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sábado, 9 de agosto de 2025

¿QUE VER EN DOS DIAS EN HOI AN? PRIMER DIA

¿QUE VER EN DOS DIAS EN HOI AN?

PRIMER DIA EN HOI AN

CONSEJOS DE INTERES, TEMPLO JAPONES, MERCADO, PASEO EN COCONUT, PASEO NOCTURNO POR EL RIO Y MERCADO NOCTURNO

Llegamos a Hoi An a media mañana, tras aterrizar en el aeropuerto de Da Nang. Para facilitar el traslado, habíamos reservado previamente con el propio hotel un transporte que nos llevó directamente desde el aeropuerto hasta Hoi An. Nuestra base durante estos días fue el Hotel Laluna Resort, un alojamiento estupendo a solo dos minutos andando del corazón de la ciudad. Situado junto al río, cuenta con piscina y todas las comodidades necesarias para disfrutar de una estancia relajada.

Durante la mañana y parte de la tarde, aprovechamos para dar nuestro primer paseo por Hoi An, explorando sus encantadoras calles. Para completar el día, desde el propio hotel reservamos una de las actividades más curiosas que se pueden hacer en la zona: un paseo en los típicos botes redondos conocidos como "Coconut boats". Aunque es una turistada en toda regla, lo cierto es que resulta tan atípico y divertido que merece la pena vivirlo.


Volviendo a la ciudad, solo se puede decir que Hoi An es, sin duda, la ciudad más bonita de Vietnam. Es un destino imprescindible. Si estás planificando tu ruta y tienes que elegir, que no sea a costa de dejar fuera Hoi An. Hay tanto que ver que recomiendo dedicarle al menos dos días completos. Muchos turistas llegan en excursiones de mediodía y se marchan sin haber rascado siquiera la superficie de lo que ofrece esta ciudad. Además, es al atardecer cuando Hoi An despliega su magia: se encienden los farolillos que adornan sus calles y desaparecen las hordas de visitantes, dejando la ciudad para quienes deciden quedarse.

Hoi An

Hoi An es una ciudad perfecta para recorrer a pie. Desde el hotel, caminamos por la ribera del río, que se convierte en el eje principal de la ciudad al caer la noche. Este paseo permite irse haciendo una idea general del ambiente de Hoi An. En la ribera izquierda, donde se encontraba nuestro hotel, se concentran los principales sitios históricos. En la ribera derecha, en cambio, se encuentran el ambiente nocturno y el mercado nocturno.

Para visitar los principales puntos de interés del casco antiguo es necesario adquirir un pase conocido como "Hoi An Ancient Town Ticket". Este billete es obligatorio para acceder a varias de las atracciones turísticas más relevantes y cuesta 120.000 dongs (unos 4,5 €) para adultos y 80.000 dongs (unos 3 €) para niños. Puedes comprarlo en varios puestos repartidos por el centro (que suelen estar señalizados en los mapas turísticos). Este pase permite acceder hasta a cinco monumentos, entre ellos templos, pagodas, museos, casas tradicionales y las famosas Salas de Congregación Chinas.

UN POCO DE HISTORIA...

La historia de Hoi An se remonta a más de 2.000 años, aunque su época de mayor esplendor fue entre los siglos XV y XIX, cuando se consolidó como un importante puerto comercial internacional. Gracias a su ubicación estratégica, Hoi An se convirtió en punto clave del comercio entre Asia, Europa y Oriente Medio. Mercaderes chinos, japoneses, holandeses, portugueses e indios se establecieron aquí, dejando una huella profunda en su arquitectura, cultura y gastronomía. De esta época dorada datan muchas de las joyas patrimoniales que se conservan hoy, como el icónico Puente Cubierto Japonés, salones de congregación, templos y casas tradicionales.

A mediados del siglo XIX, Hoi An cayó en declive cuando los franceses decidieron favorecer el puerto de Da Nang como nuevo centro comercial. Este abandono, sin embargo, jugó a su favor, pues evitó la modernización agresiva que sufrieron otras ciudades vietnamitas. Gracias a ello, su centro histórico se ha mantenido casi intacto y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.

PRIMER DIA EN HOI AN

Recorriendo la vereda del río pasarás por uno de los puntos esenciales de HOI AN, se trata del PUENTE JAPONES. 

EL PUENTE JAPONES

Uno de los monumentos más emblemáticos y fotografiados de Hoi An es el Puente Cubierto Japonés (Chủ Câu), una verdadera joya arquitectónica y cultural que representa la mezcla de influencias que han dado forma a la ciudad. Ubicado en el corazón del casco antiguo, conecta las calles Tran Phu y Nguyen Thi Minh Khai, y simboliza la unión entre comunidades japonesas y chinas que convivieron en Hoi An durante el siglo XVII.

