¿QUE VER EN DOS DIAS EN HOI AN?
PRIMER DIA EN HOI AN
CONSEJOS DE INTERES, TEMPLO JAPONES, MERCADO, PASEO EN COCONUT, PASEO NOCTURNO POR EL RIO Y MERCADO NOCTURNO
Llegamos a Hoi An a media mañana, tras aterrizar en el aeropuerto de Da Nang. Para facilitar el traslado, habíamos reservado previamente con el propio hotel un transporte que nos llevó directamente desde el aeropuerto hasta Hoi An. Nuestra base durante estos días fue el Hotel Laluna Resort, un alojamiento estupendo a solo dos minutos andando del corazón de la ciudad. Situado junto al río, cuenta con piscina y todas las comodidades necesarias para disfrutar de una estancia relajada.
Durante la mañana y parte de la tarde, aprovechamos para dar nuestro primer paseo por Hoi An, explorando sus encantadoras calles. Para completar el día, desde el propio hotel reservamos una de las actividades más curiosas que se pueden hacer en la zona: un paseo en los típicos botes redondos conocidos como "Coconut boats". Aunque es una turistada en toda regla, lo cierto es que resulta tan atípico y divertido que merece la pena vivirlo.
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Hoi An |
Hoi An es una ciudad perfecta para recorrer a pie. Desde el hotel, caminamos por la ribera del río, que se convierte en el eje principal de la ciudad al caer la noche. Este paseo permite irse haciendo una idea general del ambiente de Hoi An. En la ribera izquierda, donde se encontraba nuestro hotel, se concentran los principales sitios históricos. En la ribera derecha, en cambio, se encuentran el ambiente nocturno y el mercado nocturno.
Para visitar los principales puntos de interés del casco antiguo es necesario adquirir un pase conocido como "Hoi An Ancient Town Ticket". Este billete es obligatorio para acceder a varias de las atracciones turísticas más relevantes y cuesta 120.000 dongs (unos 4,5 €) para adultos y 80.000 dongs (unos 3 €) para niños. Puedes comprarlo en varios puestos repartidos por el centro (que suelen estar señalizados en los mapas turísticos). Este pase permite acceder hasta a cinco monumentos, entre ellos templos, pagodas, museos, casas tradicionales y las famosas Salas de Congregación Chinas.
UN POCO DE HISTORIA...
La historia de Hoi An se remonta a más de 2.000 años, aunque su época de mayor esplendor fue entre los siglos XV y XIX, cuando se consolidó como un importante puerto comercial internacional. Gracias a su ubicación estratégica, Hoi An se convirtió en punto clave del comercio entre Asia, Europa y Oriente Medio. Mercaderes chinos, japoneses, holandeses, portugueses e indios se establecieron aquí, dejando una huella profunda en su arquitectura, cultura y gastronomía. De esta época dorada datan muchas de las joyas patrimoniales que se conservan hoy, como el icónico Puente Cubierto Japonés, salones de congregación, templos y casas tradicionales.
A mediados del siglo XIX, Hoi An cayó en declive cuando los franceses decidieron favorecer el puerto de Da Nang como nuevo centro comercial. Este abandono, sin embargo, jugó a su favor, pues evitó la modernización agresiva que sufrieron otras ciudades vietnamitas. Gracias a ello, su centro histórico se ha mantenido casi intacto y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
PRIMER DIA EN HOI AN
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Puente Japonés |
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El puente Japonés de Noche |
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ASAMBLEA CANTONESA QUONG TRIEU |
A pocos pasos del icónico Puente Japonés se encuentra una de las principales atracciones de Hoi An: la Asamblea Cantonesa de Quong Trieu. Para acceder, deberás utilizar uno de los tickets incluidos en el Hoi An Ancient Town Ticket, y en este caso sí que puedo decirlo sin reservas: es un imprescindible en tu visita.
La Asamblea Cantonesa de Quong Trieu fue edificada por comerciantes procedentes de la región de Guangdong y de Guangzhou en la segunda mitad del siglo XIX (aprox. 1885).
Lo más curioso es que muchas de sus piezas fueron prefabricadas en China y transportadas en barco hasta Hoi An, para luego ser ensambladas aquí.
