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domingo, 12 de agosto de 2018

AMARANTE

AMARANTE


Amarante fue una de las sorpresas agradables en nuestro viaje al norte de Portugal, una ciudad pequeña pero encantadora, , con un casco histórico pequeño pero con rincones muy bonitos.

Amarante se encuentra a orillas del río Tamega, aproximadamente a una hora de Oporto. Su historia se remonta a la edad de piedra, pero comienza a tener relevancia con la visita de San Gonzalo tras su peregrinación a Tierra Santa. Como curiosidad hay que decir que San Gonzalo es el San Valentin portugués, por lo que hasta este pueblo llegan en peregrinación solteros en busca del amor.

Llegamos a Amarante y aparcamos en uno de los aparcamientos cercanos al centro histórico, y lo primero que nos encontramos es un yacimiento arqueológico a los bajos de una casa. Se trata del Solar dos Magalhaes, o la Casa de los Magallanes, es famosa porque en esta casa fue donde los habitantes de Amarante hicieron frente a las tropas francesas durante las llamadas guerras peninsulares (lo que para nosotros fue la guerra de la independencia de 1812 contra los franceses).

Iglesia de Santo Domingo
Unos metros más adelante encontramos una pequeña iglesia, que estaba cerrada, la Iglesia de San Pedro, y un poco más adelante la Rua 5 de Octubre, calle peatonal con comercios. 

En seguida entramos en la plaza principal y con mayor encanto del pueblo, la Plaza de la República, donde se encuentra la Iglesia y monasterio de San Gonzalo, y un hermoso mirador al Río Tamerga y al puente de San Gonzalo. 



Desde aqui vemos también la Iglesia de Santo Domingo ( o de nuestro Señor de los Afligidos) que se alza sobre una loma, justo encima del monasterio de San Gonzalo.

Iglesia de San Gonzalo

La Iglesia de San Gonzalo, es la iglesia principal de la localidad y pertenecía a un enclave eclesiástico mayor que incluía el monasterio del mismo nombre.

Actualmente puede visitarse la Iglesia junto al claustro y la sacristía del monasterio, mientras que el resto del monasterio se ja convertido hoy en día en un museo.

El Monasterio de São Gonçalo fue fundado en 1543 por João II y fue termiando en el años 1620.




Interior de la Iglesia






















Destaca por su pórtico lateral del Renacimiento italiano. Justo encima de dicho pórtico podrás ver una galería abovedada de unos 30 metros de altura, engalanada con estatuas del siglo XVII de João II y otros reyes que gobernaron durante la construcción de este monasterio, tales como Sebastião, Henrique y Felipe I (Felipe II de España). Dichas estatuas se pueden apreciar muy bien desde el camino empinado por la que se acceder a la Iglesia de Santo Domingo, ubicado en un lateral de la iglesia.


En su interior se haya un impresionante altar barroco dorado, y un órgano sostenido por unos gigantes con cola de pescado, y la tumba de Gonçalo, ubicada en una pequeña capilla.

Según cuenta la leyenda, las personas que vienen en busca de pareja verán su deseo concedido en un año si tocan la estatua que hay justo encima de la tumba.

Tumba de San Gonzalo





Tras la visita a la iglesia, entramos en una de las partes visitables del monasterio, el claustro de un estilo bastante sobrio. Desde uno de los rincones se puede ver el campanario que se incorporó en el siglo XVIII. 



Claustro



Desde el claustro se accede a la sacristía, presidida por un gran Cristo y cuadros barrocos, y con las paredes laterales adornadas con azulejos típicos portugueses. El resto del monasterio pertenece ahora al Museo de Souza Cardoso, uno de los artistas más importantes de Amarante.


Sacristía

Nuevamente en el exterior de la Plaza de la República, contemplamos las vistas desde el mirador. Al otro lado del puente de San Gonzalo. se encuentra la Casa da Calçada, del siglo XVI y hoy convertida en un hotel.

Casa da Calçada
Puente de San Gonzalo


Cruzamos el puente de San Gonzalo actual es una reconstrucción del año 1873, que se reconstruyó tras el hundimiento del puente original del siglo XIII. El puente es un monumento de la localidad y un símbolo de la residencia del pueblo de Amarante contra la invasión francesa.

Las vistas desde el puente sobre el río Tamerga son preciosas, y merece la pena pasear tranquilamente y disfrutar de ellas.




Cruzamos el río Tamerga y nos tomamos un café y unos pasteles en la pastelería mas antigua de Amarante, la Confeitaria da Ponte, donde sentarte tranquilamente con unas vistas maravillosas, y es que en Portugal hemos encontrados excelentes pastelerías a precios muy económicos.

Puente de San Gonzalo

Museo da Souza Cardoso

Una de las cosas que puedes hacer que es muy relajante y desde donde apreciar la belleza de Amarante es dar un paseo en barca de pedales por el río Tamega. Las encontraras a la izquierda del Monasterio de San Gonzalo, bajando unas escaleras. pasaras por delante de la fachada lateral de monasterio, donde hoy se encuentra la entrada del Museo da Souza Cardoso.







Durante unos cuarenta minutos paseamos en barca por el río y las vistas tanto del monasterio, como de ambas riberas del río son dignas de verse.






Monasterio de San Gonzalo


Después de un buen rato volvemos sobre nuestros pasos hacia la Plaza de la República, pero en vez de volver por la Rua 5 de Octubre, subimos por la escalinata hacia la Iglesia de Santo Domingo. Desde aquí se pueden contemplar perfectamente la galería abovedada de la Iglesia de San Gonzalo, con las estatuas de los reyes portugueses.






Con esto termina nuestra visita a Amarante, una de las más gratas sorpresas de nuestro viaje a Portugal, que sin duda merece una visita, de al menos un día.

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