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MARKSBURG, BOPPARD, GEDEONSECK, SANT GOAR Y BACHARACH



MARKSBURG, BOPPARD, GEDEONSECK, SANT GOAR Y BACHARACH


Último día de viaje y nos adentramos en el Rhin para recorrer algunos de sus pueblos y castillos. Este es uno de los trayectos que hacen todos los barcos que anuncian como "cruceros por el Rhin", pues en su mayoría van desde Coblenza a Mainz, y que nosotros realizamos en coche. 


La primera parada es el Castillo de Marksburg, impresionante fortaleza a orillas del Rhin. 

Marksburg

Marksburg, a unos 15 kilómetros de Coblenza, es el único castillo en altura del Rhin que nunca ha sido destruido, habiendo estado habitado desde hace más de 700 años. Se erige alto sobre el poblado de Braubach y es una de las atracciones turísticas del "Alto Valle del Rhin Medio".

Vista desde el Rhin del Castillo de Marksburg



Fue construido alrededor del año 1100 por la familia Eppstein para proteger la ciudad de Braubach y reforzar las instalaciones aduaneras. Los Eppsteins eran una familia de gran importancia en la región, con varios miembros que se convirtieron en arzobispos de Mainz (Maguncia) y Trier (Tréveris). En 1283, el conde Eberhard de Katzenelnbogen lo compró y durante todo el siglo XIV y XV reconstruyeron y ampliaron el castillo. En 1429 la línea masculina de los Condes de Katzenelnbogen se extinguió, y los territorios fueron a parar al conde de Hesse, que amplió el castillo para dar cabida a la artillería y añadió las torres circulares de la pared exterior. El emperador francés Napoleón se apoderó de el y dio el castillo de Marksburg a su aliado el duque de Nassau quien utilizó el castillo como prisión y como un hogar para los soldados discapacitados.

Vistas del Rhin desde el Castillo
Después de la Guerra Austro-Prusiana de 1.866, el ducado de Nassau se convirtió en un territorio de Prusia, que tomó posesión de Marksburg. Por último, señalar que fue vendido en 1900 por un precio simbólico de 1.000 Marcos a la Asociación Alemana Castillo, que se había fundado un año antes como una iniciativa privada para preservar castillos en Alemania. En marzo de 1945, el castillo fue dañado en gran medida por la artillería estadounidense disparado desde el otro lado del Rin por lo que tuvo que ser reparado tras a posguerra. 

El coste de la entrada al castillo es de unos 8 euros y es una visita guiada en alemán, aunque el guía de vez en cuando cuenta algo en inglés. La verdad es que es una pena, porque el guía hablaba perfectamente inglés, pero por lo visto no era su cometido hacerlo en otro idioma distinto al alemán, aunque eso sí, te dan un folio en español que por lo menos te sirve para orientarte. Las visitas son cada hora, así que si llegas antes tendrás que esperar...


La entrada al castillo comienza por la llamada Torre del Zorro por la que se accede al castillo, justo detrás se encuentra situada la buharda, una pequeña apertura por donde echaban piedras o agua caliente sobre los enemigos. Tras esta puerta la Casa del vigía que daba entrada ya a la residencia señorial, el alojamiento más antiguo del castillo. Dentro encontrareis en primer lugar la batería de cañones y un jardín donde se cultivan las mismas plantas medicinales que se cultivaban en la Edad Media. Tras rodear el jardín accederéis a las salas del castillo.

Alojamientos privados








Ya dentro del castillo veréis varias salas, la bodega, la cámara (cuarto de estar), la sala señorial, capilla, cocinas, y la armería. Por último visitamos el torreón, la parte mas antigua del castillo del siglo XIII, donde se refugiaban los habitantes cuando el castillo era atacado. Una última sorpresa nos aguardaba antes de abandonar el castillo, en la cuadra se puede ver una exposición de instrumentos de tortura... Hay que ver las cosas que se inventaban para martirizar a la gente.


Boppard y el Gedeonseck

Tras abandonar el Castillo de Marksburg nos dirigimos hacia la localidad de Boppard al otro margen del río, para lo cual hemos de tomar una de las barcazas que lo cruzan  y que te permiten ahorrar varios kilómetros de carretera y más de 40 minutos de trayecto. Tras cruzar el río nos dirigimos a contemplar una de las vistas mas maravillosas del viaje, el Gedeonseck. Es fácil de llegar, esta situado a 4 kilómetros de Boppard dirección Coblenza. Cuidado que no se te pase, debes buscar la salida a la altura de la calle Mühltal. Es un camino lleno de curvas pero como se puede ver en las fotos la vista merece la pena. Arriba encontrarás un restaurante, por lo que si vas en verano es una oportunidad de comer con unas vistas increíbles.

GedeonsEck





Boppard

Tras visitar el GedeonsEck nos adentramos en la localidad de Boppard, una pequeña ciudad que vive del turismo que le provoca estar a orillas del Rhin, siendo uno de los lugares que es constantemente visitado por los cruceros que recorren el río.

Karmeliten Kirche
Boppard fue fundada por los romanos. En la Alta Edad Media, durante la dinastía merovingia se convirtió en un lugar de residencia real. Constituyó también en la Edad Media un centro comercial de considerable importancia y, durante la dinastía imperial de los Hohenstaufen, obtuvo la condición de ciudad libre imperial. Sin embargo en 1312 el emperador Enrique VII concedió la ciudad a su hermano Balduino, arzobispo elector de Trier, y permaneció en posesión de los electores hasta su absorción por Francia durante el periodo revolucionario. En el Congreso de Viena de 1815 fue asignada a Prusia.


