OPCIONES

LE BAUX DE PROVENCE

 LE BAUX DE PROVENCE

Tras visitar Les Carrieres de Lumieres, volvemos sobre nuestros pasos para visitar el pueblo que acoge la cantera, el antiguo pueblo de Les Baux.

Le Baux es famoso por dos cosas, en primer lugar por ser donde el geólogo Pierre Berthier descubrió el mineral calcáreo al que se denominó posteriormente como Bauxita, en honor al lugar donde se descubrió, y en segundo lugar por su fortaleza medieval, que fue escenario de las sangrientas luchas entre los señores de Le Baux y los condes de Provenza.

El pueblo se encuentra encaramado en una roca, y se aprecia claramente como se desarrolló entorno al castillo medieval, sirviendo como área de expansión para comerciantes y burgueses. La entrada al pueblo es muy sencilla, y está justo al aparcamiento, subiendo una pequeña pendiente. En seguida entramos por calle estrechas y empedradas, encontrándonos con la oficina de Turismo, ubicada sobre la MAISON DE ROY, que fue hasta la revolución francesa la sede de la jurisdicción real. 

A partir de aquí tienes dos opciones, o subir por la derecha o por la izquierda, mi recomendación es hacerlo por la izquierda, ya que podrás ver unas vistas de las cimas que rodean Le Baux y que merece realmente la pena. En el trayecto por la Rue de la Calade podrás ver la Portre dÉyguieres, o puerta del agua, que fue la única entrada el pueblo hasta 1866, y era el lugar por donde todos los habitantes tenían que pasar para ir a buscar agua. 

Al final de la Rue de la Calade, y tras subir un buen trecho, comienza la parte más bonita de Le Baux, en pocos metros se concentran varios edificios, el Hotel de Porcelet, del siglo XVI y que hoy en día es un museo, la Chapelle de Penitents Blancs, construida en el siglo XVII por una hermandad local, y la Eglise de San Vicent.






La Eglise de San Vicent, es una iglesia construida en el siglo XII, y aunque exteriormente puede parecer austera, en su interior es una delicia, pues aun se conservan frescos medievales en algunas zonas, y pareces retroceder siglos en un instante. 

En su parte trasera, al igual que muchas construcciones en Le Baux se encuentra excavada en la roca, y con el devenir de los tiempos se fue ampliando hacia fuera, dotándola de mayor tamaño hasta su estado actual






A la salida de la Iglesia y frente a una gran cruz que preside la Place de Saint Vicent puedes disfrutar de las vistas, sentarte en unos de los bancos y disfrutar de la tranquilidad del pueblo o tomarte un café junto al Hotel de Porcelet.

Abandonamos la Place de San Vicent y seguimos subiendo hacia el castillo, pero antes hacemos una parada para comer, lo hacemos en Le Bouchon Rouge, donde para ser un pueblo turístico y considerando lo caro que es comer en Francia, comimos bien y a un precio adecuado. Tras disfrutar de la comida, nos ponemos en marcha hacia la Explanade du Chateu, una gran explanada antes de entrar en el castillo desde donde se ven unas vistas extensas de la región. 

En esta explanada además del pequeño cementerio local, encontraréis las taquillas del Castillo, donde además os darán una audio guía gratuita en español para una explicación precisa.
Castillo de Les Baux
Entramos en el Chateu por lo que era su puerta principal, hoy parcialmente derruida y de la que quedan pocos restos. El Castillo fue construido por los señores de Le Baux durante el siglo XI, y su singularidad radica en que fue construido apoyando su parte posterior sobre un saliente y excavando parte de las estancias en la propia roca, así se usaba la propia morfología del lugar como parte de las defensas contra los posibles invasores, pues de esta forma solo era necesaria defender uno de los lados del castillo, ya que la propia roca era inexpugnable.

Palomar
    Murallas
El castillo sufrió guerras durante la edad media, debido a las rivalidades locales y a las guerras de sucesión por el Condado de Provenza. 

Castillo de Le Baux
En el 1486 el castillo pasa al Reino de Francia, al ser absorbido por el rey el condado de la Provenza. Los últimos actos belicistas tienen lugar con motivo de las guerras de religión entre católicos y hugonotes, y finalmente ya en 1632 es mandado desmantelar por el mismísimo Richelieu. Como curiosidad, decir que la familia Grimaldi, la actual familia real de Mónaco, fue la última casa que habitó en el castillo; y aún conservan el título de Marqueses de los Baux, pudiéndose observar su escudo en algunos lugares como por ejemplo en la Porte d´Eyguieres.



Torre del Homenaje
Dentro del castillo, se pueden visitar varios lugares, como la capilla, la prisión, la torre del homenaje, los palomeros donde se criaban las palomas para carne o para usarlas como mensajeras... Como curiosidad hay que decir que la cría de palomas era un privilegio señorial, existiendo en el castillo hasta dos palomares.

Se puede subir por un camino estrecho y no apto para personas con vértigo hasta las torres de las murallas defensivas y ver un paisaje inigualable, eso sí, agárrate fuerte, porque el viento a esa altura sopla con tal fuerza que te lleva.


Pueblo de Les Baux desde el Castillo


Dejamos el castillo y comenzamos a bajar por la Rue du Trencat, encontrándonos en esta calle varias tiendas recuerdos, y de productos genuinos de la Provenza. 

Mientras bajamos nos encontramos con varias casas de los siglos XVI como el Hotel de Manville, realizado en 1571 por una familia adinerada hugonote, la familia Claude de Manvilley el edificio  Hotel Jean De Brion, hoy museo de grabados, esculturas y cerámicas.
Dejamos ya el pueblo de Les Baux, uno de las visitas imprescindibles en un viaje a la Provenza, no solo por su belleza, sino por su historia, y por todo lo que puedes hacer. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario