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DOL DE BRETAGNA

DOL DE BRETAGNA



Cerca del Mont Sant Michel y camino de Rennes para ir a nuestro hotel, paramos en la localidad de Dol de Bretagna, habíamos leído levemente sobre ella, y como quiera que se aproximaba la hora de cenar, y las horas de cena son tan limitadas en Francia, decidimos hacer una parada, ver el pueblo y llenar el estomago.

Tengo que reconocer, que si bien no es una localidad como Dinan, o tan bonita como Rochefort, si es un pequeño pueblo que merece una parada si pasas cerca.

La historia de Dol de Bretagna se remonta al siglo VI cuando se convierte en uno de los primeros obispados de Bretaña, de la mano de Saint Samson, su primer obispo. Más adelante, entre el siglo IX y el XI, Dol será atacada, saqueada u ocupada por los vikingos y especialmente por los normandos, instalados precisamente en la región adyacente de Normandía.

Grande Rue des Stuarts

La ciudad deberá su esplendor a su situación a caballo entre Bretaña y Normandía, de la que la catedral construida esencialmente durante el siglo XIII es una buena prueba; pero seguirá sujeta a los ataques de diferentes bandos como el inglés, que durante la Guerra de los Cien Años llega a provocar un incendio que acabó con buena parte de la ciudad.

En 1790 los gobiernos revolucionarios decretan la desaparición del pequeño obispado de Dol, y la ciudad que queda relegada definitivamente a su condición de localidad de escasa relevancia. 

Hoy en día es una ciudad orientada la turismo, a caballo entre Dinan y Mont Saint Michel.

La ciudad gira en torno a la calle principal. llamada Grand Rue des Stuarts. En la misma encontrareis numerosas casas históricas del siglo XII al XVI con entramados de madera, pórticos y pilares. La casa des Petits Palets es una de las más antiguas de Bretaña: data del siglo XII.


Recorrimos la calle principal de arriba a abajo, viendo las casas con distintos colores, ocupadas en sus bajos con tiendas y restaurantes. Nosotros decidimos cenar en el restaurante La Table ronde, una restaurante donde puedes comer los famosos creppes, y carnes, todo ambientando en un entorno medieval, con caballeros, escudos medievales y una gran chimenea.








Después de cenar nos acercamos a la plaza de la catedral a través de las callejuelas cercanas.

La catedral de Saint-Samson, un orgullo del gótico bretón, y se comenzó en la época de máximo esplendor de la localidad, sglos XII y XIII, aunque no se terminó hasta el siglo XV. Destacta su fachada imponente y su torre inacabada por falta de fondos.






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