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lunes, 11 de agosto de 2025

PASEO EN COCONUT BOAT POR LOS CANALES DE CAM THANH


PASEO EN COCONUT BOAT POR LOS CANALES DE CAM THANH

Una de las excursiones más curiosas y pintorescas que puedes hacer desde Hoi An es dar un paseo por el río en una de las embarcaciones típicas de la zona: los llamados coconuts o thúng chai



Se trata de pequeñas barcas redondas, hechas íntegramente de bambú, cuya forma recuerda a la de un coco.

Reservar la excursión es muy sencillo: puedes hacerlo directamente en tu hotel o en cualquiera de las numerosas agencias turísticas repartidas por Hoi An. El coste ronda los 10 euros e incluye el desplazamiento hasta la zona de Cam Thanh (punto de partida de estos paseos), el recorrido circular en barca de aproximadamente una hora y un té al finalizar.

En nuestro caso, reservamos la actividad en nuestro hotel, Laluna Resort Hotel. Puntualmente, a las 15:00 horas, un coche nos recogió para llevarnos hasta la zona de embarque. Desde donde nos dejó el vehículo caminamos apenas dos minutos hasta los pequeños embarcaderos, donde nos esperaba nuestro coconut.

La sorpresa vino al conocer a nuestra guía: una mujer de 69 años que, a primera vista, nos hizo dudar de si sería capaz de manejar la barca. Sin embargo, pronto nos demostró que llevaba más de 50 años haciéndolo… y con una destreza admirable.


El recorrido se divide en tres zonas diferenciadas:

Canales entre palmeras de agua (dừa nước)

La primera parte del trayecto transcurre por estrechos canales flanqueados por palmeras de agua, llamadas localmente dừa nước. Estas producen frutos que recuerdan a pequeños cocos, origen del nombre que se da tanto a las barcas como a la zona. El paseo aquí es tranquilo y sosegado, aunque la gran cantidad de embarcaciones que coinciden al mismo tiempo le resta algo de encanto.



Zona más turística y animada

El contraste llega en la segunda parte: aquí el ambiente es mucho más bullicioso y claramente turístico. Algunos botes realizan vertiginosos giros sobre sí mismos al ritmo de música a todo volumen, entre risas y vítores de los pasajeros. Para vivirlo en primera persona hay que pagar un extra, ya que no todos los guías lo ofrecen. Aunque es una experiencia pensada para visitantes, resulta curioso de ver.


                            

Y, como en Vietnam siempre hay algo que sorprende, también encontramos un peculiar “karaoke flotante”: en unos botes, vietnamitas cantando con total entrega; en otros, altavoces montados para amenizar el recorrido. Un disparate… que, en el contexto vietnamita, parece tener todo el sentido.

Además, en esta zona se cruzan barcas de pesca, donde los pescadores ofrecen demostraciones de lanzamiento de redes para deleite de los turistas.



El rincón más tranquilo

La última parte depende mucho del guía que te toque. Vimos a muchos grupos regresar directamente al puerto, pero nuestra guía nos llevó a un canal secundario, rodeado de un pequeño bosque de palmeras, donde no había ni un solo bote más. Este tramo fue, para nosotros, el más especial: silencio absoluto, naturaleza intacta y la posibilidad de ver de cerca cómo crecen los cocos e incluso algunos cangrejos de río. Si tienes oportunidad, pide a tu guía que te lleve hasta allí: es la zona menos turística y más auténtica de todo el recorrido.

La excursión finaliza regresando al punto de partida. Durante el trayecto, es probable que te hagan fotos que luego te ofrecerán al desembarcar. Son algo caras si las comparas con los precios habituales en Vietnam, pero pueden ser un bonito recuerdo de esta experiencia tan singular.



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