OPCIONES

jueves, 18 de septiembre de 2025

HUE: GUIA DE LA PAGODA THIEN MU Y PUESTA DEL SOL EN EL RIO PERFUME

 HUE

GUIA DE LA PAGODA THIEN MU Y ATARDECER EN EL RIO PERFUME


Torre Phước Duyên
Después de pasar toda la mañana recorriendo el Palacio Imperial, llegó la hora de almorzar. Muy cerca encontramos un lugar curioso: una especie de Burger King vietnamita, la cadena Jollibee Nguyễn Trãi Huế, donde puedes comer hamburguesa, patatas y refresco por menos de dos euros. Justo enfrente está Highlands Coffee, una cadena de cafeterías muy popular en Vietnam. Si tienes ocasión, te recomiendo probar uno de sus batidos: es el postre perfecto y además verás que esta marca está presente en muchas ciudades del país.

Con el estómago lleno y un batido de postre, pedimos un Grab (el equivalente al Uber asiático), que nos llevó a la segunda parada del día: la Pagoda Thiên Mụ. Llegamos con el tiempo justo, ya que el templo cerraba a las 17:00 y eran las 16:00, pero nos alcanzó para disfrutarla sin prisas.


La Pagoda Thiên Mụ, conocida también como Pagoda de la Dama Celestial, es uno de los templos budistas más antiguos e importantes de Vietnam. Está a unos 10 minutos en coche desde el centro de Huế, en un enclave privilegiado a orillas del río Perfume (Sông Hương). Su origen se remonta a 1601, cuando Nguyễn Hoàng, gobernador de Thuận Hóa y considerado fundador de la dinastía Nguyễn, decidió levantarla tras escuchar la profecía de una anciana que anunciaba prosperidad si se construía un templo en este lugar. De ahí el nombre Thiên Mụ, que significa “Dama Celestial”.

El complejo fue ampliado en varias ocasiones por distintos emperadores de la familia Nguyễn hasta alcanzar su forma actual. Como nota curiosa, aquí vivió el monje que se hizo mundialmente conocido tras inmolarse en Saigón en 1963 como protesta durante el conflicto entre monjes budistas y el gobierno survietnamita.

Nada más llegar, tras pasar por los puestos de souvenirs de la zona del aparcamiento, una escalinata te conduce directamente hasta la Torre Phước Duyên, la imagen más icónica del templo. Es una torre octogonal de 7 pisos y más de 21 metros de altura, construida a finales del siglo XIX. Cada piso está dedicado a una manifestación de Buda, representando diferentes momentos de su vida.

Detrás de la torre, al cruzar una puerta monumental, se abre un amplio prado verde con edificios a ambos lados. A la derecha está el Pabellón de la Campana (Đại Hồng Chung), que en su día albergó una campana colosal fundida en 1710, de más de 2 toneladas y considerada una de las mayores de su época en Vietnam. Hoy la campana se encuentra dentro de la sala principal y en el pabellón se han colocado varias estatuas de Buda. A la izquierda está el Pabellón de la Tortuga de Piedra, donde una gran tortuga —símbolo de longevidad— sostiene una estela con inscripciones que narran parte de la historia del templo.


Al final del camino se alza la Sala Principal (Điện Đại Hùng), el corazón espiritual del complejo. Aquí se encuentran las estatuas de Buda Shakyamuni, altares decorados y la Gran Campana, cuyo sonido, según la tradición, podía escucharse a kilómetros de distancia a lo largo del río Perfume, guiando a los fieles.

Más allá de la sala principal se extienden los jardines y el monasterio, todavía habitado por monjes budistas. Esta parte es mucho más tranquila, pues la mayoría de turistas no suele ir más allá del salón central. Al final de los jardines se encuentra el Bửu Tháp Hòa Thượng Thích Đôn Hậu, la estupa funeraria que guarda los restos del venerable monje Thích Đôn Hậu (1905–1992), abad de la pagoda y una figura clave del budismo vietnamita en el siglo XX. Hoy sigue siendo lugar de peregrinación para los fieles, que acuden a rendir homenaje a su memoria y a su legado de compasión y sabiduría.

Bửu Tháp Hòa Thượng Thích Đôn Hậu

Antes de salir no hay que pasar por alto un sencillo garaje que conserva el Austin azul en el que viajó el monje Thích Quảng Đức hasta Saigón en 1963, antes de inmolarse en un acto que dio la vuelta al mundo.

La visita completa a la pagoda no lleva más de media hora, pero merece muchísimo la pena por el valor cultural, histórico y simbólico que tiene para Huế. Además, su ubicación a orillas del río Perfume la convierte en un lugar ideal para quedarse un rato más: en las escaleras que bajan hasta la orilla se congregan locales y turistas para ver la puesta de sol. El ambiente es animado, con vendedores ambulantes ofreciendo de todo, y conviene llegar con tiempo si quieres conseguir buen sitio, porque se llena bastante. Es el broche perfecto para cerrar un día de historia y espiritualidad en Huế.







No hay comentarios:

Publicar un comentario