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lunes, 3 de marzo de 2025

BUCOVINA: MONASTERIO DE VORONET Y MONASTERIO DE HUMOR

Descubriendo la Bucovina: Una Ruta por los Monasterios Pintados

Tras visitar el impresionante Monasterio de Neamț en la región de Moldavia, Rumania, decidimos hacer noche en Gura Humorului, una pequeña ciudad sin grandes atractivos en sí misma, pero estratégicamente ubicada a solo cinco minutos del primer monasterio que queríamos explorar en Bucovina: el Monasterio de Voroneț.

Elegimos el Hotel Bucheland para nuestra estancia. Se trata de un alojamiento cómodo y bien ubicado, con un restaurante que ofrece una agradable terraza donde cenar. La relación calidad-precio es bastante buena, y como dato curioso, su nombre, "Bucheland", significa "Bucovina" en alemán.

Monasterio de Voronet

Un Poco de Historia: La Bucovina y su Pasado Agitado

Bucovina es una región histórica del este de Europa, actualmente dividida entre Ucrania y Rumanía. Su historia es fascinante: pasó del dominio turco al austriaco, permaneciendo bajo este último hasta el final de la Primera Guerra Mundial, cuando se integró en Rumanía. Sin embargo, en 1941, las tropas soviéticas invadieron la región, y tras la Segunda Guerra Mundial, Bucovina quedó dividida: el norte pasó a formar parte de la República Socialista de Ucrania, mientras que la Bucovina del Sur permaneció en Rumanía.

Hoy en día, la región es famosa por sus monasterios pintados, joyas del arte bizantino de los siglos XV y XVI. En una época en la que la mayoría de la población era analfabeta, estas pinturas servían para narrar historias bíblicas, reforzar la presencia de la Iglesia y adoctrinar al pueblo. Uno de los aspectos más llamativos es que las pinturas en la cara sur de los monasterios se han conservado mejor que las del lado norte, debido a la exposición al frío y la humedad.

A pesar de que los Monasterios de Bucovina quedan fuera de los circuitos turísticos más habituales de Rumanía, que suelen centrarse en Transilvania, estos templos atesoran verdaderas joyas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Para quienes desean conocer la dimensión cultural de la Iglesia Ortodoxa en el este de Europa, esta ruta es una visita imprescindible.

Plan para un Día en Bucovina

Si aprovechas la luz del día y has dormido cerca de Voroneț la noche anterior, es posible visitar los seis monasterios principales en un solo día: Voroneț, Humor, Arbore, Putna, Sucevița y Moldovița. Esto te permitirá obtener una visión muy completa de la zona y su riqueza artística.

Visita al Monasterio de Voroneț

Por la mañana, tras un buen desayuno, en apenas cinco minutos llegamos al Monasterio de Voroneț. Aparcamos cerca, en un amplio estacionamiento donde se puede dejar el coche por menos de un euro. Desde allí, un camino repleto de tiendas de souvenirs nos conduce a la entrada del monasterio, lo que deja claro que es uno de los más visitados de Bucovina.

El Azul de Voroneț: La Capilla Sixtina del Este


El Monasterio de Voroneț es el más famoso de la región, en gran parte gracias a su icónico azul inimitable, conocido entre artistas y pintores de todo el mundo. Fue construido en 1488 por Esteban el Grande en tan solo tres meses y tres semanas, como agradecimiento por la victoria en la batalla de Vaslui. Según la leyenda, Esteban, en plena crisis de fe durante la batalla contra los turcos, recibió el consejo espiritual del ermitaño Daniel, quien lo motivó a continuar. Tras ganar la batalla, Esteban erigió el monasterio en honor a San Jorge y nombró a Daniel su primer abad.






Explorando el Recinto del Monasterio

Después de comprar la entrada, cruzamos las puertas y nos encontramos con la iglesia en el centro del recinto, rodeada por jardines impecables. A su alrededor, dentro de los muros amurallados, se hallan los edificios de servicio y las celdas de los monjes.

La Arquitectura de la Iglesia

El templo está dividido en varias secciones:

  • Pórtico o nartex exterior: Una zona techada con columnas y arcos abiertos, característica de la arquitectura ortodoxa.

  • Nartex o pronaos: Conecta el exterior con el interior sacramental de la iglesia. Aquí, un monje o monja suele vigilar la entrada de los visitantes. Es importante recordar que está prohibido fotografiar a los monjes; de hecho, vimos cómo invitaron a abandonar el templo a algunos turistas que ignoraron esta norma.

