DA NANG
PUENTE DEL DRAGON, AM PHU CAVE, MARBLE MOUNTAINS Y LINH UNG PAGODA
Llegamos a Da Nang por la noche, después de un trayecto de unas tres horas desde Hue. Habíamos reservado un coche con Asia2Go, que nos llevó cómodamente hasta nuestro hotel. Eran alrededor de las nueve y media de la noche cuando llegamos, y tras dejar las maletas, decidimos salir a conocer la ciudad iluminada.
Nuestra primera parada fue el famoso Puente del Dragón y el mercado nocturno de Da Nang. Afortunadamente, el hotel que habíamos elegido, el Vanda Hotel, estaba a menos de dos minutos a pie del puente, lo que nos permitió disfrutarlo tranquilamente, sin prisas.
El Dragon Bridge comenzó a construirse en 2009 y se inauguró cuatro años más tarde. Mide 666 metros de largo y cuenta con seis carriles, pero lo que realmente lo hace especial es el enorme dragón metálico que recorre todo su eje central. De noche se ilumina con luces LED que cambian constantemente de color, creando un espectáculo hipnótico sobre el río Han.
Si viajas un fin de semana, no te pierdas el espectáculo del dragón escupiendo fuego y agua, todos los viernes, sábados y domingos a las 21:00. Es uno de los eventos más populares de la ciudad.

Con la visita al mercado nocturno dimos por finalizado el día y regresamos al hotel. Al día siguiente volábamos por la tarde hacia Hanoi, para después dirigirnos a Tam Coc, pero antes teníamos planeada una visita matutina a dos de los lugares más emblemáticos de Da Nang: las Marble Mountains y la Pagoda de Lady Buddha.
MARBLE MONUNTAINS
AM PHU CAVE
La Am Phu Cave está envuelta en leyendas y misticismo. Se cuenta que fue descubierta en el siglo XIX por el emperador Minh Mang durante una visita a las Marble Mountains. Cuando sus soldados entraron a explorarla, las antorchas que llevaban se apagaron misteriosamente, motivo por el cual el emperador decidió llamarla “Cueva del Infierno”. Cuando uno desciende a su interior, entiende perfectamente el nombre: la sensación de humedad, el silencio roto por el eco del agua y las luces tenues que iluminan las figuras talladas hacen que realmente parezca un descenso al inframundo.
| El Juicio de Yama |
Al entrar, se accede a la primera gran cámara, la del Juicio de Yama, el rey del Infierno. En el centro destaca su figura imponente, rodeada de demonios, jueces y almas arrodilladas que esperan su sentencia. En las paredes hay relieves que muestran los castigos por pecados como la avaricia, la mentira o la violencia, iluminados con luces rojas y verdes que acentúan el ambiente sombrío. Tras esta sala, el camino se divide en varios pasadizos estrechos y escaleras empinadas, donde se encuentran esculturas que representan las torturas y sufrimientos de los condenados, cada zona correspondiente a una de las diez cortes del infierno budista.
La parte más profunda de la cueva es un espacio bajo y apenas iluminado, que simboliza el punto máximo del sufrimiento. Allí, las luces parpadeantes y los sonidos de lamentos crean una atmósfera inquietante y sobrecogedora.
A partir de este punto, el camino comienza a ascender lentamente, simbolizando el regreso hacia la luz y la redención. A medida que se avanza, la claridad aumenta hasta que la luz natural entra por una grieta superior: es el llamado camino de la iluminación. En esta sección aparecen estatuas de Buda y figuras angelicales que representan el renacimiento y la purificación del alma.
| Mapa de Thuy Son, la Montaña del Agua |
| Torre Xa Loi |
Una vez llegas a la parte superior de Thuy Son, el primer punto que te recibe nada más salir del ascensor es la Torre Xa Loi, una elegante estopa budista construida para albergar reliquias sagradas de Buda. Fue edificada a mediados del siglo XX como parte del complejo del templo Linh Ứng, y su diseño sigue el estilo clásico de las pagodas vietnamitas: varios niveles superpuestos, techos curvos en forma de dragón y esculturas de guardianes en cada piso. La torre, de siete plantas, simboliza las siete etapas del camino hacia la iluminación budista. Aunque no se puede subir hasta la cima, se puede acceder libremente a su base y primer nivel, desde donde se aprecian de cerca los detalles de sus tallas y relieves.
No te quedes solo con la pagoda: en sus alrededores encontrarás rincones encantadores, como una escultura de cabezas de dragón que parecen emerger de la vegetación, una gran figura de Buda y un jardín con las estatuas de los doce signos zodiacales del calendario vietnamita.
| Pagoda Linh Ứng |
| Cueva de Tang Chon |
| Tam Thai Pagoda |
| Quan Âm en la Cueva Hoa Nghiêm |
De regreso a la Tam Thai Pagoda, tomamos otro de los senderos que parten desde allí. Este lleva a dos nuevas pagodas y a un mirador.
| Tam Tôn Pagoda |
El templo, de diseño tradicional vietnamita, combina techos curvados en forma de dragón, columnas de madera oscura y paredes con inscripciones doradas. Su jardín exterior es una joya: lleno de bonsáis, árboles frutales, linternas de piedra y pequeñas esculturas que representan escenas de la vida de Buda. Desde aquí se disfrutan unas de las mejores vistas de Đà Nẵng y de las demás montañas del conjunto.
Muy cerca se encuentra un pequeño mirador con templete, aunque sinceramente, las vistas desde la Từ Tâm Pagoda son más bonitas, con menos gente y un ambiente mucho más relajado.
