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TEMPLO DE EDFU Y LA ESCLUSA DE ESNA

 TEMPLO DE EDFU Y LA ESCLUSA DE ESNA



Templo de Edfu
Uno de los templos mejor conservados de Egipto es el Templo de Edfú, situado en la ciudad de Edfú. Es el segundo templo más grande de Egipto después del Templo de Karnak, en Luxor. Como el templo de Philae y el de Kom Ombo, es un templo de la época helenística, iniciado en el 237 A.C. por Ptolomeo III y concluido en el 57 A.C. por Ptolomeo XII, en honor a Horus.

Estivo en funcionamiento durante al menos cinco siglos, hasta que el emperador Teodosio, prohibió el culto pagano. Después del edicto imperial, el templo fue arrasado por los antiguos cristianos, con incendios provocados para destruir las representaciones paganas. Afortunadamente, el templo quedó progresivamente enterrado por la arena, y ello provocó que se conservase casi intacto hasta su descubrimiento en el siglo XIX.

El templo no está pegado a la rivera del río como Kom Ombo, sino que está un poco hacia el interior, por esta razón hay que desplazarse hasta allí en bus, carros de caballos o tuc-tuc. Nosotros lo hicimos en este último, y no es una experiencia aconsejable, salir vivo del trance es una casualidad... Un aviso, la entrada al templo es un verdadero caos, ya que todos los cruceros intentan hacer la visita a primera hora para llegar cuanto antes a la esclusa del Esna, hay largas colas y peleas entre los guías para hacer pasar primero a su grupo.



Volviendo a lo cultural, hay que decir que el Templo de Edfu, al contrario que la mayoría de templos egipcios, no está construido perpendicular a la dirección del río, sino que su dirección es de norte a sur. Su longitud es de 137 metros, su ancho de 47 metros, frente al pilono tiene 79 metros de ancho. Cubre un área de 6.430 metros cuadrados. El pilono marca su altura máxima, 35 metros, y es el pilono más alto conservado en Egipto.

La entrada es a través de una puerta de entrada entre las dos torres del pilono, y sobre el mismo esta esculpido a a Ptomoleo XII, faraón que concluyó el templo, golpeando a sus enemigos ante el dios Horus.

Pilono de entrada a Edfu


Patio de Columnas tras el Pilono
Tras la puerta del primer pilono encontramos un gran patio rodeado de columnas. Estas columnas parten de la parte posterior del pilono y abrazan al patio por ambos lados, desembocando en la primera sala hipóstila. Las paredes están decoradas con relieves, tanto la parte trasera del pilono como las paredes del patio tras las columnas. 



Estas inscripciones cuentan historias mitológicas, como la batalla  en la que Horus y su madre Isis, vengan a su padre y marido Osiris, que había sido asesinado por su hermano Seth. Otra de las escenas narradas es el Festival del Bello Encuentro, cuando la Diosa Hathor se desplazaba desde el templo de Dendera y Horus desde Edfu para encontrarse en el camino.



Accedemos ahora a la primera sala hipóstila, cuya primera piedra se puso en el año 140 A.C. por Ptolomeo VIII, según se ha podido saber por los relieves encontrados en las paredes del templo . A cada lado de la entrada hay dos estatuas de Horus de granito en forma de Halcón con la doble corona. 

La sala en sí contiene 12 grandes columnas en dos filas de seis, que sostienen el techo. Su interior está sumamente ennegrecido por los incendios hecho por los cristianos, no obstante se puede apreciar en sus paredes escenas de la ceremonia de la fundación del templo, y decoraciones en el techo.










Sala de ofrendas


De esta sala pasamos a la segunda sala hipóstila, esta de menor tamaño, llamada también "Sala de festivales". Este salón y los que le siguen forman parte del edificio más antiguo del templo. Su construcción la inició Ptolomeo III en el 237 a. C. y se completó después de 25 años durante el reinado de su hijo Ptolomeo IV. La sala también tiene 12 columnas que sostienen el techo y están dispuestas en tres filas de 4 columnas en cada fila.

Desde esta sala se accedía a pequeñas salas donde se almacenaban ofrendas, en una de ellas las líquidas, en otras las sólidas, en otra el incienso y en otras los perfumes. Incluso en las paredes se encuentran indicadas las fórmulas usadas para los perfumes. A estas salas se accedía por los laterales de las salas hipóstilas a través de unas escaleras.

Tras esta segunda sala hipóstila entramos en el Santuario del Dios, donde solo podía entrar el sumo sacerdote. En esta sala se encuentra el altar de las ofrendas y la barca ceremonial, no es original, es una réplica,  con la que se sacaba en procesión al Dios Horus durante los festivales.



Santuario de Horus en Edfu, Altar y barca ceremonial



Casa del Nacimiento de Horus en Edfu
Abandonamos ya el Templo de Edfú recorriendo nuevamente las salas hipóstilas, los patios y deteniéndonos en los corredores repletos de inscripciones... A la salida nos encontramos con el Mammisi o Casa del Nacimiento del Dios Horus, un pequeño templete que se situaban perpendiculares al templo, con columnas que rodean la sala central. En sus muros solía haber bajorrelieves donde se representaba al faraón o representaciones mitológicas del nacimiento del Dios al que estaba dedicado


LA ESCLUSA DE ESNA

Nos volvemos a subir al barco e iniciamos la gran carrera por llegar a la esclusa de Esna. Esna es una ciudad donde se salva una de las cataratas que tenía el Nilo. Hay un gran desnivel y por ello se creó una esclusa para facilitar el tránsito fluvial.


Como comenté antes todos los barcos quieren cruzar cuanto antes para poder llegar a Luxor a tiempo y poder ver los Templos de Karnak y Luxor, asi que durante el trayecto se puede contemplar una carrera entre los distintos barcos de crucero por ser el primero.


Esna
Esto que resulta banal, no quita para que el trayecto sea uno de los más bonitos del crucero por el Nilo, pues desde la cubierta del barco vas a ver paisajes inolvidables, por su belleza y por su contraste. Puedes ver el desierto, con amarillo intenso y justo al lado datileras de un verde intenso, verás niños bañándose en el río, casas imposibles, y vendedores subidos a barcazas que amenizan el recorrido con sus ofertas y regateos... Es sin duda la parte más divertida y bella del crucero.


Y al final llegamos a Esna, tardamos más de media hora en cruzar la esclusa y volvernos a poner en marcha, camino de Luxor, a donde llegamos a media tarde. Por cierto, que en Esna también hay un templo, que desgraciadamente no podemos visitar porque no entra en los recorrido de los turoperadores.  

Por último, no dejes de subir a cubierta a la llegada a Luxor, pues las estampas del Templo de Luxor desde el río bien vale decenas de fotos.

Y llegado a Luxor, nos disponemos a desembarcar, nos espera los Templos de Karnak y Luxor.








Llegada a Luxor. Templo de Luxor





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