LUCCA
Llegamos al aeropuerto de Bolonia y recogemos el coche de alquiler, como quiera que hemos llegado a media mañana, el recorrido de hoy es más limitado, así que nuestro plan es visitar Lucca y después Pisa, para dormir en un Agroturismo cerca de Volterra.
El camino desde el aeropuerto de Bolonia hasta Lucca se hace por autopista de peaje, recoges un ticket al entrar en el peaje y lo validas al salir, así en función de donde sales pagas una cantidad u otra. El trayecto dura alrededor de una hora, ya que el tráfico en el tramo entre Bolonia y Florencia es muy pesado, con muchos camiones.
Llegamos a Lucca y aparcamos cerca de las murallas, en un parking gratuito que he señalada en el mapa de la página de inicio. La mayoría de los aparcamientos en Italia son de pago, de zona azul, pero si buscas bien puedes aparcar en algunos de forma gratuita.
La ciudad de Lucca hoy en día es una ciudad de tamaño medio dentro de Italia, con una población cercana a los 90.000 habitantes. Fue un enclave económico muy importante pues en Lucca confluían tres de las vías romanas consulares. Su importancia fue creciendo, y así durante la edad media llegó a competir con Florencia y Siena por el comercio de la seda de oriente, y llegó a alcanzar su máximo esplendor durante el Renacimiento cuando se construyeron la mayor parte de sus actuales monumentos. Fue un estado independiente hasta las invasiones napoleónicas, cuando tras ser conquistada por los franceses, pasando posteriormente a integrarse en la Italia unificada.
Nada más aparcar, lo primero que verás es la gran muralla de Lucca, la actual muralla, fue construida sobre una anterior entre 1504 y 1648, mide más de 4 kilómetros y circunda completamente la ciudad, existiendo seis puertas de entrada. La muralla esta perfectamente conservada, ya que aunque se hizo con fines defensivos, Lucca no tuvo que usarla nunca con ese fin, ya que nunca fue asediada. Hoy en día es un lugar de esparcimiento, convertido en un enorme jardín donde pasear o jugar a algún deporte.
Tras pasear un rato por la muralla, la atravesamos por la Puerta de San Gervasio. Es una de las pocas puertas que se conservan del siglo XIII, tiene un gran hueco, de ocho metros de altura, cubierto por un arco, y a ambos lados se alzan dos torres, en piedra arenisca gris con decoraciones de piedra caliza blanca, que originalmente tenían una almena y una pasarela que conectaba las cimas de las torres. Hoy en día, las dos torres se utilizan como viviendas particulares. La puerta también fue defendida por un foso que se ha conservado y fluye frente a la llamada Vía dei Fossi, por lo que el acceso fue regulado por un puente levadizo.
Iglesia de Santa María Blanca |
Interior Santa María Blanca |
San Michelle in Foro |
Fachada columnada de San Michelle in foro |
Interior de San Michelle in foro |
Torre Giunigi |
Cuenta la leyenda que el árbol más alto fue plantado por Paolo Giunigi y que cuando fue capturado por Francesco Sforza y luego encarcelado en el castillo, su muerte fue predicha por el árbol que perdió todas sus hojas.
Unos minutos más andando entre las callejuelas y llegamos a otros de los atractivos de Lucca, la Plaza del Anfiteatro. Como su propio nombre indica está construida sobre el antiguo anfiteatro de la ciudad, que se construyó en el siglo II d.C, de ahí su forma ovalada. La plaza en sí se construyó en la edad media, al principio se usó como almacenes y poco a poco se fueron realizando casas, aunque su trazado definitivo data de comienzos del siglo XIX, cuando se configuró con su estado actual, realizándose una calle alrededor de la plaza y se incluyó dentro del trazado urbano de la ciudad. Plaza del Anfiteatro
Saliendo por la Vía del Anfiteatro, llegamos a uno de los rincones más bonitos de Lucca, la plaza y Basílica de San Frediano. La basílica, como indica su nombre está consagrada a San Frediano, que fue obispo de Lucca, y canonizado en el siglo VI. La basílica es una de las iglesias más antiguas de Lucca, su construcción se remonta al siglo XII, y ha tenido durante su historia varias transformaciones, siendo su estilo preeminentemente románico. Su fachada es de piedra pulida, delimitándose los tres portales, el de la nave central, y el de los dos laterales por pilares, coronados por un arquitrabe (del cual solo el central está decorado con motivos vegetales) y arcos ciegos. Durante el siglo XIII se elevó la altura de la iglesia y ya en el siglo XIV se remató con el mosaico que ocupa la zona superior, que representa la Ascensión de Cristo entre los ángeles y en presencia de los apóstoles.