  • Cámara sepulcral: Lugar donde se encuentran restos y reliquias de santos. En Voroneț, destaca la tumba de Daniel el Ermitaño.

  • Naos: La parte principal del templo, donde se encuentra el iconostasio, un impresionante retablo ricamente decorado con íconos de santos y escenas bíblicas. Esta estructura tiene tres puertas cubiertas con cortinas, a través de las cuales solo el clero puede acceder al altar. Durante las ceremonias religiosas, el sacerdote puede subir o bajar las cortinas dependiendo del nivel de intimidad que desee con Dios y los fieles.

                

Un detalle interesante es que las ceremonias ortodoxas pueden durar hasta tres horas y que las iglesias no tienen bancos, salvo algunos reservados para ancianos o personas con discapacidad. Los fieles deben permanecer de pie durante todo el servicio.

Las Pinturas de Voroneț: 500 Años de Historia Viva

Las pinturas del nartex y el naos datan de 1496, lo que significa que llevan más de 500 años intactas. Las del exterior, en cambio, fueron añadidas en 1547. Estas pinturas están consideradas las mejores de Bucovina por su calidad y conservación, lo que ha llevado a que Voroneț sea conocido como la "Capilla Sixtina del Este".


Sin duda, la pintura más impresionante es la del Juicio Final, ubicada en la parte trasera de la iglesia. Esta escena representa el destino de la humanidad, con ricos y pobres, nobles y plebeyos siendo juzgados por Dios. Los justos son elevados al paraíso junto a santos y arcángeles, mientras que los condenados son arrojados al fuego del infierno, donde, según la creencia ortodoxa, arderán por toda la eternidad. La riqueza de detalles y la fuerza visual de esta pintura justifican, por sí solas, dedicarle al menos media hora de observación.

El Juicio Final

El Incomparable Azul de Voroneț

Uno de los mayores misterios de este monasterio es el característico tono de azul que domina sus frescos exteriores, un color que no se ha logrado replicar en ningún otro lugar del mundo. Es tan único que se conoce como "Azul de Voroneț", y su fórmula sigue siendo un enigma.

Tras pasar más de una hora explorando este monasterio excepcional, continuamos nuestra ruta hacia el siguiente destino: el Monasterio de Humor.


Monasterio de Humor: Un Tesoro en Tonos Rojizos


Monasterio de Humor

A menos de 15 minutos de Voroneț, llegamos al Monasterio de Humor, fundado en 1530 por el obispo Toader Bubuiog. A diferencia del azul de Voroneț, este monasterio es famoso por sus frescos en tonos rojizos y su impresionante torre de defensa, construida en 1641 por el príncipe Vasile Lupu.


Historia y Restauración

En su época de esplendor, el monasterio contaba con celdas monásticas y altos muros de protección, pero tras la ocupación austriaca, la iglesia fue convertida en parroquia y gran parte del complejo cayó en ruinas. Sin embargo, en los años 60 y 70 del siglo XX se llevaron a cabo importantes obras de restauración y, en 1991, se reactivó como asentamiento monástico, albergando actualmente a 20 monjas que se dedican a tareas litúrgicas, talleres de pintura y confección de vestimentas sacerdotales.


Arquitectura y Arte en Humor

La iglesia del monasterio, dedicada a la Asunción de la Virgen María y a San Jorge, mantiene su estructura original con frescos tanto en su interior como en su exterior. 




Entre las escenas más destacadas se encuentran la Parábola del Hijo Pródigo, la Vida de San Nicolás y el Sitio de Constantinopla de 625, donde los persas han sido sustituidos por turcos, reflejando las amenazas históricas de la época.

        

         



En el exterior de la iglesia, encontramos dos elementos importantes: los restos de las antiguas celdas monásticas, derrumbadas tras el abandono sufrido bajo el dominio austriaco en los siglos XVIII y XIX, y la Torre de Vasile Lupu. Esta torre, situada al noreste del edificio, tenía una función defensiva, permitiendo a los defensores refugiarse en sus pisos superiores junto a los tesoros del monasterio. En caso de peligro, la escalera al nivel superior podía destruirse para evitar el acceso de los invasores.

             

A pesar del paso del tiempo, el monasterio conserva gran parte de su belleza original, siendo una parada imprescindible en nuestra ruta por la Bucovina. Nuestro próximo destino: el Monasterio de Arbore y el Monasterio Sucevița, con su inconfundible color verde esmeralda.






































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