Pfarrkirche Sankt Severus

Pudimos visitar la Karmeliten Kirche (Iglesia de los Carmelitas), una pequeña iglesia al borde del río con un interior pintoresco, repleto de estandartes de la ciudad. Posteriormente puedes darte un paseo por sus calles, salpicadas de casas de madera con varios siglos de antigüedad. 















No dejes de visitar la Pfarrkirche Sankt Severus, situada en la Markplatz de la ciudad, verdadero centro neuralgico de la villa y donde encontrarás la oficina de turismo.




Sankt Goar

Vistas de Sankt Goarhausen desde el puerto de Sankt Goar


A pocos kilómetros de Boppard y por la misma rivera del río encontramos la localidad de Sankt Goar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2002.


Katz Eltz


Sobre la ciudad se encuentran las ruinas de Burg Rheinfels, uno de los castillos más famosos en el curso medio del Rhin. Al otro lado del río se encuentra la ciudad hermana de Sankt Goarshausen con sus propios castillos, Katz y Maus, al borde del macizo Taunus.

El famoso acantilado Loreley está muy cercano, aguas arriba sobre la margen derecha.




Loreley es el nombre de un gran saliente rocoso que está a unos 120 metros de altura, situado a orillas del río Rhin en la zona de las montañas Taunus. 

La razón por la cual dicha piedra sigue siendo hasta la fecha conocida, es por ser el punto de referencia de una antigua leyenda de la Europa medieval.


Os transcribo un poco de la historia de la Roca Loreley:

"Debido a la cantidad de accidentes navieros cercanos a dicho peñasco  surgió una leyenda en torno a él. Se empezó a contar la fábula de que aquella roca era frecuentada por un ser mitológico, una sirena que poseía una belleza y cualidades vocales tan impresionantes, que en cuanto comenzaba a susurrar sus hipnóticas canciones, los navegantes se sentían atraídos irremediablemente a ella.
La leyenda nos habla de que no era la dificultad del río sino una sirena la que atraía a los navegantes con sus cantos y encantos... extrañas canciones de melancolía que Loreley entonaba mientras peinaba sus cabellos rubios. Y los hombres del río, en vez de atender a las traicioneras corrientes, miraban hacia arriba, a la cima donde se encontraba la sirena, suspendidos en sus cantos, hasta que naufragaban. Era entonces cuando comprendían la tristeza de las canciones de Loreley atrapada en su trágico destino de seducción y muerte.

De esta manera, el nombre Loreley  deriva del término alemán “lorlen” (que significa “susurrar”) y de la voz que los habitantes de la zona emplean para denominar a las rocas o piedras “ley”. Combinadas, producen el resultado etimológico del nombre Loreley, que se podría traducir como “La roca del susurro”. Pronto esta sirena ficticia que gustaba de morar y cantar en aquella roca, también adoptó el mismo nombre de Lorelei.
Loreley era una hermosa muchacha que al ser traicionada por el hombre que amaba, se arrojo desde el acantilado que lleva su nombre, no sin antes posar por última vez sus tristes ojos repletos de lágrimas en el castillo de su amado, situado justo al otro lado del río.
Debido a esa traición se cuenta que su imagen brillaba en lo alto del acantilado, atrayendo a los jóvenes hasta ella haciéndolos caer por el hasta las oscuras aguas del Rhin.
También se cuenta que convertida en sirena, atraía a los navegantes hacia las rocas, haciéndolos naufragar.
Su última víctima fue Ronald, apuesto joven hijo de un noble, que seducido por su belleza, quiso conocerla. Pero lo único que obtuvo fue el mismo destino que los demás. Su padre al enterarse, ordenó a los soldados que le trajeran a la asesina de su hijo y le hicieran lo mismo. Los soldados la acorralaron y esta antes de ser presa, salto al río, desapareciendo en sus oscuras aguas.Desde entonces no volvió a ser vista. Tan solo se oye su canto que se repite como eco entre las rocas que lleva su nombre"


Bacharach


Finalmente y como ultima parada del viaje pudimos visitar una de los pueblos mas bellos del Rhin, repleto de casas centenarias de fachadas de madera entramadas, palacios, las ruinas de la capilla de San Werner o el castillo de Stahleck (Burg Stahleck) que domina una vega repleta de vides.

























Por poneros en antecedentes, deciros que Bacharach estuvo habitada desde épocas romanas, denominándose Baccaracum, lo que significa la finca de Baccarus, para pasar posteriormente a estos al dominio de los francos, los merovingios. Durante la edad media perteneció a los arzobispos de Colonia, construyéndose por entonces el Castillo de Stahleck, para defender las rutas comerciales del Rhin. La ciudad sufrió mucho durante la guerra de los treinta años que asolo Europa, fecha en la que fueron destruidas muchas de sus edificaciones. Pasó a ser francesa durante los años posteriores a la revolución francesa, y posteriormente tras el congreso de Viena a Prusia. La caída de los precios del vino, origino la decadencia de la ciudad, y solo el resurgir del turismo ha vuelto a llevar la prosperidad a la localidad.


No dejes de ver la cantidad de torres amuralladas que rodean la ciudad y que la defendían en la Edad Media, así como la iglesia de San Pedro. Las casas podrás encontrarlas en la zona entre la Oberstrasse y en la Marktplatz.




Visitar el pueblo es muy fácil ya que puedes encontrar por todo el pueblo indicaciones sobre las casas más importantes, además rutas de senderismo por las que moverte.

Bacharach es sin ningún lugar a dudas parada obligada si pasas por el Rhin








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