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viernes, 30 de septiembre de 2016

ABADIA DE JUMIEGES

ABADIA DE JUMIEGES

La Abadía de Jumieges se encuentra situada en la población de Jumieges, a escasos 20 minutos de la localidad de Rouen, al norte de Francia, y aunque os parezca una ruina, no es cualquier  ruina, es la ruina más bella de Francia.


La Abadía de Jumieges, fue fundada por San Filiberto en el año 654 y se trata de una abadía benedictina, es decir que los monjes que allí vivían, seguían la regla de San Benito, del siglo VI. 

Los monjes que seguían esta regla, se dedicaban exclusivamente a la plegaria, al trabajo y a la acogida de huéspedes.





Conoció un desarrollo importante durante las invasiones vikingas en los siglos IX y X, y llego a ser un gran centro económico dotado de grandes posesiones, así como un gran centro cultural gracias a su scriptorium, que era la sala donde se hacían copias de los manuscritos. En una época donde la imprenta no existía, tenía mucha mas importancia de la que en un principio puedes pensar, ya que era un lugar donde irradiaba la cultura y se difundían pensamientos.

Tras la revolución francesa la abadía fue expropiada y vendida, transformándose en cantera de piedra, razón por la cual faltan gran parte de sus edificios originales. En 1852 fue salvada por la familia Lepel Cointet, quien la conservo hasta que el Estado Francés la compró en el año 1946.

La reconstrucción de la Abadía nunca fue prevista. El lugar ha conservado así su carácter romántico, al parecer que caminas sobre las ruinas de un pasado inquietante. Las campañas de consolidación han ido permitiendo la apertura de las distintas zonas del conjunto... 

Bienvenidos a la Ruina más bella de Francia.



Comenzamos nuestra visita por La Portería, data del siglo XIV y se construyó en estilo gótico. Mirando hacia arriba se puede apreciar sobre uno de los arcos una mascara medieval de hombre rodeado de hojas. Durante el siglo XIX fue restaurado en estilo neogótico y hoy en día alberga la recepción al recinto y salas de exposiciones.

La Portería


Ajedrez entre ruinas
En seguida palpamos que este recinto no es para ir con prisas, mas bien al contrario, tienes que palpar e imbuirte en la paz existente, sentarte en un banco y mirar tranquilamente el conjunto. 

No es una idea original, nos damos cuenta que mucha gente ha pensado lo mismo, y para muestra el ajedrez gigante que tienen a disposición de los visitantes. Jugar un ajedrez junto a un lugar cargado de historia en un entorno de paz absoluta, son cosas que se viven pocas veces...


Fachada




Entramos ya en la zona de la Iglesia Abacial, es decir la Iglesia principal, que no única, de la Abadía. Acogía actos religiosos y laicos durante las grandes fiestas religiosas. Es un ejemplo del arte románico de Normandía del siglo XI. 

Sus dimensiones son impresionantes para tratarse de una Abadía, con una nave de más de 25 metros y dos torres con una altura de 46 metros. La fachada, sin embargo, destaca por su austeridad, con una estructura que parece que se antepone a las dos grandes torres. 






Tras cruzar la puerta de entrada cruzamos a la Nave central de la Iglesia, que conserva aun sus grandes muros de dos y tres pisos. El románico se observa claramente en toda la nave, con grandes arcadas de medio punto en la planta baja, y en la primera una sucesión de pequeñas ventanas tripes sobre arcos de medio punto y apoyados en columnas centrales en la segunda planta y unas ventanas altas en la ultima. La nave estaba cubierta por un techo de madera como era costumbre en las iglesias normandas.







Tras atravesar la nave, llegamos al crucero, que es la parte perpendicular a la nave y que separa a esta del coro. En el crucero se superponen dos estilos de arquitectura diferentes: el románico de los siglo XI y XII y el gótico que va desde finales de XI hasta el renacimiento. En la parte izquierda de la foto se puede ver la sucesión de arcos góticos en combinación con los románicos, de hecho se puede observar un capitel románico embutido en uno gótico mas tardío.