Basílica de S. Frediano |
Dejamos la Basílica y damos un paseo por las murallas de Lucca, que están adaptadas para pasear cómodamente o hacer deporte. Desde aquí vemos el campanario de la Basílica, construida en el siglo XII y reconstruida en el XII. Se aprecia por el diferente color que existe en la base, con una piedra más oscura y el resto, realizado en piedra caliza más clara.
También vemos desde aquí los jardines del Palazzo Pfanner, un palacio del siglo XVII, llamado antes Palazzo Controni. El edificio destaca especialmente por sus jardines, diseñados por Filipo Juvarra, a principios del siglo XVIII, en estilo barroco italiano.
Palazzo Pfanner |
familia que le da nombre al Palazzo, la familia Pfanner.
Fue en 1846 cuando Felix Pfanner (1818-1892), nacido en Hörbranz en el lago de Constanza (Austria), pero de familia bávara, entró en contacto con la familia Controni. Llegado a Lucca tras un decreto de 1845 por el que el duque de Lucca, Carlos Luis de Borbón, solicitaba para la ciudad "un hábil cervecero alemán", Félix Pfanner decidió alquilar a los Controni el jardín y las bodegas del Palacio para colocar la maquinaria y el equipo necesarios para producir la bebida. Con el tiempo, gracias a las ganancias de su cervecería, la familia pudo comprar todo el edificio, que tomó su nombre y se convirtió en la sede oficial de la cervecería Pfanner, siendo ésta la primera cervecería en el Ducado de Lucca y una de las primeras en Italia, siendo hasta 1929, fecha en que se cerró la cervecería, un punto de encuentro para todos los habitantes y visitantes de Lucca.
El Palacio sigue siendo propiedad de la familia Pfanner que vive aquí y hoy en día, además de visitar los jardines y el Palazzo, puedes alojarte en uno de los apartamentos históricos habilitados para huéspedes.
En cuanto al jardín se extiende entre la monumental escalinata del Palacio, una elegante limonera al norte y dos históricos bambúes que durante siglos han enmarcado un espacio verde adornado con una gran variedad de plantas ornamentales, palmeras y pinos.
En el punto de intersección de los dos caminos del jardín, se sitúa un gran estanque octogonal y a lo largo del eje central del jardín, se disponen unas frente a otras estatuas de mármol del siglo XVIII, que representan las divinidades del Olimpo griego.
Volvemos hacia la Piazza de San Michelle nuevamente para contemplar otra vez la Basílica de San Michelle in Foro, esta vez desde uno de sus lados, donde se puede ver perfectamente su silueta, con su campanario, construido entre los siglos XII y XIV, y que en el momento de su construcción, su parte superior tenía forma de almena.
Palacio Ducal |
Teatro Giglio |
Su nombre se debe a María Luisa de Borbón, entonces soberana de Lucca, al igual que el escudo con tres lirios dorados, en honor a la propia dinastía Borbónica. En el teatro se representaron obras como Guillermo Tell, de Rossini, o del propi o Puccini.
Chiesa dei Santi Giovanni e Reparatta |
Y siguiendo la Vía del Duomo, llegamos a la Catedral de Lucca, il Duomo de San Martino. Sus orígenes se remontan al siglo VII de nuestra era, cuando se construye una iglesia por orden de San Frediano, Obispo de Lucca. En el siglo XI la iglesia comienza a ser ampliada y se termina seis siglos mas tarde, en 1637.
Duomo di Lucca |
Lo que más impresiona sin duda son sus tres pisos de arcos, cuyas columnas, cada una de una forma y estilo, hacen que te quedes observando sus detalles durante minutos. Lamentablemente no pudimos acceder a su interior pues estaba ya cerrada.
Va acabando nuestro recorrido por Lucca, y volvemos sobre nuestros pasos para ver la Torre delle Ore, justo detrás de la Piazza de San Michelle, en la Vía Fillungo, una de las vías mas comerciales de Lucca.
La Torre delle Ore, originariamente perteneció a distintas familias de la nobleza de la ciudad, que usaron la torre como símbolo de poder. Hacia el año 1390 el gobierno local alquiló la torre para instalar un reloj, pues hay que pensar que en plena edad media la medida del tiempo se hacía por medio de la luz solar, por lo que un punto de elevación era necesario, donde se pudiese poner un cuadrante para que el pueblo pudiera ver que hora era. El reloj actual está regulado por un mecanismo de 1754 , y está equipado con una esfera rehecha en la época con números romanos y una sola aguja en forma de estrella en el centro. La campana más grande anuncia las horas de la una a las seis, al estilo romano, y las dos campanas más pequeñas marcan los cuartos.
La torre fue restaurada a comienzos de este siglo, y puede visitarse para ver las vistas desde su cima, eso sí previo pago y previa subida de sus 207 escalones.
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