Y así, casi sin darnos cuenta, pasaron cuatro horas explorando las Marble Mountains. La visita superó con creces nuestras expectativas: un lugar lleno de historia, espiritualidad, belleza natural y rincones mágicos. Sin duda, una parada imprescindible si pasas por Đà Nẵng.
Esta vez, bajamos andando —que siempre es más fácil que subir— y pedimos un Grab que nos lleva hasta otra de las joyas de la ciudad: la Pagoda de Lady Buddha, nuestra siguiente parada del viaje.
LADY BUDDHA, EL GRAN ICONO DE DA NANG
Visitar la Pagoda de Lady Buddha es una de esas excursiones que te hacen entender por qué Đà Nẵng tiene fama de ciudad equilibrada entre lo moderno y lo tradicional. A unos diez kilómetros del centro, en plena península de Sơn Trà, este rincón combina vistas espectaculares del mar con una tranquilidad poco común. Más que un lugar de culto, es un espacio donde el paisaje, la arquitectura y el ambiente se mezclan para ofrecer una visita relajada y muy fotogénica.
| Lady Buddha |
La carretera que conduce hasta la pagoda recorre el litoral y luego se eleva entre una vegetación frondosa, ofreciendo vistas espectaculares de la bahía de Đà Nẵng. A medida que ascendemos, el paisaje se vuelve más verde y el aire más fresco. Aunque parezca un templo antiguo, la Pagoda Linh Ứng es bastante reciente: fue construida a comienzos del siglo XXI, aunque todo el mundo la conoce con un nombre más sencillo y popular: el templo de Lady Buddha.
Nada más entrar, dejamos la pagoda a nuestra derecha y caminamos hacia la gran protagonista del recinto: la imponente estatua de Lady Buddha, representación de Quan Âm, la diosa de la compasión. Con 67 metros de altura, es considerada la estatua más alta de Vietnam. Se alza sobre una base en forma de flor de loto de 35 metros de diámetro y mira hacia el mar, como si vigilara la bahía. En su interior hay 17 niveles, cada uno con su propio pequeño altar y diferentes representaciones de Buda.
Unos escalones más abajo hay un mirador desde donde se puede contemplar toda la bahía de Đà Nẵng, la playa de Mỹ Khê y, en los días claros, incluso las Marble Mountains a lo lejos.
| Chính Điện |
| Buda Shakyamuni |
Pero más allá de los templos, lo mejor del lugar es pasear sin prisa. Cada rincón tiene algo diferente: estatuas curiosas, detalles arquitectónicos, pequeños grupos de monos que merodean por los jardines y miradores perfectos para hacer fotos. No es el templo más majestuoso del país, pero sí uno de los más agradables de recorrer, con un ambiente relajado y vistas de postal.
Tras pasar un buen rato explorando el recinto, decidimos volver hacia el centro de Đà Nẵng. Queríamos visitar el mercado y hacer una parada en la catedral, ya que por la tarde teníamos vuelo hacia Hanoi. Como la app de Grab mostraba pocos coches disponibles, optamos por negociar con un taxista, que finalmente nos llevó al mismo precio que marcaba la aplicación. Así cerramos nuestra visita a Lady Buddha, con el mar al fondo y la sensación de haber descubierto uno de los rincones más emblemáticos de Đà Nẵng.
Catedral de Đà Nẵng
Nuestra última parada en Đà Nẵng fue la catedral, aunque antes aprovechamos para dar una vuelta por el mercado central. Si estás esperando encontrar un mercado colorido y lleno de recuerdos como el de Ho Chi Minh City, mejor baja un poco las expectativas: aquí es más bien un mercado local de alimentos, con puestos de frutas, pescado y productos frescos. Interesante para ver la vida cotidiana, pero algo decepcionante si buscas compras o ambiente turístico.
Mercado de Da Nang
La catedral de Đà Nẵng se encuentra a pocos minutos del mercado, así que fuimos caminando. A primera vista, recuerda bastante a otras iglesias coloniales del país, como las de Saigón, pero tiene un toque muy propio. Popularmente se la conoce como la “Pink Church”, por el tono rosado de su fachada, y también como la “Rooster Church” o “Iglesia del Gallo”, por la veleta con forma de gallo que corona su campanario.
Catedral de Da Nang
El edificio fue construido durante el periodo colonial francés, en la década de 1920, y su estilo gótico adaptado al trópico le da un aire muy fotogénico entre tanto entorno moderno. Es pequeña, pero su color y su elegancia la convierten en una de las postales más reconocibles de Đà Nẵng.
Por desgracia, cuando llegamos estaba cerrada al público, así que no pudimos entrar y tuvimos que conformarnos con dar una vuelta por el exterior y hacer algunas fotos. Aun así, vale la pena acercarse, aunque sea unos minutos: su fachada rosa destaca entre los edificios del centro y ofrece una estampa encantadora.
Con esta visita dimos por terminada nuestra ruta de un día por Đà Nẵng, una ciudad que se puede recorrer fácilmente en poco tiempo si te centras en lo esencial. Dejamos pendiente el Parque Sun World Ba Na Hills, para el que haría falta al menos un día más.
Antes de despedirte de Đà Nẵng, te recomiendo hacer una última parada en alguna de sus cafeterías —hay muchas, preciosas y muy bien decoradas— y probar un café de huevo, una de las especialidades más deliciosas de Vietnam. Una forma perfecta de cerrar tu paso por esta ciudad costera.











