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MONTEPULCIANO

 MONTEPULCIANO

Tras relajarnos en las Termas de San Filippo, ponemos rumbo a otra de las localidades estrellas de la Toscana, la localidad de Montepulciano, famosa en las redes por ser donde se rodó algunas escenas de la saga Crepúsculo.

Vistas de Montepulciano
Lo primero que tienes que saber de Montepulciano es que su centro histórico es básicamente peatonal, por lo que si vas en coche es mejor que busques un hotel extramuros, pues de lo contrario vas a tener que cargar con maletas, y Montepulciano está repleto de grandes cuestas con bastante pendiente.



Albergo il Rondo



Nosotros los alojamos en el Albergo il Rondo, un hotel boutique muy bien situado, a escasos 5 minutos del casco histórico, en un sitio bastante tranquilo, con muy buena relación calidad precio y además con aparcamiento privado gratuito.



Montepulciano tiene sus orígenes en la época etrusca, aunque también hay vestigios de la época romana, ya que sobre este promontorio los romanos tuvieron una guarnición que protegía los caminos. La historia de Montepulciano  al igual que la de muchas localidades toscana oscilo entre la sumisión a Siena o a Toscana. Los ciudadanos de la ciudad apoyaron a Florencia durante los siglos XIII y XIV como forma de protegerse del expansionismo de Siena, y los Florentinos estaban encantados por tener un aliado al sur de la republica de Siena.  Los siguientes siglos, fueron siglos dorados para Montepulciano, debido al creciente comercio y su estabilidad política, construyéndose grandes residencias y palacios por parte de muchas familias nobiliarias. Esta época dorada terminó cuando Florencia termina conquistando Siena, pasando el poder económico a esta última.

Porta al Prato
La visita a Montepulciano se puede hacer de Norte a Sur, entrando por la Porta al Prato, y recorriendo la Vía Il Corso, que termina en la Fortaleza etrusca.  el recorrido encontrarás iglesias, palacios y la espectacular Piazza Grande, con el Duomo y el Palazzo Comunale.



Columna de Marzocco




Al alojarnos el Albergo il Rondo, la entrada más cercana era la Porta al Prato, una puerta que se abre sobre la zona amurallada de la ciudad, enseguida entraréis en sus callejuelas y en una pequeña plaza, la Piazza Savoranola, donde se alza la Columna de Marzocco, llamada así por el león, símbolo de la República Florentina, que se colocó allí en 1511 para reemplazar a la loba siena como testimonio de la re-anexión de Montepulciano a Florencia después de dieciséis años de dominación por la República de Siena.




Palacio Bucelli

Un poco más adelante encontramos algunos de los palacios más notorios de la localidad, como son el palacio renacentista de los Avignnoesi, o el Palacio Bucelli. El Palacio Bucelli, fue la residencia de Pietro Bucelli, un anticuario que vivió entre los siglos XVII y XVIII. Fue coleccionista de antigüedades etruscas y romanas, recogidas en los alrededores y luego trasladadas al Museo Cívico de Montepulciano y al Museo Arqueológico de Florencia. Muchos hallazgos aún son visibles en la característica base del edificio, en la que Bucelli tenía tapiados fragmentos de lápidas, urnas cinerarias e inscripciones de la época etrusca, creando un pequeño museo urbano a disposición de los visitantes.

Chiesa di Sant´Agostino




Solo unos metros más adelante encontramos la Chiesa de San Agostino, fundada en el siglo XIII y reformada en el siglo XV por Michelozzo. La fachada está dividida por pilares estriados sobre los cuales, en el segundo nivel, hay nichos ojivales para estatuas. La parte superior, es totalmente renacentista, tiene un elaborado rosetón y encima, dentro del gran tímpano, un escudo de armas. El interior solo tiene una sola nave, y fue remodelado en 1784-1791 eliminando los brazos laterales de la cruz y acortando el ábside.



 

Torre de la Pulcinella
A pocos metros de la Chiesa de Sant´Agostino se encuentra una de los puntos simbólicos de la Montepulciano, se trata de la Torre de la Pulcinella. Una Pulcinella es una especie de bufón, con un sombrero cónico, una chaqueta y pantalones blancos anchos, la cara medio cubierta por una máscara negra con una nariz aguileña. Pues bien, aunque Montepulciano dista muchos kilómetros de Nápoles, tiene una Pulcinella del siglo XVII, que da la hora desde lo alto de la Torre del reloj. Hay varias teorías por las que se colocó este autómata de madera y chapado de metal en lo alto de la torre,.. una de ellas es la de que una clérigo proveniente de la Campania, lo coloco como tributo a su región de origen, otra habla de un tributo al Teatro, evocando la vocación cultural de la ciudad, pero la razón real no se sabe... lo único cierto es que unos de los lugares más fotografiados de la localidad.



Chiesa de Santa Lucia




Justo al lado de la Chiesa de Sant´Agostino parte un callejón que comunica con la Vía del Marcellino, siguiendo esta serpenteante calle, se alcanza la Chiesa de Santa Lucía. La iglesia de estilo barroco fue construida a mediados del siglo XVII . La fachada de travertino luce cuatro pilastras jónicas compuestas con un tímpano redondeado sobre la puerta. Abundan los nichos vacíos y los cartuchos, así como dos guirnaldas de piedra a horcajadas sobre la puerta







Palazzo Cervini
Si continuamos por la via principal. La Vía del Corso, nos encontramos con otro Palacio, El Palacio Cervini, que sobresale por su elegante patio en la entrada principal y su estilo florentino. Se llama así, por ser el nombre del Cardenal que encargó su construcción, Marcello Cervini, quien sería nombrado Papa posteriormente con el nombre de Marcelo II.

