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EL CAIRO: VISITA A MENPHIS Y A LA NECROPOLIS DE SAQQARA

 EL CAIRO: VISITA A MENFIS Y A LA NECROPOLIS DE SAQQARA

MENFIS

Estatua colosal de Ramses II
Tras el almuerzo, nos dirigimos a Menfis, la antigua capital del Bajo Egipto. Fue fundada en el año 3050 A.C. por el primer faraón de Egipto, Menes. Está situado a unos 20 kms de El Cairo, y fue capital del país desde la I a la VII dinastía, para posteriormente entrar en una época de , hasta que en la época de Ramses II y Merenptah, momento en que volvió a recuperar su esplendor. Como curiosidad, se cree que Menfis, fue la ciudad más poblada del mundo hacia el año 2.250 A.C., pudiendo albergar más de quinientos mil habitantes.


Poco queda de aquella mítica capital, más allá del nombre y de un parque arqueológico con algunas estatuas y esfinges. En el recinto, el único edificio existente, contiene una estatua colosal de Ramses II. Está realizada en piedra silícea y si hoy se pudiera poner de pie, mediría mas de 10 metros de alta. Se descubrió en 1820, cerca del Templo de Ptah, deidad a la que estaba consagrada Menfis, pero con daños importantes, ya que sus piernas habían sido destruidas hasta las rodillas.

Aunque la estatua ralla la perfección, como no podía ser de otro modo ante la representación de un Dios, se tallaron dos jeroglíficos sobre la estatua: uno se encuentra sobre la hebilla del cinturón, y el otro en el colgante que lleva Ramsés II sobre el pecho, y que representa el nombre de Ramsés.


El resto del recinto se ve en poco tiempo, algunas tiendas de souvenirs a uno de los lados y numerosos restos del templo de Ptah o de otros lugares de Menfis. 

Destaca una gran esfinge, posiblemente de la XVIII dinastía, y que estaba colocada en el Templo de Ptah de Menfis, junto al coloso de Ramses II. Se desconoce a quien representa, pues carece de inscripciones y cartuchos, aunque se piensa que puede representar a Hatshepsut o Amenhotep III.


 



NECROPOLIS DE SAQQARA

La necrópolis de Saqqara se encuentra a muy pocos kilómetros de Menfis, y como en toda necrópolis abundan los lugares de enterramiento donde descansaron faraones del Imperio antiguo y nobles contemporáneos a estos. La visita guiada, recorre la necrópolis desde varios ángulos, se visita a una mastaba de un noble, en nuestro caso fue la de el noble Kagemi, se accede al interior de  una pirámide, la del Faraón Teti y se realiza por libre un paseo en torno a la pirámide escalonada de Zoser y el muro de cobras.

Pirámides de Dahsur desde Saqqara
La necrópolis, aunque es famosa por la pirámide escalonada de Zoser, no solo contiene esta pirámide, sino que hay varias más, lo único que ocurre es que realmente no parecen tales, pues solo se ven montones de tierra, por lo que pasan desapercibidas. Desde la necrópolis, en el horizonte se divisan aún más pirámides, en el complejo funerario de Dashur,  como la de Pepi II, la Pirámide roja del faraón Sneferu, la tercera más grande de Egipto, o la pirámide acodada, el primer proyecto de pirámide, que no llegó a alcanzar las dimensiones idóneas y hubo de modificarse para evitar su derribo.

Nada más pasar el control de seguridad, y aparcar, nos vamos rápidamente a visitar una mastaba. Las mastabas eran un tipo de tumba de base rectangular, techo plano y muros laterales inclinados, construida con bloques de adobe o con piedra, y que era lugar de enterramiento de Faraones y Nobles durante el Imperio Antiguo. Como los faraones pasaron a construirse pirámides, las mastabas quedaron como lugares de enterramientos de nobles y personajes de la corte. 

TUMBA DE KAGEMNI

Entrada a la Tumba de Kagenmi
La visita la hacemos a la Mastaba y Tumba de Kagemni, la más grande de todas las mastabas de Saqqara, con unas dimensiones de 32 x 32 metros, y casi 1.000 metros cuadrados de extensión. La tumba tiene forma de L, con 8 salas y 5 antecámaras, todas ricamente decoradas, aunque solo en pocos lugares se ha llegado a conservar los colores.

Kagemni comenzó su carrera como funcionario bajo el reinado de los últimos faraones de la V dinastía, pero no fue hasta la entronización del faraón Teti cuando logra acceder al cargo de Chaty, la segunda autoridad de poder del estado, siendo además sumo sacerdote de Ra en Heliópolis. Todo estos nombramientos provenían probablemente del hecho de estar casado con la hija del mismísimo faraón.

La tumba es enorme, vas pasando de sala en sala y si algo impresiona son las numerosas escenas de la vida cotidiana que nos muestra del Antiguo Egipto.


En el Imperio Antiguo, época de la construcción de la mastaba, no contaban con tantos pigmentos como en el Imperio Medio. Solo utilizaban el rojo, el negro y el blanco, por ello no es tan colorida como las tumbas del valle de los Reyes. 

En esta época no se representaban escenas divinas, ni las imágenes de un Dios, como ocurre en el Imperio Nuevo, eso estaba reservado exclusivamente para los Faraones, por lo que los Nobles, como es el caso de Kagemni eligieron plasmar actividades cotidianas con el fin de mostrar la abundancia de bienes de los que disfrutaba en finado, la fertilidad de su ganado, la riqueza de sus campos. Por eso en la tumba abundan las escenas agrícolas, la caza y la pesca, como pescadores que están utilizando redes y cestas para atrapar su captura, criados ordeñando y transportando ganado, cazando patos salvajes o recolectando flores de loto. Todo está esculpido con el más mínimo detalle, y todo con el ánimo de demostrar que Kagemni, era un gran personaje, que nadaba en la riqueza.

