VISITA AL CASTILLO DE BRAN
RUMANIA
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Castillo de Bran |
El castillo de Bran es una de las atracciones turísticas más famosas de Rumanía, pues se aduce falsamente, que era uno de los castillos donde residía Vlad el Empalador, personaje histórico en el que se basa el personaje literario de Drácula.. Y digo falsamente, porque históricamente nunca vivió allí. De hecho el valor del catillo como baluarte militar fue bastante efímero y nunca estuvo habitado de forma permanente.
El castillo está situado en Bran, una pequeña localidad a escasos 30 minutos de Brasov, en plena Transilvania y en plenos Cárpatos. Si llegas en coche, encontrarás varias aparcamientos, todos ellos de pago, cerca del castillo. La entrada puedes adquirirla previamente en su web, https://bran-castle.com, su precio es al cambio unos 14 euros y su horario varia en función del horario de invierno y verano, por lo que te recomiendo lo mires previamente en la web.
La tradición dice que Bran Stoker se inspiró en este castillo para escribir la novel de Drácula, básicamente porque es el único en Rumanía que se ajusta a la descripción que el autor hizo en su novela, pero realmente son suposiciones porque Bram Stoker nunca estuvo en Rumanía y las descripciones las hizo en base a dibujos que fue encontrando.
Pero antes de entrar en la visita propiamente dicha, hay que conocer un poco la historia del castillo.
Su historia comienza a comienzos del siglo XIII con los caballeros teutónicos, una orden religiosa católica, formada por cruzados alemanes, que recibieron la encomienda de la defensa de la zona por parte del Rey Luis II de Hungría. Unos años después de esta encomienda, los teutones erigieron una fortaleza en este emplazamiento
Un siglo más tarde, el rey húngaro Luis el Grande, Luis I de Anjou, emitió un documento que concedía al pueblo de Brasov el privilegio de construir un castillo. A través de este documento, se instaba a los sajones de Transilvania ("Sachsen", población de origen alemán que llegó a Transilvania en el siglo XII), de la región que abarca Brasov, a participar en la construcción del Castillo de Bran.
En 1388 se completó la construcción del castillo. Tenía una doble función, la de aduana (con el 3% de las mercancías que entraban y salían de Transilvania) y la de fortaleza para contenerla expansión del Imperio Otomano. El castillo era habitado por soldados y por un comandante elegido por el Rey entre los sajones de la zona.
A partir de mediados del siglo XV entra en escena el famoso Vlad Tepes, también conocido como Vlad el Empalador, que estuvo enfrascado en luchas intestinas contra los otomanos y contra los propios habitantes de las ciudades de Brasov. A raíz de la lucha contra la ciudad de Brasov, y por las atrocidades cometidas por Vlad contra los sajones, fue por lo que cogió fama de sanguinario.
Durante el siglo siguiente, las autoridades de Brasov, adquieren en arrendamiento el castillo de Bran y lo mantienen en ese régimen durante siglos. En este periodo se construye la torre baluarte y se renueva y reconstruye el castillo. Durante los siguiente siglos el castillo comienza a perder importancia tanto militar como administrativamente, pues tanto las fronteras se trasladaron, como el factor económico aduanero decayó.
Después de 1918, Transilvania pasó a formar parte de la Gran Rumania. En 1920, los ciudadanos de Brașov, ofrecieron el castillo a la reina María de Rumania, que
lo convirtió en su residencia favorita, tanto es así que lo restauró y lo arregló para que fuera utilizado como residencia de la familia real. De hecho, el corazón de la Reina María de Rumanía descansa en una urna dentro del propio castillo.
Volviendo a la visita, tras pasar por las taquillas hay una zona con tiendas y puestos de souvenirs y dos caminos, el primero, empedrado y empinado se dirige hacia la visita del castillo, mientras que el segundo, se dirige a los jardines, desde donde se pueden hacer las mejores fotos del baluarte.
Tras la visita a los jardines, subimos la rampa y entramos en el castillo. Lo primero que hay que saber es que gran parte de las 57 habitaciones del castillo están decoradas con mobiliario de época del Rey Fernando y la Reina María, es decir predomina la decoración de comienzos del siglo XX sobre los elementos medievales. No esperes encontrar un castillo medieval, en realidad estas contemplando un castillo reconstruido por fuera y por dentro en los siglos XIX y XX.
Hay muchas y variadas habitaciones, bibliotecas, salas de reuniones, dormitorios, y salas de música, todo lo necesario para el día a día de las monarquías de comienzos del siglo pasado.
También hay una escalera de piedra secreta entre las 57 cámaras del interior, pero era tan estrecha que solo podía pasar una persona a la vez. El pasillo secreto conecta la primera y la tercera planta, aunque ya no es secreto. La entrada a la escalera secreta estaba escondida detrás de una antigua chimenea. Se descubrió en la década de 1920, mientras la reina María renovaba el castillo.
En la zona superior del castillo, también encontramos una parte dedicada a las leyendas de Drácula e incluso una sala de tortura... En una de las salas se encuentra el corazón de la Reina María. Antes de su muerte, en 1938, la reina pidió que su corazón fuera enterrado en una capilla del pueblo de Balchik, cerca del Mar Negro, donde su familia poseía un palacio que era el lugar de verano favorito de la reina. El corazón se colocó en el castillo de Bran cuando la reina regresó a Bulgaria en 1940. Tras esta zona, comenzamos a bajar por varios pasadizos que llevan al patio de armas,una de las zonas mas llamativas y fotografiadas del castillo.
Aquí encontramos dos elementos muy llamativos, el Torreón y el Pozo de Agua. La enorme estructura redonda del Torreón está construida con una mezcla de madera y piedra. La actual torre es una reconstrucción de 1953, pues la original fue destruida por un rayo.
En el centro del patio de armas se encuentra un antiguo pozo de agua. Cuando se construyó la fortaleza en el siglo XIV, se perforó un pozo de 18 metros de profundidad a través de la roca sólida. También había un espacio secreto en la roca justo por encima del nivel del agua, que se utilizaba para esconder los tesoros del castillo en caso de invasión.
Tras el patio de armas, se abandona el castillo a través de la tienda recuerdos. Es recomendable dar un paseo por los jardines, pues es el lugar desde donde se pueden sacar las mejores fotos.
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