En sus orígenes, el templo estuvo dedicado a la diosa del mar Thien Hau y a Confucio, pero en 1911 sufrió una transformación: desde entonces se rinde culto principalmente a Quan Cong, figura histórica china y símbolo de lealtad, justicia e integridad.
Quan Cong preside el altar central, mientras que los altares laterales se destinan al Dios de la Riqueza y a los ancestros.
Desde este patio accedemos al salón principal, donde se ubican tres altares: el altar principal dedicado a Quan Cong, y el Dios de la Riqueza y los ancestros a ambos lados.
Para finalizar la visita, se llega al patio trasero, un espacio tranquilo y ajardinado con fuentes y un ambiente sereno. Aquí merece la pena detenerse en los detalles: estatuas de dragones elaboradas con mosaicos que, además de belleza estética, encierran la misma simbología de fuerza y prosperidad que impregna todo el conjunto.
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Patio trasero |
El Mercado de Hoi An, situado junto a la vereda del río, ofrece una experiencia auténticamente local y muy distinta a la de otros mercados vietnamitas como los de Saigón. Aquí no abundan los puestos de souvenirs, ropa o recuerdos turísticos; es, ante todo, un mercado agrícola pensado para la vida cotidiana de sus habitantes.
El corazón del mercado se encuentra en un edificio principal de tamaño reducido, que alberga numerosos puestos de comida local. Nosotros decidimos no comer allí, ya que, aunque la oferta culinaria es variada, el lugar no destaca precisamente por su higiene, y preferimos optar por alguno de los muchos restaurantes que ofrece Hoi An. En el exterior, se instalan más puestos, con apenas unos pocos dedicados a recuerdos, predominando los de utensilios domésticos.
Donde realmente se disfruta la visita es en las calles que rodean el mercado. En ellas encontrarás una explosión de color y escenas cotidianas que invitan a la fotografía: montones de frutas y verduras frescas, especias aromáticas y flores vibrantes, todo dispuesto de manera tan pintoresca que resulta difícil no detenerse a capturar el momento. Entre los puestos, es habitual ver a mujeres tejiendo cestas de esparto o pelando judías, ejemplos vivos del día a día local.
Mi recomendación: pasea sin prisas, observa, fotografía y déjate envolver por el ambiente genuino de este rincón de Hoi An, donde el turismo se mezcla con la vida real de la ciudad.
Tras volver de la excursión en Coconut, comienza a caer la tarde en Hoi An, y es entonces cuando la ciudad empieza a mostrar su lado más cautivador. El río, que por la mañana permanece relativamente tranquilo, se llena poco a poco de barcas que lo surcan de un extremo a otro, mientras las calles adyacentes se animan con una multitud que parece llegar de todas partes.
Pero lo verdaderamente impresionante llega cuando la noche se instala. Entonces, la ciudad y su río se iluminan con miles de farolillos que tiñen el ambiente de tonos cálidos y mágicos, creando una estampa única. La combinación de luces reflejadas en el agua, el bullicio alegre y la atmósfera festiva convierten este momento en una de las experiencias más memorables de Hoi An.
PASEO POR EL RÍO EN BARCA EN HOI AN
Para realizarla, debes cruzar la vereda del río por el "An Hoi Bridge". Justo al otro lado encontrarás una caseta oficial donde comprar los tickets. Aunque fuera del recinto también haya gente que los ofrezca, te recomiendo adquirirlos en la caseta, ya que allí podrás elegir si prefieres ir solo en la barca o compartirla con otras parejas. Mi consejo es que, por la pequeña diferencia de precio, optes por ir solo y así disfrutar del recorrido de forma más íntima.
El precio oscila entre 100.000 y 150.000 dong vietnamitas (unos 4 a 6 euros) por persona para trayectos de aproximadamente 20 minutos, dependiendo de si vas en solitario o en barco compartido. Tras comprar el ticket, te asignarán un bote al que se accede mediante una pasarela. Antes de embarcar, te ofrecerán la opción de lanzar pequeños farolillos flotantes al río, un gesto simbólico que, según la tradición, atrae la buena suerte. Estos farolillos suelen costar entre 10.000 y 20.000 dong (0,40 a 0,80 euros) adicionales.