Ya por ultimo observamos la ultima parte de la iglesia Abacial, el Coro, reconstruido en el siglo XIII es la parte de la iglesia donde se desarrollaba la liturgia. En torno a la zona central, salían siete capillas radiales, de las cuales completas solo se conserva una. Como curiosidad, en una de ellas estaba enterrado el corazón de la favorita del rey Carlos VII, aunque después de la revolución francesa y la venta del edificio, todo esto se perdió.

El coro de la Iglesia Abacial



Seguimos con nuestro tranquilo paseo por el recinto, no nos hemos dado ni cuenta, pero tras el ajedrez y la visita a la iglesia abacial, ha transcurrido mas de hora y media, pero la sensación de paz te llena por dentro... claro, hasta que llega un hijo tuyo y te dice que esta harto de ver piedras, pero la edad es la edad...contra eso no se puede luchar....

Llegamos la Iglesia de San Pedro, que era una iglesia que estaba situada dentro del espacio de clausura del monasterio, y es donde se pueden contemplar los vestigios más antiguos de la abadía, ya que puedes encontrar partes del monasterio que fue destruido por los vikingos en el siglo IX.

Iglesia de San Pedro, junto al coro












En torno a la iglesia de San Pedro, se puede pasear por el antiguo claustro del que hoy solo queda un gran árbol y lo que fue el refectorio, hoy desaparecido...

Por último llegamos al Edificio Abacial de una época mucho mas tardía, del siglo XVII  que es donde residía el abad



Dejamos Jumieges encantados, un remanso de paz, un lugar repleto de historia, un sitio definitivamente irrepetible.




jueves, 29 de septiembre de 2016

CASTILLOS DEL LOIRA


CASTILLOS DEL LOIRA

Visitar el Valle del loira fue algo inesperado, un cambio de ruta de última hora, pero que sin duda merecio la pena. Las espectativas que teníamos cuando decidimos pasar un par de días viendo los castillos eran inciertas, por un lado oíamos maravillas de amigos que habían estado antes por allí, pero por otro lado eramos suspicaces al haber visto muchos castillos en España.


Castillo de Chenanceau

Bueno, pues después de visitarlos hay que reconocer que es un sitio especial, creo que no hay lugar en el mundo con tantos palaciones en menos kilómetros cuadrados. Y digo palacios, porque los mal llamados castillos del Loira no son castillos, son verdaderos palacios, donde los nobles tenían sus residencias cuando no estaban en la Corte.



Su origen está en el siglo XVII y XVIII cuando Francia empieza a abandonar las guerras internas y los incidentes fronterizos se trasladaron a las fronteras Este. Los nobles comenzaron a construir sus residencias en el Valle del Loira, por su belleza y proximidad a Versalles, donde estaba la corte.


Castillo de Brissac

Palacios hay muchos, y necesitarías una semana para verlos todos, y para ello no solo necesitas tiempo sino dinero, porque las entradas son caras, las mas baratas unos 12 euros y las mas caras unos 20 euros. Así que os recomiendo preparar el viaje, decidir en función de las horas los castillos que queréis ver. Tenéis que tener en cuenta varias cosas, la primera es que los trayectos entre los palacios son más largos de lo que pensáis, pues las carreteras entre los pueblos son secundarias y con bastante circulación, por otro lado, ver un palacio te llevará más de media mañana, o lo que es lo mismo, por mucho que corras no puedes ver mas de dos palacios al día, y por último ten en cuenta en tu planificación los horarios, se come entre las 12 y las 14 horas, y a las 18 horas están todos los castillos cerrados.

Castillo de Villandry


Con todos estos condicionantes, no pudimos ver todos los castillos que queríamos, pero creo que si vimos los más representativos, Chambord, Villandry, Chenonceau, Brissac y Usse.

Si quieres conocer en profundidad la historia de estos castillos, sus zonas, precios, horarios y mapas, solo tienes que pinchar en uno de nuestros enlaces.



lunes, 19 de septiembre de 2016

NORMANDIA: LUGARES DEL DESEMBARCO

NORMANDÍA: LOS LUGARES DEL DESEMBARCO

Viajar a Normandía, es un viaje en el que siempre te quedarás con la sensación de haberle tenido que dedicar más tiempo, y es que son muchos los lugares que puedes visitar. 

