OPCIONES

TEMPLO DE HATSEPSCHUT, COLOSOS DE MENON

 EL TEMPLO DE HATSEPSCHUT Y  LOS COLOSOS DE MEMNON 

Nuestro último día de crucero nos reserva dos grandes visitas, una de ellas es el Templo funerario de Hatsepshut, y el otro es el famoso Valle de los Reyes.

Como siempre nos despertamos temprano, y planificamos hacer las visitas al revés que el resto de excursiones. A propuesta de nuestro guía planeamos primero parar en el Templo de Hatsepshut en Deir el Bahari, con parada previa ante los Colosos de Memnon, y después ir al Valle de los Reyes, y a fe mía que fue un acierto ya que disfrutamos del Templo prácticamente para nosotros solos.






Partimos de la orilla oriental del Nilo, y tomamos una barca a motor que nos lleva a la orilla occidental. Todos los templos funerarios y tumbas en Egipto se hayan siempre en el lado occidental del Nilo, que es por donde se pone el Sol, una simbología de que la muerte es el ocaso de la vida.  Durante el trayecto de no más de 10 minutos vemos numerosos globos aerostáticos surcando el cielo. Son excursiones opcionales que cuestan alrededor de 100 euros por persona. Durante todo el trayecto y hasta nuestra primera parada en los colosos de Memnon vamos disfrutando del paisaje, de un verde intenso en las riberas del Nilo y un azul moteado por los colores de los globos.

Toda la orilla occidental está plagado de templos funerarios de los distintos faraones, entre los maás importantes destacan el de la Raina Hatsepshut, el Rameseum y El Templo funerario de Seti I, aunque el más visitado es el de la primera. Los Templos funerarios eran Templos donde se realizaban ofrendas al faraón fallecido, así como donde se conmemoraba el reinado del mismo. Normalmente, durante el Imperio Nuevo se situaban alejados de las tumbas, si bien en la misma orilla que esta, en la zona desértica más cercana al río.

LOS COLOSOS DE MEMNON

Los colosos de Memnon
Los colosos de Memnon, son dos enormes estatuas del Faraón Amenophis III de 18 metros de altura, qu presidían la primera entrada de los tres pilonos existentes en su complejo funerario. Las estatuas representan al farón en posicion sedente, con las manos sobre las rodillas y orientados hacia el oriente, por donde sale el Sol.

Están realizados con bloques de cuarcita traídos desde Ghiza, aunque las reconstrucciones posteriores, de épocas romanas se añadieron materiales de canteras de Luxor. Como he dicho antes es el único vestigio que queda del Templo funerario de Amenophis III, ya que al estar muy cerca del río, las inundaciones anuales fueron poco a poco destruyendo los cimientos del templo, hasta que un terremoto allá por el año 1200 A.C. lo derrumbó por completo, usándose las piedras del mismo en otras edificaciones. Aunque siempre se habla de los dos colosos de Memnon, hay que decir que en 2012 se ha recuperado un tercer coloso de este templo que estaba sumergido en el agua a mas de tres metros de profundidad.

Asi pues, tras el terremoto del año 1200 A.C. prácticamente solo quedaron los colosos, pues a raíz de otro terremoto en al año 27 a.C. que dañó a los colosos, se empezó a oír un sonido al amanecer que salía de uno de los colosos, por lo que se decía que los colosos cantaban. La razón no era mágica, sino que el cambio de temperatura en esta zona desértica entre el día y la noche, hacía que el agua se evaporase por las fisuras de las rocas, produciendo el sonido. En el momento que Séptimo Severo, emperador romano, restauró las estatuas, desapareció el sonido y dejaron de cantar. Pero como lo del sonido de las estatuas al amanecer quedó entre la población ... a las estatuas se les asoció con Memnon, heroe troyano, que era hijo de Eos, Diosa del amanecer... y de ahí viene el nombre.

EL TEMPLO DE HATSEPSHUT

Como antes comenté, cuando llegamos al Templo de Hatsepshut prácticamente no había nadie, tanto que las tiendas de souvenirs que hay en la entrada del mismo apenas estaban abiertas, y pudimos atravesarlas sin agobio alguno. Tomamos unos coches eléctricos, de los que hay en los campos de golf, para ir hasta el comienzo de la escalinata del Templo.

Templo de Hatsepshut
Antes de visitar el templo hay que conocer quien era la Reina Hatsepshut. Hatshepsut era la hija de Tutmosis I, y su Gran esposa Real Ahmose. Tutmosis I también fue padre de Tutmosis II, pero en esta ocasión con su mujer secundaria, Mutnofret. Siguiendo la tradición real egipcia donde la legitimidad la daba la hembra, Tutmosis II se casó con su hermanastra. Además de Gran Esposa Real, Hatshepsut se le nombró Esposa del Dios de Amón, el honor más alto que podía alcanzar una mujer en Egipto tras la posición de reina, lo que hizo que poco a poco fuera adquiriendo más y más poder.  

Hatshepsut y Tutmosis II tuvieron una hija, Neferu-Ra, mientras que Tutmosis II tuvo un hijo con su esposa menor, Isis. Este hijo era Tutmosis III (1458- 1425 a.C.), que fue nombrado el sucesor de su padre. Tutmosis II murió mientras Tutmosis III era todavía un niño, así que Hatshepsut se convirtió en regente, controlando así los asuntos de estado hasta que el niño fuera mayor de edad. Pero en el undécimo año de su regencia, rompió con la tradición y se hizo coronar faraón de Egipto.

