ABADÍA DE SENANQUE Y GORDES

 ABADÍA DE SENANQUE Y GORDES

ABADIA DE SENANQUE

Uno de los lugares que salen siempre en las fotos que se ven de la Provenza, es esta Abadía situada a pocos kilómetros de Gordes, pues está rodeada de inmensos campos de lavanda. La lavanda florece desde Junio a la primera quincena de Agosto, según las zonas, así que cuando fuimos ya sabíamos que no íbamos a encontrar esa foto,... pero aun así el sitio no decepciona.

Claustro

La Abadía tienes sus orígenes en el siglo XII, cuando es fundada por monjes cistercienses bajo la protección del Obispo de Cavaillon, (pueblo muy cerca de Gordes), y del Conde de Barcelona, Ramon Berenguer II, pues en aquella época eran también Condes de Provenza. Su máximo esplendor se produce en los siglos XIII y XIV, cuando sus tierras y posesiones se extendían por toda Provenza. Lamentablemente las guerras de reunión, entre católicos y protestantes provocaron su destrucción en el año 1544.

La Abadía queda abandonada hasta el siglo XIX, cuando nuevos monjes cistercienses vuelven a comprar los terrenos y restauran la abadía permaneciendo en la misma de forma interrumpida.

Historipad en el dormitorio de los monjes

Actualmente la abadía funciona como una atracción turística muy importante en la región, y está dotada de todas las funcionalidades para ello, y simultanea esta función con una hospedería y por supuesto, lugar de residencia de la comunidad religiosa.

Sala Capitular

La entrada al monasterio cuesta 8,5 euros y no te preocupes por si hay una guía para la visita, porque con la entrada tienes derecho a un Historipad, que es una especie de ipad que reconoce el lugar donde estás y te explica en tu idioma la historia y uso del mismo, no solo actualmente sino que te retrotrae al siglo XIII mediante videos que te hacen sentir en dicha época. La verdad es que me pareció sumamente interesante, y un instrumento a copiar en muchísimos lugares históricos donde te encuentras desatendido cuando los visitas.

Claustro

Durante la visita pasarás por el refectorio, que hoy no se usa como tal, pero sin embargo podrás ver como comían en el siglo XIII, también por los dormitorios de los monjes, por la sala capitular y el escriptorium, aunque sin duda la estrella es el bello claustro sobre el que gira el monasterio.

Has de tener muy encuentra los horarios, ya que el Monasterio cierra para vísperas a las 6 de la tarde.

GORDES

Gordes es uno de los puebles de la Provenza que tiene más fama, pero para mi gusto, es más atrayente por como se ve por fuera que vista por dentro. En cierta forma fue una pequeña decepción, pues cuando paramos previamente en un mirador a las afueras de Gordes, realmente prometía.

Gordes

Sin embargo, cuando lo visitamos, no nos pareció un pueblo grande para pasear, tomar café o simplemente ver lugares singulares. El pueblo es pequeño y tienes que aparcar en un parking de pago caro, por todo el día aunque solo vayas a estar una hora.

Gordes está presidido por un enorme castillo, muy bien conservado. El castillo empieza su construcción en el siglo XI, como una típica fortaleza medieval, de forma cuadrilátera con torres en cada esquina. El castillo se amplia y embellece en los siguientes siglos, hasta pasar su uso de fortaleza medieval, a residencia familiar de los príncipes de Condé. 

Tras la revolución francesa, se usa como granero, cuartel y prisión, y posteriormente se integra en el pueblo, instalándose dentro una escuela, correos y hasta el Ayuntamiento. Hoy en día se utiliza como espacio cultural, de exposiciones temporales y espectáculos.

Otros atractivos del pueblo, son la Iglesia de Saint Firmin y las Bodegas del Palacio de Saint Firmin. Nosotros aprovechamos para pasear y ver las vistas, y comprar unos pasteles deliciosos llamados "sacristanes", una especie de hojaldre con nueces y azúcar.

Tras dar una vuelta, volvemos a Cavaillon y nos alojamos en el Ibis Cavaillon.