No solo puedes ver ciudades como Rouan, Etretat, Caen, Bayeux o Cherburgo, monumentos como la Abadía de Jumieges o el famoso Mont Saint Michel, sino que además podrás conocer los lugares donde se desarrolló uno de los acontecimientos mas importantes de la II Guerra Mundial, el desembarco de Normandía.


Durante tres días nos dedicamos a recorrer los lugares más simbólicos, Caen, Arromanches, la Playa de Omaha, el Cementerio Americano, el Pont du Hoc, el cementerio alemán, Bayeux, St Marie Eglise, la Playa de Utah, la bateria Longues Sur Mer...   y otros tantos lugares. 

El lugar no solo esta lleno de Historia, sino también de simbolismo, por todo lo que ha significado para Europa, y por las vidas que tantas personas se han dejado por los mismos sitios que paseas. En un momento en que el mundo está tan loco, cuesta entender como había personas que cruzaban el Atlántico para morir defendiendo sus ideales.




Realizar una entrada con todos estos sitios, es misión imposible para hacerlo con detalle, así que optamos por incluir enlaces para cada uno de los destinos. Si quieres conocer en profundidad algunos de estos lugares, solo tienes que pinchar en algunos de nuestros enlaces.


A disfrutarlos...





ARROMANCHES                                                     SAINTE MERE EGLISE 

BATERIAS LONGUES SUR MER                                MUSEO AIRBORNE

PLAYA DE OMAHA                                                 PLAYA DE UTAH 

CEMENTERIO AMERICANO                                     CEMENTERIO ALEMÁN

PONT DU HOC                                                      BAYEAUX  

                                  
           
Otros destinos de Normandía: Etretat, Abadía de Jumieges, Mont Sant Michel
                                                                

martes, 6 de septiembre de 2016

ACANTILADOS DE ETRETAT

LOS ACANTILADOS DE ETRETAT


Un lugar que sin duda no debes dejar de visitar si viajas a la Alta Normandía, es la localidad de ETRETAT. No porque sea un pueblo pintoresco, ya que prácticamente fue destruido por los alemanes durante la II Guerra Mundial para preparar el Muro del Atlántico, sino por los maravillosos acantilados calcáreos que puedes contemplar. 

Además del paseo por los acantilados podrás disfrutar de un buen día de playa, pasear por su paseo marítimo y tomarte un café disfrutando de las vistas.

Etretat

ETRETAT está situado en el Norte de Normandía, en la llamada Costa de Alabastro, a unos 90 kms de Rouen,  y a unos 200 kms de París. Si sales de Rouen, tardarás poco mas de una hora en llegar. Lo primero que te darás cuenta al llegar a Etretat es que es difícil aparcar cerca de la playa. Así que tienes dos opciones, aparcar en unos aparcamientos habilitados fuera del pueblo y que están a unos 20 minutos andando de la playa o aventurarte a entrar en el centro para encontrar el ansiado aparcamiento. Nosotros tuvimos suerte y pudimos aparcar a unos cinco minutos de la playa. 

Cuando llegas a la playa, te quedarás boquiabierto de la hermosura del lugar, aunque rápidamente te das cuenta que siendo una playa, es raro que no haya casas apropiándose del paisaje. Este hecho tiene una explicación.


Antes de la Segunda Guerra Mundial, toda la zona de la playa estaba llena de casas típicas, pero fueron derribadas por el Mariscal Rommel durante la II Guerra Mundial para construir parte del Muro del Atlántico, una batería defensiva destinada a impedir que los aliados desembarcaran en Francia. Se conservan la Iglesia de Nuestra Señora, una pequeña capilla en lo alto del acantilado de Falaise de Amont llamada Notre Dame de la Garde y alguna casa con entramado de madera en la plaza que encontraréis antes de llegar a la playa.




La playa que es una playa muy amplia, y está limitada a ambos lados por acantilados, no tiene arena sino una especie de cantos o rodillos muy pulidos. 

Está en Verano llena de gente, y podrás encontrar numerosas cafeterías, restaurantes, y actividades acuáticas. 

Ya desde el mismo paseo marítimo puedes observar la dimensión y belleza de los acantilados que vamos a ver.



Los acantilados de Etretat se componen de capas de piedra caliza y pedernal , lo que explica la presencia de piedras en la playa . De hecho , tras el colapso de los acantilados , piedra caliza y pedernal estuvieron en contacto con el agua de mar que disolvió la piedra caliza y la acción de las olas pulieron las piedra para hacer los cantos o rodillos. Los cantos están protegidos y no se pueden recoger.