Patio Intermedio
Su reinado fue muy prolifero para Egipto, aumentó el comercio, auge económico y seguridad. 

Hatsepshut promovió una expedición al pais de Punt (se supone que está situado en la región etíope), del que aun hoy quedan vestigios en las paredes de su templo funerario, e incluso quedan las raíces del árbol (de dudosa veracidad) que se plantó tras la expedición en el mismo templo.

Ahora volvamos al templo... El Templo es un templo funerario, es decir, realizado para honrar los Dioses Amón, Hator y Anubis y a Hatsepshut tras su muerte, elogiar sus éxitos y recordar sus hazañas. La edificación está basada en un Templo cercano perteneciente a un faraón de la XI dinastía, Mentuhotep II, quien construyó un templo funerario también basado en terrazas pero con menores dimensiones.
 
El Templo fue diseñado por Senenmut, arquitecto de la reina, y del que se piensa que era también amante de ésta, aunque este hecho no está del todo confirmado.

El templo tiene una disposición en terrazas, de diferente altura a la que se accede a través de rampas y que se encuentran porticadas por pilares. Se cree que se accedería por una larga calzada ceremonial, de unos 36 metros de anchura, flanqueada por esculturas.






Columnata del Nacimiento
Desde la primera terraza parte una primera rampa que nos sitúa en el Patio Intermedio, en la segunda terrazas, y desde donde se nos presenta una nueva rampa que da acceso a la tercera terraza. A la derecha de esta rampa, y antes de subir por ella, nos encontramos con la llamada "COLUMNATA DEL NACIMIENTO" y a la izquierda la "COLUMNATA DE PUNT"



La Columnata del Nacimiento contaba la historia de la creación divina de Hatshepsut, en la que Amón era su verdadero padre. Hatshepsut era mujer, cosa inusual para ser faraón, por lo que debía legitimar su posición como reina, por ello ( y no solo ella lo hizo), en las paredes de los templos contaban una supuesta concepción divina donde aparecía, en este caso Hatsepshut, como descendiente directo del Dios, legitimado por tanto su reinado. En el Templo, Hatsepsshut cuenta como el Dios Amón se le presenta a su madre mientras duermes, ella se despierta gracias a la fragancia que desprende el Dios, éste se siente atraído por su madre...y lo demás es... una Faraona con legitimidad divina







Junto a la columnata del nacimiento se encuentra la Capilla de Anubis, que como guardián y guía de los muertos, era un elemento común en cualquier recinto funerario. Esta es una de las zonas mejor conservadas del Templo, ya que aun se conservan los relieves con vivos colores tanto en paredes, donde se aprecia por ejemplo a Anubis con su cabeza de chacal, como en el techo, con sus estrellas simulando el cielo o a la Dios Nekhbet en su forma de buitre con las alas desplegadas.





La otra columna es la de Punt. Como he comentado antes Punt era un Reino que se cree estaba situado en la zona de la actual Etiopía. Egipto había tenido relaciones anteriores con esta zona, pero por las distintas turbulencias políticas del Reino, esta ruta comercial había caído en desuso. Hatsepshut quería demostrar que su reinado era prolífico, y no hay forma mejor que hacerlo que recuperando tradiciones de cuando Egipto era un Gran Imperio. Así que organiza una expedición comercial, cuyos éxitos quedan grabados en las paredes de la columnata...Así, quedan descritos como se traen maderas nobles, mirra, marfil, oro, incienso, e incluso animales exóticos como monos y panteras.

A la izquierda de la Columnata de Punt, encontramos la capilla de Hathor, madre simbólica de los faraones, por lo que era usual una capilla en los templos funerarios, máxime en Hatsepshut, que era mujer. En las paredes de la capilla se puede ver a la Diosa Hathor en su forma de vaca, donde aún aprecian aún los colores con los que estaba decorada.





Capilla de Amon Ra

Por la rampa accedemos a la tercera terraza, donde nos recibe una nueva columnata con estatuas de Hatsepshut en la forma de Osiris, de las que hay varias reconstruidas, incluso cuando visitamos el conjunto, había arqueólogos en pleno proceso de reconstrucción de una de ellas. Estas estatus fueron destruidas por Tutmosis III, el sobrino de Hatsepshut, ya que esta última tuteló e incluso suplantó su posición de faraón durante años, por lo que a su muerte se supone que Tutmosis no le perdonó esta maniobra, destruyendo y borrando gran parte de sus obras.

Tras pasar por esta columnata entramos en la parte más importante del templo, la capilla del culto real, la capilla del culto solar y el santuario de Amón. Entramos en un patio amplio, a nuestro frente se sitúa la Capilla de Amón-Ra, la más importante de todas pues era el Dios creador. Está excavada en la roca, con techos policromados y un santuario interior.


Santuario de Amon Ra



















A nuestra derecha se sitúa la Capilla del Culto Solar, mientras que a nuestra izquierda hay una otra capilla que es la de la Reina Hatsepshut, donde se muestra a la familia real hacienda ofrendas a los dioses.

La familia Real haciendo ofrendas a Amon Ra


Dejamos ya el Templo de Deir el Bahari, por uno de los laterales, y lo vemos desde una perspectiva, sobre la terraza superior vemos como desciende el templo y como se divisa el Nilo al fondo. Volvemos al autobus para dirigirnos al Valle de los Reyes, no sin antes hacer una parada turística en un taller de Alabastro, que poco o nada nos aporta.























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