A partir de aquí, olvida lo técnico y sumérgete en la experiencia: decenas de barcas iluminadas navegando a tu alrededor, cientos de ofrendas flotando suavemente por el río, y las calles adyacentes iluminadas únicamente por farolillos de vivos colores. Es un espectáculo visual único que justifica, por sí solo, la visita a Hoi An.
Un último consejo: no te apresures en hacer el paseo justo al caer la noche. Espera una hora y deja que se marchen las excursiones organizadas que solo vienen a realizar esta actividad. Con menos barcas en el agua, la atmósfera se vuelve más tranquila y auténtica, y la magia del momento se intensifica.
Después de disfrutar del paseo en barca, te recomiendo que continúes la experiencia recorriendo el casco antiguo de Hoi An.
A esta hora, la mayoría de grupos turísticos ya se han marchado, dejando las calles sorprendentemente tranquilas y perfectas para perderse sin prisas, descubrir rincones únicos y capturar fotografías espectaculares.
Entre las calles más recomendables para pasear destacan Tran Phu y Nguyen Thai Hoc. Son las más tradicionales, con casas antiguas llenas de encanto, templos, tiendas de artesanía y un sinfín de artistas callejeros ofreciendo piezas elaboradas a mano a precios realmente bajos. Además, las tiendas permanecen abiertas hasta poco antes de la medianoche, por lo que podrás disfrutar del ambiente sin prisas.
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Hai Cafe Restaurant & BBQ Courtyard |
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Mercado Nocturno Hoi An |
Después de cenar, una excelente opción es dar un paseo por el animado Mercado Nocturno de Hoi An. Se encuentra justo detrás del lugar donde probablemente hayas comprado los tickets para el paseo en barca, en la calle Nguyen Hoang, que se cierra al tráfico y se llena de coloridos puestos callejeros.
El mercado comienza su actividad al caer la tarde y permanece abierto hasta alrededor de las 23:00 horas, momento en el que los vendedores empiezan a recoger. Al entrar, lo primero que llama la atención es la gran cantidad de puestos de comida rápida, especialmente de postres. Nosotros probamos unos crepes recién hechos de mango y chocolate que estaban deliciosos. También abundan los puestos que venden los icónicos farolillos de Hoi An; algunos son tan vistosos que incluso cobran por hacerte fotos frente a ellos.
A continuación, la ruta por el mercado te llevará a la zona de souvenirs y ropa. Aunque Hoi An es más turística y, por ende, un poco más cara que ciudades como Hanói o Saigón, siempre se pueden encontrar artículos interesantes. Personalmente, recomendaría apostar por la artesanía local, ya que, a diferencia de otras urbes donde predominan las imitaciones, en Hoi An es posible encontrar piezas más auténticas.
La última parte del mercado está ocupada por restaurantes... o mejor dicho, puestos de comida callejera con mesas para sentarse. Predominan los que ofrecen pescado y marisco a la plancha, así que, si te apetece, puedes darte un festín de mariscos por muy poco dinero. Una imagen que difícilmente olvidarás es la de las numerosas familias vietnamitas celebrando cumpleaños en esta zona, donde no falta el karaoke, elemento imprescindible en cualquier festejo local.
En definitiva, visitar el Mercado Nocturno de Hoi An merece la pena. No es muy grande, pero lo suficiente para pasar una hora agradable, hacer algunas compras y disfrutar de un buen postre.
TOMARTE UNA CERVEZA Y DISFUTAR DE LAS VISTAS
Justo en la misma orilla del río donde se ubica el mercado nocturno se encuentra la animada zona de ocio nocturno de Hoi An. Aquí, la música y el ambiente festivo están garantizados gracias a la gran variedad de pubs para todos los gustos. La media de edad baja notablemente y predominan los mochileros y viajeros jóvenes, creando un ambiente vibrante y cosmopolita.
Si continúas caminando y dejas atrás los bares con la música a todo volumen, descubrirás locales más tranquilos, perfectos para quienes buscan relajarse. En estas zonas más sosegadas encontrarás pubs con agradables terrazas, donde podrás acomodarte en un buen butacón, disfrutar de una cerveza bien fría y contemplar las vistas privilegiadas hacia la ciudad antigua de Hoi An, iluminada por sus emblemáticos farolillos.
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