Así que tras dar un paseo por nos decidimos a comenzar la ruta para ver los acantilados. Aviso antes que nada que no es una ruta para personas con problemas de movilidad y con vértigo. Encontraréis cuestas, escaleras, y sobre todo, mucha altura...



La ruta comienza por Oeste (izquierda), para ver el denominado Falaise de Aval. Lo primero que veréis es los restos de los bunkers que construyeron los alemanes durante a guerra, tras éstos una enorme escalera, que da lugar a un sendero por donde comenzaréis vuestro ascenso. 


Lo primero que encontraréis serán un acantilado con un par de nichos en forma de promontorios. Estamos encima mismo del Falaise de Aval.




Desde estos acantilados puedes contemplar la playa desde una gran altura, y si no tienes vértigo pasear por un pequeño puente desde donde puedes asomarte y contemplar la pequeña cala escondida, y que debe tener muy difícil acceso.









Y tras otra cuestecilla, uno de los sitios inolvidables El Falise de Aval con la famosa "aiguille" o "aguja". En realidad, es un gran acantilado con un gran arco (Pont de Aval) que se adentra en el mar y una gran roca que sale del mismo "aiguille".

Pont de Aval


Aiguille



Todos nos preguntaríamos como puede haber quedado esa gran roca en medio del mar cuando el acantilado queda a decenas de metros. Seguro que todos pensamos en que ha sido la erosión del mar, pero no es así.

La existencia de la "aiguille" se debe a la existencia hace miles de años de un río costero paralelo a la playa cuya acción incidió en el acantilado. Conforme el acantilado perdió volumen quedó la "aguja", cuya composición de una piedra caliza más duro que impidió su disolución definitiva.



En cuanto a los arcos, ha sido la acción del mar la que ha provocado su existencia, y por tantos mar y rio han sido los causantes de esta maravilla de la naturaleza.

Seguimos caminando y nos dirigimos a otro de los puntos famosos del Falaise de Aval, el llamado Manneporte. Otro enorme acantilado y otro enorme arco que se adentra en el mar. Este arco es tan enorme, que según Víctor Hugo, un barco con sus velas extendidas podría navegar por debajo de él... algo exagerado este Víctor Hugo...


Manneporte




Tras el impresionante Manneporte, seguimos caminando por el sendero, para continuar hasta los últimos acantilados, estos aunque ya sin arco, no dejan de impresionar por su altura y por las desiertas playas a sus orillas. Este último conjunto es el llamado Pointe de la Courtine.







Pointe de la Courtine



Y comenzamos el camino de vuelta, unos 20 minutos al comienzo de la ruta, que nos ha llevado algo más de hora y media. Volvemos a la zona de la playa, y junto a los bunkers podemos ver diversas fotografías de como era Etretat antes de la II Guerra Mundial. Nos damos cuenta que prácticamente no queda nada. 

Calor hace mucho, y sin duda necesitas refrescarte ante de la subida al Falaise de Amont, la zona Este de Etretat. Cuando vemos la subida que nos espera, sopesamos si subir o no, pero como ya estábamos allí... nos decidimos, al fin y al cabo, sabe Dios cuando volveríamos a Etretat.




La subida no tiene desperdicio, agotadora, y más que subir un acantilado, nos parece que hemos subido el Everest. 

Una vez allí, vemos que ha merecido la pena tanto esfuerzo, las vistas de la playa con el Falaise de Aval son inolvidables.







Desde la cima se puede observar perfectamente el Falaise de Amont, dicen los lugareños que tiene forma de elefante que mete su trompa en e agua... Si te fijas bien, hasta puedes llegar a darle la razón.





Ya por último nos acercamos a ver la pequeña capilla de Notre Dame de la Garde, construida en 1856 por los marineros, quienes acarrearon en sus espaldas y en brazos los materiales destinados para la edificación. Fue destruida durante la Guerra, en Agosto de 1942, y se reconstruyó una vez acabada ésta.


Y con esto acabamos nuestra visita a ETRETAT, cansados de tantas cuesta, pero repletos de imágenes que no olvidaremos fácilmente.