Puente Japonés

El puente fue construido por comerciantes japoneses alrededor del año 1593 como gesto de buena voluntad para unir su barrio con el de los chinos al otro lado del arroyo. Esta construcción fue también una expresión simbólica para calmar al "Namazu", un monstruo mitológico con forma de pez gato que, según las creencias de la época, causaba terremotos desde Japón hasta el sudeste asiático. La leyenda dice que el puente fue erigido justo sobre la cola de este animal mitológico para inmovilizarlo y traer estabilidad a la ciudad.

El puente, que mide 18 metros de largo, combina estilos arquitectónicos japoneses, chinos y vietnamitas. Está construido enteramente en madera, con techado curvado de tejas, y se apoya sobre pilares de piedra que cruzan un canal afluente del río Thu Bon.

En su interior se encuentra una pequeña pagoda dedicada al dios del tiempo, Tran Vo Bac De, que según las creencias populares protege a la ciudad de catástrofes naturales. En la entrada también se pueden ver estatuas de monos y perros, que según algunas teorías representan los años del calendario lunar en los que comenzó y finalizó su construcción.

Puedes cruzar el Puente Japonés sin coste alguno, pero para acceder al interior de la pagoda deberás utilizar uno de los tickets del "Hoi An Ancient Town Ticket". No obstante, cuando lo visitamos no encontramos a nadie controlando los accesos, así que pudimos entrar sin gastar uno de los cinco tickets disponibles. Mi consejo es que lo intentes sin canjear el ticket, ya que el interior de la pagoda no es especialmente relevante y podrías reservar ese acceso para otros lugares más interesantes.

La zona donde se ubica el puente es peatonal y está muy abarrotada durante todo el día, así que quieres una buena foto del puente sin demasiada gente, lo ideal es madrugar o acercarte justo al atardecer. Si vas a primera hora, te aconsejo volver a visitarlo por la noche, porque con la iluminación aun gana mas en belleza.

El puente Japonés de Noche



ASAMBLEA CANTONESA QUONG TRIEU

ASAMBLEA CANTONESA QUONG TRIEU

A pocos pasos del icónico Puente Japonés se encuentra una de las principales atracciones de Hoi An: la Asamblea Cantonesa de Quong Trieu. Para acceder, deberás utilizar uno de los tickets incluidos en el Hoi An Ancient Town Ticket, y en este caso sí que puedo decirlo sin reservas: es un imprescindible en tu visita.

Antes de recorrerla, conviene entender su contexto histórico. Las “asambleas” no eran únicamente templos, sino que funcionaban como centros sociales y comerciales para la comunidad china local. La de Quong Trieu fue, en particular, lugar de reunión, convivencia y apoyo mutuo entre los comerciantes cantoneses. En el siglo XVII, Hoi An albergaba dos grandes grupos mercantiles extranjeros: chinos y japoneses, que convivían pacíficamente e incluso mantenían gestos de buena voluntad, como lo demuestra la construcción del Puente Japonés que unía sus barrios.

La Asamblea Cantonesa de Quong Trieu fue edificada por comerciantes procedentes de la región de Guangdong y de Guangzhou en la segunda mitad del siglo XIX (aprox. 1885). 

Lo más curioso es que muchas de sus piezas fueron prefabricadas en China y transportadas en barco hasta Hoi An, para luego ser ensambladas aquí.

En sus orígenes, el templo estuvo dedicado a la diosa del mar Thien Hau y a Confucio, pero en 1911 sufrió una transformación: desde entonces se rinde culto principalmente a Quan Cong, figura histórica china y símbolo de lealtad, justicia e integridad. 

Quan Cong preside el altar central, mientras que los altares laterales se destinan al Dios de la Riqueza y a los ancestros.

La estructura de la asamblea es sencilla pero llena de simbolismo: 

En primer lugar, encontramos una gran entrada triple coronada por tejas verdes, decorada con dragones, fénix y flores, esculpidos en ladrillo y piedra tallada. 

Esta entrada conduce al patio central, donde destaca una gran fuente con dragones de cerámica. Esta escultura representa una famosa leyenda china: una carpa que, tras nadar contracorriente por el río Amarillo y superar las cataratas de la Puerta del Dragón, se transforma en un dragón. Para los comerciantes chinos que construyeron este lugar, era una clara metáfora del esfuerzo y el éxito material.

Desde este patio accedemos al salón principal, donde se ubican tres altares: el altar principal dedicado  a Quan Cong, y el Dios de la Riqueza y los ancestros a ambos lados.

Para finalizar la visita, se llega al patio trasero, un espacio tranquilo y ajardinado con fuentes y un ambiente sereno. Aquí merece la pena detenerse en los detalles: estatuas de dragones elaboradas con mosaicos que, además de belleza estética, encierran la misma simbología de fuerza y prosperidad que impregna todo el conjunto.


