y con una gran puerta con arco de medio punto, sobre el que se hayan Cristo, a Virgen y los Apóstoles. Su interior es bastante sobrio, y en su interior hay una pila bautismal, fechada en el año 1502.

Saliendo del Baptisterio, a su espalda tienes un precioso mirador donde observar toda la Campiña toscana, incluso puede verse en días claros el Mar tirreno.
 



Volvemos sobre nuestros pasos y giramos a nuestra derecha, hacia la Piazza Martiri della Libertá, donde se pueden ver las mejores vistas de Volterra. Desde este punto, se puede apreciar el Duomo con su torre, la Porta all Arco, una de las entradas de la ciudad. Al otro lado de la plaza, aun pueden verse los restos de la Acrópolis etrusca. Y es que en la zona de Volterra, es donde En el siglo siglo VIII a. C. tuvo nacimiento la civilización etrusca. Durante el periodo etrusco la ciudad se denominaba Velatri y llego a ser una de las principales ciudades de la “Liga Etrusca” y fue fortificada con más de 7 km de murallas macizas. Bajo la dominación etrusca, Volterra llegó a tener un importante desarrollo económico, llegando a habitarla más de 25 000 personas.




L´Incontro
Tras las vistas, llega el momento de tomar un café...  Pasamos por una cafetería con muy buena pinta donde además vendían pasteles, así que aprovechamos para tomarnos un buen cappuccino y un espectacular croissant relleno de crema de pistacho... el lugar se llama L´Incontro, y lo puedes encontrar en la Vía Porta all Arco.

Chiessa de San Michelle
Continuamos por la Vía Porta all Arco, calle estrecha, empedrada y repleta de tiendas, es conjuntamente con la Vía Franceschini, donde más tiendas hemos visto. Al final de la misma se encuentra otra iglesia, que pasa casi desapercibida entre tanta callejuela estrecha, la Chiesa de San Michelle. De estilo románico data del siglo XIII, y en su fachada se pueden ver aun los escudo de la familia Farnesio.

A lo largo de la calle encontramos el Palazzo Incontri Viti, construido a finales del siglo XVI por la familia Viti y que hoy en día es un palacio visitable con  12 salas abiertas al público  decoradas con muebles, pinturas, porcelanas, colecciones de alabastro y otros objetos artísticos de gran valor, que representan el arte italiano, europeo y oriental de varios siglos.

Al final de la calle, giramos a la derecha por un pequeño pasaje y nos encontramos con una gran terraza que recorre lateralmente la ciudad y donde se pueden contemplar las hermosas vistas del antiguo teatro romano de Volterra. 

Teatro Romano y baños romanos al fondo

La construcción del teatro comenzó a principios del siglo I a. C. y está dedicada al emperador a Augusto. Se puede apreciar la cavea, conde aun son visibles 19 filas, y parte de la escena, que originalmente tuvo dos hileras de columnas de mármol de carrara con capitales corintios, y de la que solo se conservan actualmente seis de ellos. No obstante, si te fijas en el lado izquierdo de la escena, puedes imaginar como era en su momento completa.

Detrás del teatro se pueden ver aún las ruinas de los Baños romanos, construidos en el siglo IV D.C. Todavía se puede apreciar el frigidarium ( zona fría), y el tepidarium y calidarium (baños calientes).

Durante la edad media, la zona era usada como basurero, por lo que los restos del teatro y de los baños quedaron enterrados, no siendo redescubiertos hasta mediados del siglo XX.

Ya de retirada y antes de llegar al aparcamiento, recorremos la terraza sobre el Teatro romano para ver sus tiendas, en especial una joyería con orfebrería etrusca a unos precios prohibitivos... y nos encontramos con un taller de alabastro, y es que Volterra está unido al alabastro desde sus orígenes etruscos, de hecho, se dice que el alabastro de Volterra es uno de los finos y puros que existen. Este mineral, se saca de minas a cielo abierto cercanas a la localidad, y son extraídos, pulidos y decorados por los artistas locales. Se puede incluso encontrar un museo dentro de la ciudad dedicado al alabastro.

Y con esto dejamos Volterra, ponemos rumbo a San Gimiggiano.




















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