IGLESIA FORTIFICADA DE VISCRI

LA IGLESIA FORTIFICADA DE VISCRI

Iglesia Fortificada de Viscri

A pocos kilómetros de la ciudadela de Rupea, se encuentra una de las iglesias fortificadas más emblemáticas y reconocidas como Patrimonio de la Humanidad: la Iglesia Fortificada de Viscri. Situada en el pintoresco pueblo homónimo, a unos 40 kilómetros de Sighisoara, esta joya arquitectónica es una parada obligatoria para los amantes de la historia y los paisajes rurales.

Cómo llegar

Al llegar a Viscri, es importante saber que no está permitido estacionar dentro del pueblo. Encontrarás un parking a las afueras, desde donde comienza un agradable paseo de 10 minutos por una vereda que atraviesa la aldea. Este trayecto te sumergirá en un entorno detenido en el tiempo: granjas, cultivos, y encantadoras casas y graneros de madera que reflejan la esencia de la vida rural en Transilvania.

Una iglesia elevada y única

La iglesia se alza sobre una colina que domina el pueblo, fácilmente identificable gracias a su muralla blanca y los característicos tejados de madera y pizarra. Construida en el siglo XIII por sajones alemanes, comenzó como una iglesia románica y evolucionó a lo largo de los siglos. 

En torno al año 1500, se fortificó para proteger a la comunidad, añadiendo murallas y una torre del homenaje con fines defensivos. Con el tiempo, las defensas fueron desmanteladas y reutilizadas como almacenes, y la iglesia pasó de ser católica a protestante.

La visita

Para entrar al recinto, debes adquirir tu entrada en una casa junto a la puerta principal. El acceso se realiza por el muro suroeste, flanqueado por dos imponentes torres y baluartes. Al cruzar el umbral, te recibe un espacio que parece sacado de otra época: la muralla defensiva rodeada de estancias que antiguamente funcionaban como viviendas y almacenes.

En el centro del recinto se encuentra la iglesia, una auténtica joya que conserva su mobiliario original y detalladas inscripciones pintadas sobre madera, ofreciendo un vistazo a la vida de la comunidad sajona. Desde la iglesia, un acceso lateral te lleva a la torre del homenaje, cuya cima ofrece vistas impresionantes de toda la estructura y el pueblo circundante.

Otros rincones por descubrir

Además de la torre del homenaje, puedes explorar la torre sur, situada fuera de la muralla. Con tres plantas y una aspillera defensiva en su parte superior, esta torre es otro ejemplo del ingenio arquitectónico de la época. Las estancias de la muralla albergan talleres que recrean oficios tradicionales como carpintería, alfarería y herrería, sumergiéndote aún más en la atmósfera histórica.

Una despedida memorable

Tras explorar todos los rincones de la iglesia y empaparte de su historia, el regreso por la encantadora vereda hacia el parking será la despedida perfecta de esta visita. Desde allí, Viscri te invita a continuar tu aventura hacia la mágica ciudad de Sighisoara, otra joya de Transilvania.

Consejo: No olvides llevar calzado cómodo y tu cámara para capturar la esencia de este lugar único. Viscri te transportará a un capítulo de la historia que no querrás olvidar!