Patio trasero


 
MERCADO DE HOI AN

El Mercado de Hoi An, situado junto a la vereda del río, ofrece una experiencia auténticamente local y muy distinta a la de otros mercados vietnamitas como los de Saigón. Aquí no abundan los puestos de souvenirs, ropa o recuerdos turísticos; es, ante todo, un mercado agrícola pensado para la vida cotidiana de sus habitantes.

El corazón del mercado se encuentra en un edificio principal de tamaño reducido, que alberga numerosos puestos de comida local. Nosotros decidimos no comer allí, ya que, aunque la oferta culinaria es variada, el lugar no destaca precisamente por su higiene, y preferimos optar por alguno de los muchos restaurantes que ofrece Hoi An. En el exterior, se instalan más puestos, con apenas unos pocos dedicados a recuerdos, predominando los de utensilios domésticos.

Donde realmente se disfruta la visita es en las calles que rodean el mercado. En ellas encontrarás una explosión de color y escenas cotidianas que invitan a la fotografía: montones de frutas y verduras frescas, especias aromáticas y flores vibrantes, todo dispuesto de manera tan pintoresca que resulta difícil no detenerse a capturar el momento. Entre los puestos, es habitual ver a mujeres tejiendo cestas de esparto o pelando judías, ejemplos vivos del día a día local.

Mi recomendación: pasea sin prisas, observa, fotografía y déjate envolver por el ambiente genuino de este rincón de Hoi An, donde el turismo se mezcla con la vida real de la ciudad.

PASEO POR EL RIO EN COCONUT

Después de dar un paseo por el río, volvemos al hotel, donde teníamos previsto que nos recogiera un coche para llevarnos a hacer la excursión de COCONUT, una de las excursiones típicas de Hoi An.  El "coconut", llamado Thung Chai en vietnamita son unas barcas redondas de bambú trenzado, cuya forma recuerda a un cuenco o media cáscara de coco, y de ahí su nombre. La excursión la puedes reservr en tu propio hotel o bien en cualquiera de las agencias de viajes repartidas por todo Hoi An. Su precio ronda los 10€ e incluye el viaje a la zona donde salen los botes, paseo por el río y un té. Como el paseo es extenso y la excursión dura unas dos horas, hemos hecho un post aparte, así que si quieres saber más sobre como hacer la excursión y su contenido, solo tienes que picar en este enlace. PASEO POR EL RIO EN COCONUT


NOCHE EN HOI AN

Tras volver de la excursión en Coconut, comienza a caer la tarde en Hoi An, y es entonces cuando la ciudad empieza a mostrar su lado más cautivador. El río, que por la mañana permanece relativamente tranquilo, se llena poco a poco de barcas que lo surcan de un extremo a otro, mientras las calles adyacentes se animan con una multitud que parece llegar de todas partes.

Pero lo verdaderamente impresionante llega cuando la noche se instala. Entonces, la ciudad y su río se iluminan con miles de farolillos que tiñen el ambiente de tonos cálidos y mágicos, creando una estampa única. La combinación de luces reflejadas en el agua, el bullicio alegre y la atmósfera festiva convierten este momento en una de las experiencias más memorables de Hoi An.

Hay varias cosas que puedes hacer al caer la noche en Hoi An:

PASEO POR EL RÍO EN BARCA EN HOI AN

Una de las experiencias más emblemáticas de Hoi An es realizar un paseo nocturno por el río en una barca tradicional, iluminada por los farolillos típicos que dan fama a la ciudad. Aunque es cierto que puede considerarse una actividad muy turística, lo cierto es que merece la pena vivirla al menos una vez: el ambiente, la luz y la atmósfera son realmente mágicos.

Para realizarla, debes cruzar la vereda del río por el "An Hoi Bridge". Justo al otro lado encontrarás una caseta oficial donde comprar los tickets. Aunque fuera del recinto también haya gente que los ofrezca, te recomiendo adquirirlos en la caseta, ya que allí podrás elegir si prefieres ir solo en la barca o compartirla con otras parejas. Mi consejo es que, por la pequeña diferencia de precio, optes por ir solo y así disfrutar del recorrido de forma más íntima.

El precio oscila entre 100.000 y 150.000 dong vietnamitas (unos 4 a 6 euros) por persona para trayectos de aproximadamente 20 minutos, dependiendo de si vas en solitario o en barco compartido. Tras comprar el ticket, te asignarán un bote al que se accede mediante una pasarela. Antes de embarcar, te ofrecerán la opción de lanzar pequeños farolillos flotantes al río, un gesto simbólico que, según la tradición, atrae la buena suerte. Estos farolillos suelen costar entre 10.000 y 20.000 dong (0,40 a 0,80 euros) adicionales.