En la sala séptima, la de las ofrendas, se encuentra la puerta falsa de Kagemni por donde pasa el alma a la otra vida. En la última sala, se representa a Kagenmi, a gran tamaño recibiendo ofrendas, incluidos frascos de diversos aceites, ungüentos y ropa de cama

Si las fotos hubiesen existido hace cuatro mil años, seguramente recogerían las mismas escenas que podemos disfrutar dentro de esta tumba. Para mí, las mastabas de los nobles en Saqqara, son unos de los lugares más auténticos de Egipto, pues no te hablan de Dioses, mitología y poder, sino que te trasladan a la vida cotidiana, a como trabajaban, vivían y morían los pobladores de Egipto hace más de 4000 años.



LA PIRAMIDE DE TETI

Frente a la tumba de Kagemni, se encuentra un gran montículo desordenado de piedras y arena, sin embargo no es tal, se trata de lo que queda de la Pirámide de Teti. Lo que por fuera no deja de parecer un montículo, nada tiene que ver con su interior, que se encuentra muy bien conservado.

Para acceder a us interior hay que descender por una rampa de madera unos 15 metros y posteriormente otros 20 más por un pasillo aún más estrecho y bajo, (no mñas ed metro y medio de altura) hasta alcanzar a la Sala Interior, con dos almacenes, la antecámara y la Cámara funeria.

En las paredes de la cámara funeraria fueron grabados, por segunda vez, los Textos de las Pirámides, un conjunto de conjuros y encantamientos que ayudaban al Faraón a encontrar el camino hacia la vida eterna, mientras que en el techo, resaltan las estrellas simulando ser el cielo.

Hay un par de cosas que hacen pensar a los arqueólogos que el faraón fue asesinado, una de ellas es que el sarcófago reposa sobre unos soportes de roca que no llegaron a retirarse, y el otro e que aun se conservan las plantillas usadas para ir pintando las estrellas del cielo... En condiciones normales, ambas habrían sido retiradas.

Hay que decir que la visita al interior de la pirámide merece la pena, y eso, a pesar de las estrecheces, del propio personal de la pirámide que solo quieren sacarte una foto a cambio de una propina, y si no se las das, te echan de malos modos.

Accedemos al recinto de la pirámide escalonada por la Puerta Real, a través de un pasillo flanqueado por una doble hilera de veinte columnas acanaladas de más de seis metros de altura.

Entramos en el Gran Patio, al Norte nos encontramos la pirámide escalonada, y las capilla del Hed Seb. 






LA CAPILLA DEL HED SEB

Nos dirigimos ahora hacia la Gran pirámide escalonada, pero antes hacemos una parada en el patio principal para observar las capillas del Hed Seb. El Hed Seb era una fiesta ceremonial de Renovación Real, donde el Faraón renovaba su energía física y espiritual. 




El Heb Sed, de acuerdo a la tradición, debía tener lugar tras treinta años de gobierno ejercido por el mismo faraón. Pero en realidad, dada la corta esperanza de vida de la época, muchos de ellos lo celebraron con anticipación, pues era el gran momento del Faraón ante su pueblo y una forma de reivindicarse en su poder. Muchas eran las ceremonias que se incluían en el Hed Seb, pero la más destacada eran las siete vueltas ceremoniales que el Faraón debía dar al gran patio ceremonial de Saqqara.


LA PIRAMIDE ESCALONADA DE DJOSER

Sin lugar a dudas hablamos de la edificacion estrella de Saqqara, conocida mundialmente por ser la precursora de las pirámides. Formaba parte del complejo de Saqqara, que incluía también distintas edificaciones y un gran patio para la conmemoracion del Hed Seb.

Hasta su construcción, las tumbas reales tenían forma de mastaba, con base rectanngular y techo plano, construidas con adobe y piedra. Así la pirámide de Djoser, que no es otro que el faraón que mandó construirla, se convierta en la primera en la que se comienzan a superponer mastabas, hasta un total de seis.

Se comenzó a construir como una simple mastaba, pero fueron añadiéndose pisos y ampliaciones en distintos momentos, hasta convertirla en una pirámide. Su arquitecto fue Inmohtep, y tal fue su fama, ya que además de arquitecto, era matemático, médico y astrólogo, que a su muerte se le convirtió en Dios, y fue venerado hasta el Imperio Nuevo.

Pirámide Zoser y complejo del Hed Seb

La cámara funeraria de Djoser está en el centro de la pirámide, en el fondo de un pozo de 28 metros de profundidad y siete de anchura; se construyó en granito y se revistió con yeso. Fue sellada con varios bloques de granito que suman un peso total de 3500 kg colocados como un puzle.



Su interior, tras la restauración de los últimos años, se puede visitar, previo pago de unos 5 euros, aunque su visita es según nos dijeron, prescindible.

Volvemos al Gran Patio ceremonial, y al Sur nos encontramos con un gran pozo, que da acceso a la Tumba Sur. Este pozo tiene unos 28 metros de profundidad y está decorado con relieves de Djoser y fue usado para albergar los vasos canopos del faraón. A ésta se accede a través de una capilla cuyo exterior está decorado con un friso decorado cabezas en piedra caliza de la diosa cobra Uadyet, divinidad tutelar del Bajo Egipto.

  

Una cosa a tener en cuenta es que la necrópolis de Saqqara es mucho más grande, desde el nivel del Gran Pozo sur, se ven resto de templos y excavaciones que con tiempo pueden visitarse. Lamentablemente el tiempo es limitado, y no tienes tiempo para verlo todo. No obstante tómate tu tempo para pasear, ver las vistas y disfrutar de un lugar único en el mundo.





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