L´ISLE SUR LE SORGUE
Dejamos nuestro hotel en Cavaillón, es Domingo y nos dirigimos a uno de los pueblos más bonitos de la Provenza, aprovechando que los Domingos se celebra un mercado provenzal en dicha localidad.
Llegamos en apenas veinte minutos, y solo podemos aparcar en un parking de pago muy cerca del centro. Nada más llegar comenzamos a ver un trasiego intenso de gente y multitud de puestos a ambas orillas del rio que rodea el casco antiguo del pueblo.
A L´Isle sur le Sorgue, se le conoce como tal desd el 18 de agosto de 1890, y su nacimiento y expansión se debe como no puede ser de otra forma al agua del Sorgue. Desde el siglo XII, los habitantes de L'Isle, utilizan el Sorgue usaban el río para defenderse, usándolo como un foso de las murallas que rodeaban la ciudad hasta 1795.
El río Sorgue se terminó canalizado y pudieron instalarse talleres de artesanía y molinos de hilado de aceite, trigo, seda, papel, fábricas de tela de lana, alfombras, teñido, por lo que la actividad comercial creció y enriqueció la ciudad, llegando a mantener hasta dos mercados semanales, cosa que en la época previa a la revolución industrial, dice mucho de la pujanza de la plaza. Tanto es así que hasta el siglo XIX fue la ciudad más importante de la zona de Vaisin, en la Provenza.
Por otro lado los mismos habitantes usaban también el río Sorgue para subsistir, pues la pesca era esencial tanto para su economía como para la propia alimentación de la población, y d e hecho los pescadores de L´Isle tenían su propia Hermandad, dotada de privilegios de explotación de la pesca en el río desde el siglo XIII. La pesca principal de la zona eran los cangrejos de río, y en el siglo XIX más de cien familias vivían del cangrejo. En 1884, hibo una epidemia que eliminó a los cangrejos del río, lo que causó una verdadera calamidad e hizo que L´Isle comenzara su declive.
El pueblo es sencillamente maravilloso, con el Ayuntamiento y la Iglesia en el centro L´Isle, con numerosas tiendas a lo largo de la ribera del río y en en caso de que llegues en Domingo repleto de puestos de todas clases.
En el centro del casco histórico se encuentra la Colegiata de Santa Agnes, que combina el gótico provenzal con el barroco. Por ser Domingo había misa cantada, y estaba repleta de gente. Aunque más que entrar en detalles sobre casas palaciegas, o rincones especiales, el placer de este pueblo es pasear por sus calles, comprar en sus puestos, escuchar a sus músicos callejeros y si además eres amante de las curiosidades y vas en Semana Santa o el 15 de Agosto podrás disfrutar de un mercado de antigüedades famoso en toda la Provenza y que atrae a curiosos de toda Francia.
Dejamos ya este hermoso pueblo y cuando nos dirigimos nuevamente al parking para recoger el coche, vemos que hay una inmensa cola de coches buscando aparcamiento y es que en las dos o tres horas que hemos estado en L´Isle no ha dejado de llegar gente, hasta tal punto que andar por las calles comenzaba a ser complicado.
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