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TEMPLO DE PHILAE

 TEMPLO DE PHILAE Y TEMPLO DE KOM OMBO


EL TEMPLO DE PHILAE

Tras la visita a Abu Simbel, volvemos a Aswan, haciendo antes una parada en uno de los templos más bonitos del viaje, el Templo de Philae, llamado así porque estaba situado sobre la isla de Philae, por encima de la primera catarata. Tras la construcción de la presa de Aswan, la Unesco traslado pieza a pieza el Templo al islote cercano de Agilkia.

El Templo de Philae, como el resto de templos que veremos a lo largo del viaje, corresponden ya al periodo helenístico, es decir, al periodo final de Egipto como reino independiente, época en la que los faraones tenían ascendiencia griega, ya que eran descendientes del general griego Ptlomeo, heredero de parte del imperio de Alejandro Magno. Por esta razón al periodo heleno de Egipto también se le conoce como Ptlomaico.

El Templo está dedicado a la Diosa Isis, esposa de Osiris, quien se refugió en la isla de Philae para reconstruir el cuerpo de Osiris, que había sido asesinado y descuartizado por su hermano Set. El culto a Isis, se produjo a partir de la dinastía XXX, es decir al periodo final del Egipto independiente, pero curiosamente se expandió por el mundo romano tras la conquista de Egipto, de hecho el propio Templo fue ampliado por los propios emperadores romanos. Su culto, como he dicho antes, se expandión por todo el imperio hasta qel siglo vi, cuando el emperador romano de oriente, Justiniano I lo proscribió.

Tras ese periodo, el templo fue usado como iglesia cristiana hasta el siglo XII, cuando fue abandonado al convertirse Egipto por completo en un pais musulmán.

La visita, una de las de mayor encanto del viaje, empieza cerca de la antigua presa de Aswan, desde tomamos unas pequeñas barcas a motor que nos llevaran hasta la isla de Agilkia. Durante el trayecto de unos diez minutos, se disfruta de la vista de los islotes que se han creado con el recrecimiento de la presa. Rápidamente vemos la silueta del Templo, que se eleva sobre la isla, y la recorremos por uno de sus lados hasta un embarcadero, donde se acumulan decenas de barcazas.

Al bajar nos damos cuenta que la visita va a ser mucho más tranquila que la de Abu Simbel, pues por la hora que es, las 13 horas, la orda de turistas ya ha pasado. Y así es, conforme entramos, nos encontramos con un templo que está prácticamente para nosotros,... una gozada.

   
Templo de Philae


Columnas del Dromo de Augusto

Nos adentramos en el Templo y lo primero que vemos es el primer pilono. Un pilono es construcción maciza de forma piramidal que franquea la entrada de los templos del antiguo Egipto normalmente decorada con la imagen del faraón que lo construyó. En el templo de Philae, el primer pilono está precedido por una plaza con columnas a ambos lados llamada "Dromo". Este dromo tiene 2 pórticos, uno a cada lado de la plaza con un total de 32 columnas. Como antes comenté, este dromo no fue obra de los faraones egipcios, sino de un emperador romano, Augusto, y es una muestra más de como se extendió el culto a Isis entre los propios romanos.


Primer pilono, con el Dromo de Augusto




Detalle del Primer Pílono
El primer pilono es obra de Nectanebo I. Tiene 45.5 metros de largo y 18 metros de altura. Los relieves de la fachada muestra al rey Ptolomeo XII Neos Dionysos matando a los enemigos cautivos en presencia de Horus, de Hathor y de Isis. En muchos lugares veremos que los relieves están picados, especialmente las caras, ello es debido a que durante las primeras épocas cristianas, los recintos se usaban como iglesias, y se destruían al considerarse esculturas paganas.

Leones Nubios


El nivel superior de este primer pílono, observamos distintas escenas esculpidas del faraón haciendo ofrenadas a los Dioses.

Custodiando la puerta de entrada se yerguen dos leones de arte meroítico nubio, que todavía permanecen en su lugar original. Sin embargo, los dos obeliscos con los cartuchos grabados de Ptolomeo y Cleopatra que se alzaban en este mismo lugar, se encuentran hoy en Inglaterra y son precisamente los que sirvieron a Champolion para descifrar la clave de la escritura Jeroglífica.



Pronao del Patio de Ptolomeo VIII
Pasamos una puerta y entramos en el segundo pilono, que es un poco más pequeño que el primero, mide 32 x 22 m. Su base está más elevada que el primer pilono, ya que se asienta sobre un cimiento natural de roca granítica y por eso para acceder al interior del Templo hay una rampa escalonada. En el pilono hay representado relieves con el faraón Ptolomeo XIII junto a Isis y Horus. A sus pies hay una gran piedra, llamada "estela de Ptolomeo VI Filométor", que fue tallada sobre la roca viva del cimiento. Esta estela conmemora la donación de tierras al templo y las exenciones fiscales concedidas al clero por este rey. Subiendo esta escalinata cruzamos el dintel bajo la protección del disco alado de Amón y entramos en el santuario de la diosa propiamente dicho. A esta zona del templo sólo podían acceder el faraón y los miembros del clero sacerdotal.

Entre el primer y el segundo pilono se encuentra un patio, mandado construir por Ptolomeo VIII y concluido por el emperador romano Tiberio. En el patio encontramos un pronaos y 3 cámaras de Ptolomeo VIII Evergetes II. Está dedicado a Isis y posee grabados con escenas de la juventud de Hathor.





Acceso al Santuario
Subiendo esta escalinata cruzamos el dintel bajo la protección del disco alado de Amón y entramos en el santuario de la diosa propiamente dicho. A esta zona del templo sólo podían acceder el faraón y los miembros del clero sacerdotal.

La primera de las salas del santuario es la Sala Hipóstila, por la que entraba la luz a través de una claraboya. Tiene diez columnas papiriformes, que en la antiguedad al igual que las paredes estaban policromados. El techo de la sala hipóstila. estaba representadas las deidades astronómicas, como la diosa Nejbet, representada por un buitre, que protegía el cielo.

Detrás de la sala hipóstila hay una sala pequeña oscura, donde estaba la estatua del Dios, que solía ser de madera o piedra y a la que a ves le acompañaba su barca procesional. Aquí era donde el sumo sacerdote realizaban rituales tres veces al día, al amanecer, al mediodía y al atardecer. Las puertas de las salas se abrían y la estatua del Dios era atendida, lavada, purificada, vestida y maquillada. A continuación se hacían las ofrendas al Dios de incienso, flores, y diferentes tipos de alimentos, para finalmente volverse a cerrar las puertas hasta el siguiente ritual.


 


Dejamos ya la zona del Templo y nos dirigimos hacia una especie de templete que se encuentra en el exterior, el llamado Quiosco de Trajano. El nombre de Quiosco, se debe a que es un templete pero sin techo. Fue construido por el emperador Trajano, y posiblemente era el lugar donde se guardaba la barca ceremonial de la Diosa Isis. 







Seguimos dando una vuelta por el Templo, hasta que toca la hora de volverse... La vuelta la volvemos a hacer en barca, por el otro lado de la Isla, que deja imágenes inolvidables del Templo...sin duda uno de los más bellos de Egipto.








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