A partir de aquí, olvida lo técnico y sumérgete en la experiencia: decenas de barcas iluminadas navegando a tu alrededor, cientos de ofrendas flotando suavemente por el río, y las calles adyacentes iluminadas únicamente por farolillos de vivos colores. Es un espectáculo visual único que justifica, por sí solo, la visita a Hoi An.

Un último consejo: no te apresures en hacer el paseo justo al caer la noche. Espera una hora y deja que se marchen las excursiones organizadas que solo vienen a realizar esta actividad. Con menos barcas en el agua, la atmósfera se vuelve más tranquila y auténtica, y la magia del momento se intensifica.


PASEAR POR LAS CALLEJUELAS DEL CENTRO HISTORICO

Después de disfrutar del paseo en barca, te recomiendo que continúes la experiencia recorriendo el casco antiguo de Hoi An. 

A esta hora, la mayoría de grupos turísticos ya se han marchado, dejando las calles sorprendentemente tranquilas y perfectas para perderse sin prisas, descubrir rincones únicos y capturar fotografías espectaculares.

Entre las calles más recomendables para pasear destacan Tran Phu y Nguyen Thai Hoc. Son las más tradicionales, con casas antiguas llenas de encanto, templos, tiendas de artesanía y un sinfín de artistas callejeros ofreciendo piezas elaboradas a mano a precios realmente bajos. Además, las tiendas permanecen abiertas hasta poco antes de la medianoche, por lo que podrás disfrutar del ambiente sin prisas.

Este es también un momento ideal para buscar un lugar donde cenar. En nuestro caso, elegimos el Hai Cafe Restaurant & BBQ Courtyard, un lugar excepcional ubicado en una casa tradicional. La comida fue exquisita y la relación entre precio, servicio y calidad, excelente. El menú ofrece desde platos tradicionales vietnamitas hasta una amplísima variedad de carnes a la barbacoa. El precio medio, incluyendo bebidas, ronda entre los 10 y 12 euros por persona.




Hai Cafe Restaurant & BBQ Courtyard


VISITAR EL MERCADO NOCTURNO
Mercado Nocturno Hoi An

Después de cenar, una excelente opción es dar un paseo por el animado Mercado Nocturno de Hoi An. Se encuentra justo detrás del lugar donde probablemente hayas comprado los tickets para el paseo en barca, en la calle Nguyen Hoang, que se cierra al tráfico y se llena de coloridos puestos callejeros.

El mercado comienza su actividad al caer la tarde y permanece abierto hasta alrededor de las 23:00 horas, momento en el que los vendedores empiezan a recoger. Al entrar, lo primero que llama la atención es la gran cantidad de puestos de comida rápida, especialmente de postres. Nosotros probamos unos crepes recién hechos de mango y chocolate que estaban deliciosos. También abundan los puestos que venden los icónicos farolillos de Hoi An; algunos son tan vistosos que incluso cobran por hacerte fotos frente a ellos.

A continuación, la ruta por el mercado te llevará a la zona de souvenirs y ropa. Aunque Hoi An es más turística y, por ende, un poco más cara que ciudades como Hanói o Saigón, siempre se pueden encontrar artículos interesantes. Personalmente, recomendaría apostar por la artesanía local, ya que, a diferencia de otras urbes donde predominan las imitaciones, en Hoi An es posible encontrar piezas más auténticas.

La última parte del mercado está ocupada por restaurantes... o mejor dicho, puestos de comida callejera con mesas para sentarse. Predominan los que ofrecen pescado y marisco a la plancha, así que, si te apetece, puedes darte un festín de mariscos por muy poco dinero. Una imagen que difícilmente olvidarás es la de las numerosas familias vietnamitas celebrando cumpleaños en esta zona, donde no falta el karaoke, elemento imprescindible en cualquier festejo local.

En definitiva, visitar el Mercado Nocturno de Hoi An merece la pena. No es muy grande, pero lo suficiente para pasar una hora agradable, hacer algunas compras y disfrutar de un buen postre.


TOMARTE UNA CERVEZA Y DISFUTAR DE LAS VISTAS

Justo en la misma orilla del río donde se ubica el mercado nocturno se encuentra la animada zona de ocio nocturno de Hoi An. Aquí, la música y el ambiente festivo están garantizados gracias a la gran variedad de pubs para todos los gustos. La media de edad baja notablemente y predominan los mochileros y viajeros jóvenes, creando un ambiente vibrante y cosmopolita.

Si continúas caminando y dejas atrás los bares con la música a todo volumen, descubrirás locales más tranquilos, perfectos para quienes buscan relajarse. En estas zonas más sosegadas encontrarás pubs con agradables terrazas, donde podrás acomodarte en un buen butacón, disfrutar de una cerveza bien fría y contemplar las vistas privilegiadas hacia la ciudad antigua de Hoi An, iluminada por sus emblemáticos farolillos.






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