Si ahora nos adentramos en las callejuelas entorno a la Piazza grande, encontramos otro edificio imponente, desde donde se tienen unas maravillosas vistas de los alrededores. Se trata del Palazzo Ricci, con un gran portal y una escalera de piedra, y que podrás atravesar para llegar a un patio interno, desde donde apreciar las vistas que te decía-. El Palacio es ahora una Academia Europea de Música, por lo que si tienes suerte verás las vistas con música clásica de fondo.



Piazza Grande
Y por fin llegamos a la Piazza Grande, sin lugar a dudas el mejor sitio de Montepulciano. Aquí hay cuatro edificios que son emblemáticos, el Duomo, el Palazzo Nobili-Tarugi, el Palazzo Contucci y el Palazzo Comunale, o Ayuntamiento. Se da la curiosidad que la saga crepúsculo se rodó en esta plaza, y no en Volterra como indica la película, así que si miras en Youtube la escena, identificarás claramente cada uno de los rincones.




Pero empecemos por cada uno de los edificios emblemáticos, el primero de ellos es el Duomo, edificada en el lugar de la antigua iglesia de Santa María, fue construida entre los años 1586 y 1640. La única estructura sobreviviente de la antigua iglesia es el enorme campanario en travertino y sillares de ladrillo. . La fachada, de ladrillo, está inacabada. Su interior de estilo florentino, es de planta de cruz latina, con tres naves, y resulta bastante austera. En su interior destaca en el altar mayor el tríptico de la Asunción de comienzos del siglo XV y también el monumento funerario de Bartolomeo Aragazzi del siglo XV , en mármol de Carrara.


Duomo de Montepulciano



Palazzo Nobili-Taguri
Otro de los Palacios que encontraras en la Piazza Grande es el Palacio Nobili-Tarugi, para mi el más bonito de todos. Fue construido en las primeras décadas del siglo XVI y fue la residencia de la familia Nobili y la familia Tarugi, de la que toma su nombre. Está revestido completamente de travertino, con un imponente pórtico frente al Pozzo dei Grifi y dei Leoni. Lamentablemente no se puede visitar, ya que sigue siendo de propiedad privada.

Pozo de los Grifos y los Leones


No dejará de llamarte la atención frente al Palazzo Nobili Taguri, el precioso Pozo, llamado de los Grifos y los Leones. El pozo fue diseñado por Antonio da Sangallo durante su estancia en Montepulciano. En el centro del dintel del pozo, se observan dos peculiaridades heráldicas, por delante el escudo de los Medici (familia florentina por excelencia), con sus seis bolas, y por detrás el Lirio de Florencia, escoltado por los dos Leones florentinos. Hay que recordar, que Montepulciano siempre fue aliado de Florencia, por lo que encontraremos por toda la localidad símbolos como este.



A mano derecha, entre el Duomo y el Palazzo Nobili Taguri, y frente al Ayuntamiento, se encuentra el Palazzo Contucci, construido a partir de 1519 según un proyecto de Antonio da Sangallo sobre los restos de las primeras murallas de la ciudad. 

Palazzo Contucci
En el interior se encuentra el famoso salón de baile, con frescos en las paredes y escenas en perspectiva de Andrea Pozzo de principios del siglo XVIII. Originalmente albergó a la familia Del Monte, pero a partir de 1642 pasó a ser propiedad de la familia Contucci, que aún hoy viven en el edificio y utilizan los pisos inferiores como bodega del vino de Montepulciano. 


El último edificio a destacar de la Piazza Grande es el Palazzo Comunale, que alberga el Ayuntamiento de la localidad. Es un espléndido ejemplo de arquitectura renacentista. Dominada por la torre cívica y el gran reloj, fue construida entre finales del siglo XIV y 1440, con la construcción de la fachada de Michelozzo en estilo florentino. Si te paras a verlo detenidamente, observarás que hay un parecido evidente con el Palazzo Vecchio de Florencia, lo que resalta una vez más, la influencia y el dominio florentino sobre la ciudad.


Palazzo Comunale
 


 
Nosotros tuvimos la oportunidad de contemplar la Piazza Grande de día y de noche, así que si pernoctas en Montepulciano no dejes de pasarte por la Piazza Grande, aunque te de pereza subir tantas cuestas. Por cierto, si quieres comer o cenar, te recomiendo la Enacoteca La Dolce Vita, simplemente excepcional, a un precio razonable con una calidad y donde degustar productos regionales y un buen vino. Eso sí, reserva, está siempre a tope.

Y así llegamos al final de la Vía del Corso, donde alcanzamos la antigua Fortaleza Etrusca, hoy transformado en un centro cultural. Sus orígenes se remontan al siglo VIII, pero su forma actual data de mediados del siglo XIII.  Su reforma fue realizada por lo sieneses, tras la victoria sobre Florencia, y evidentemente su función era meramente militar. Tuvo importante como baluarte hasta el siglo XVII, peor en el momento que Florencia conquista Siena, y las guerras entre ambas repúblicas pasan a ser historia, la Fortaleza dejó de tener importancia, hasta tal punto que casi se abandona. Ya a finales del siglo XIX se le vuelve a dar uso, esta vez con un destino cultural, y así sigue hasta nuestros días. Si bien la visita es corta y tampoco tiene mucho que reseñar, si hay muy buenas vistas desde esta zona de Montepulciano.











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