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CUCURON

 


CUCURON


Llegamos a Cucuron y encontramos fácilmente aparcamiento junto a la
Bassin de l'étang, un gran estanque en medio del pueblo, que servía antiguamente para suministrar agua a los molinos de la ciudad y que está rodeado por enormes plataneros, y con varios restaurantes a su alrededor. Nos dirigimos a la oficina de turismo, pero no nos dieron mucha información, no tenían mapas y lo más que pudimos hacer es una foto a uno que tenían colgado.

CUCURON

                                                                                       
Cucuron es el típico pueblo provenzal, con una muralla en mejor o peor estado, con unas puertas de entradas al recinto amurallado, calles empedradas y coronadas por un castillo.









Entramos en la ciudad por la Puerta de Létang, por la que accedemos a las calle interiores. Una cosa curiosa que encontramos en Cucuron es que junto a cada calle, tienen colocadas fotografías de finales del siglo XIX y comienzos del XX, por lo que te puedes hacer una idea de como era el día a día en estos pueblos hace ya más de un siglo.








Al final de la misma llegamos a otra de las puertas antiguas de la ciudad, la puerta del reloj, donde se sitúa también el Ayuntamiento (Marie) de la población. Cruzando la torre y subiendo unas escaleras se accede al Donjon Saint Michell, que son los restos de la mazmorra del castillo medieval. 














Desde este punto hay unas vistas preciosas del pueblo por lo que merece la pena pararse un rato y disfrutarlas. En el mismo promontorio hay unos expositores que cuentan la historia de la última epidemia de peste que asoló la localidad y que provocó el fallecimiento de casi la mitad de la población, siendo uno de los pueblos más afectados de la zona, y perdiendo por ello la predominancia que hasta entonces tubo Cucuron en la zona.




















Volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos a través de la Rue de la Eglise, a la Iglesia de Nuestra Sra de Beaulieu, construida en el siglo XIII en estilo románico provenzal. De su interior, sobrio para lo que estamos acostumbrados, hay que destacar el retablo de mármol.





Si bordeas la iglesia por la izquierda y subes una pequeña pendiente, llegas a los restos del Chateau Vieux, y si bien los restos que quedan son pocos, las vistas del pueblo son realmente hermosas, y te permite contemplar Cucuron desde el lado opuesto al Donjon Saint Michell.


CUCURON DESDE EL CHATEAU VIEUX












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