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CASTILLO DE CHAMBORD

CASTILLO DE CHAMBORD

El castillo de Chambord, es probablemente el castillo mas importante del Valle del Loira. Se encuentra cera de la localidad de Chambord, concretamente en el llamado Dominio de Chambord, una especie de coto en torno al castillo que fue creado históricamente por los distintos propietarios del castillo. Desde el año 1930 el castillo es propiedad del Estado francés.

Al llegar al castillo tienes que aparcar en unas parking de pago (6 euros al día) ya que no hay otro sitio donde aparcar. Su precio es relativamente aceptable, 9 euros los adultos y los niños gratis. Su horario es de 9 a 17 horas en los meses de Invierno y de 9 a 18 horas desde Abril hasta Septiembre. Pero después de lo mundano, entremos en esta maravilla de palacio...

Castillo de Chambord

La construcción de Chambord fue iniciada en el año 1519 por el rey Francisco I, y su destino no era otro que el placer y la gloria del Rey. La completa construcción del castillo llevó mas de trescientos años, y en ella tuvieron gran importancia las aportaciones tanto de Francisco I, como de su hijo Enrique II. Durante casi un siglo el castillo fue abandonado por los reyes y fue Gaston de Orleans (Infante de Francia) quien comenzó las obras de reconstrucción. Posteriormente Luis XIV continuó con las obras, obras que continuaron hasta su culminación final con el Mauricio de Sajonia, Mariscal de Francia y ministro de Luis XV.

A diferencia de los castillos de Villandry, Ussé o Chenonceau, el castillo de Chambord no posee unos jardines que te asombren, mas bien lo que tiene son unas grandes llanuras tanto en su parte frontal como trasera, rodeadas de bosque, que servían como coto de caza para los residentes del castillo.



Escalera de doble hélice
Pero lo que adolece de jardines lo gana en suntuosidad e ingenio en la construcción. 

El diseño original del castillo de Chambord fue hecho por Domenico da Cortona, pero fue cambiado durante su construcción, incluso se cree que Leonardo da Vinci estuvo implicado en el diseño original siendo invitado por el rey Francisco I. Leonardo vivió y trabajo allí los últimos tres años de su vida, en el castillo de Clos-Lucé, cerca de Amboise. 


En el castillo se destacan ocho torres inmensas, 440 habitaciones, 365 chimeneas, y 84 escaleras. Posee cuatro vestíbulos rectangulares en cada piso y en su centro contándolo todo una gran obra arquitectónica, la escalera de doble hélice.

La escalera está constituida por dos rampas que se superponen enlazándose alrededor de un núcleo hueco y calado. Si dos personas toman una rampa diferente se ven por las aperturas de subida, pero nunca se llegan a cruzar. Esta escalera era muy usada como juego durante las fiestas de la Corte.

Interior de la escalera de doble hélice


En la planta baja, además de la impresionante escalera de doble hélice, encontramos varias salas, en una de ellas con un vídeo donde explica como fue la construcción del castillo. Está muy bien enfocado al visitante porque hay un monitor subtitulado con los principales idiomas. Además de esta sala audiovisual hay varias salas de recepción

Sala de las cacerias


La primera sala que vemos en la planta baja es la sala de las cacerías, destacan además de las pinturas con motivos de caza, los cabezas de ciervos doradas a modo de trofeos. Las paredes son de terciopelo verde, resaltando el dorado del marco de los cuadros.






Sala de los Ilustres


Otra de las salas de la planta baja es la sala de los Ilustres, donde se encuentran retratos de varios reyes de la dinastía Borbónica, entre ellos Carlos X, último Rey de Francia.



En las zonas que comunican las distintas salas de todas las plantas del Palacio podemos encontrar grandes estufas de agua, que calentaban el palacio. Estas estufas son verdaderas obras de arte, ya que están realizadas de cerámica cada una de ella con motivos diferentes. También es de destacar el techo de las zonas de comunicación entre las salas, totalmente decoradas con los símbolos reales de Francisco I, "la F y la salamandra".





La primera planta del Castillo podemos descubrir los diferentes apartamentos amueblados de los siglos XVI al XVIII, asi como un museo dedicado al conde de Chambord. El conde de Chambord (Enrique) era nieto del rey Carlos X y recibió Chambord como regalo de nacimiento a través de una suscripción popular en 1821. En 1830 tuvo que exiliarse y administraba la propiedad desde su residencia austriaca. Conservaba Chambord porque siempre tuvo la esperanza de volver a Francia como Rey, con el titulo de Enrique V. Así que lo restaura y para rentabilizarlo lo abre al publico para rentabilizarlo. Cuando fallece en 1883 se apaga el ultimo heredero directo del rey Luis XIV.

La primera sala que vemos es la de francisco I, con paredes en rojo intenso en terciopelo y con la salamandra y la "F" en distintos lugares. A Francisco I le gustaba venir a Chambord a cazar con su circulo mas estrecho. Allí invitaba para deslumbrarlos a diplomáticos y embajadores. En el  año 1539 invitó a su gran rival, el emperador Carlos V.

Sala de Francisco I

La segunda sala es la habitación de la Reina, que comunicaba a través de un pasillo con la del Rey. Con una gran cama con dosel en terciopelo celeste, sus paredes combinan el terciopelo con grandes tapices. 

Sala de la Reina

Llegamos ahora a una gran sala llamada Apartamento del desfile. Como he comentado en alguna ocasión en la época del Rey Luis XIV, el Rey Sol, era costumbre que la Corte contemplase muchas de las mundanas costumbres de su Rey. Así, era un privilegio para ministres y hombres de la corte contemplar como se vestía el rey, como se acicalaba o como se bañaba. Estas acciones se realizaban en la sala del desfile, llamada así porque por ahí desfilaban los miembros de la corte.


Sala del Desf





Encontramos en este piso también la capilla y los apartamentos de invitados, muchos mas modestos. Es curioso ver como junto a los apartamentos de invitados, había unas pequeñas salas con unas camas diminutas. La finalidad de estas salas era dar acomodo al mayordomo de cada nombre que se alojaba en el castillo, y que debía estar muy cerca de su señor, para atender sus necesidades en todo momento y durante las 24 horas del día. En esta planta encontramos también un pequeño museo del conde de Chambord, último propietario del castillo, y último heredero directo de Luis X










Desde esta planta puedes acceder a distintas zonas de palacio por el exterior ya que las estancias tenian un acceso interior y otro exterior. Esto se realizó para que el Rey se pudiese mover por el castillo sin que nadie supiese donde iba. Utilizando estos corredores exteriores se contemplan las maravillosas escaleras exteriores del palacio.






Llegamos a la última planta del castillo, la segunda planta. En ella se puede encontrar un gran corredor con trofeos de caza, principalmente astas de venado. Junto a cada trofeo su lugar de procedencia, principalmente Francia, Polonia, Alemania y España.

Desde esta planta se acceden a las terrazas del castillo, donde puedes contemplar la inmensidad de esta castillo fascinante, que te dejará impresionado y del que sin darnos cuenta habíamos pasado más de 4 horas sin darnos ni cuenta.








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